𝒉𝒖𝒏𝒈𝒓𝒚 𝒉𝒆𝒂𝒓𝒕

𝑺𝒆𝒊𝒔

"Oh."

"Seguro que sabes cómo hacer que una chica se sienta especial".

Con las mejillas rojas, Louis camina por la cocina con la camisa de Harry que le queda tres tallas más grande y ni siquiera de una manera sexy. Le queda un tanto holgada que parece un niño jugando a disfrazarse. No es que su objetivo sea verse sexy ya que está trabajando como chef y no como un seductor ni nada, pero Harry está sentado en la mesa de la cocina sin nada excepto un par de calzoncillos negros que no dejan nada a la imaginación y una bata de baño, piernas abiertas mientras lee el periódico de la mañana.

Es horrible y casi vergonzoso porque si hubiera usado su delantal como un buen chef personal y profesional, entonces todo estaría bien. Louis no habría manchado su camisa y Harry no lo habría mirado como un cachorro pateado, apresurándose a traerle su propia camisa para cambiarse.

Porque es casi una tortura ahogarse en la camisa del alfa después de darse cuenta de que es posible que ya no lo veas de una manera estrictamente profesional. A pesar de los argumentos de Louis como no, no hagas eso, está bien, en realidad creo que Niall dejó una camisa suya y wow, está bien, no hay necesidad de gruñir Harry regresó trotando con una camisa en la mano.

"¿Te has vuelto tímido conmigo, cariño?" Harry se lleva la humeante taza de café a la boca y toma un sorbo con un brillo juguetón en los ojos. "Te ves bien."

"¿Qué? No, no, solo estoy..." Louis toma su cuchillo y continúa cortando ajo "preparando el desayuno para no quemar nada o ya sabes cortarme un dedo".

"Ah, ahí está ese cordero rabioso" sonríe Harry, pero se desinfla rápidamente después y luego se aparta de la mesa para acercarse al lado de Louis, demasiado cerca. "No, oye, solo estoy bromeando porque estoy acostumbrado a que hagas todo eso, pero ahora realmente no me miras y..." su mano se levanta para agarrar ligeramente su barbilla, inclinando su cabeza hacia arriba ¿Puedes mirarme, Lou?

De hecho, preferiría cortarse la mano antes que hacer eso, pero se encuentra con la mirada de Harry, todo preocupación. Esos malditos ojos, ese ligero ceño fruncido, su olor...

"Toma", dice Louis, sosteniendo una cuchara con un poco de zanahoria y prácticamente metiéndola en la boca de Harry para que deje de hablar. "¿Está bien?"

Harry mantiene sus ojos fijos en Louis mientras mastica y tararea. "Mm, un poco soso".

"¿Qué ?" Louis pregunta. Se mete uno poco en la boca, solo para probar el balsámico de miel. "Eres un mentiroso o tienes un gusto horrible, y si ese es el caso entonces debes despedirme porque..."

"No puedo" dice Harry abruptamente, con una voz áspera como Louis nunca había escuchado antes. Acecha hacia Louis y luego se detiene como si fuera una tarea hercúlea, con los puños apretados a los costados. Las fosas nasales se ensancharon. "Lou, yo...tú no puedes simplemente...cocinar para mí, darme de comer, quedarte ahí con mi puta camisa y solo..."

"No, tienes razón, no puedo" Louis niega con la cabeza, ni siquiera sabe realmente lo que está diciendo. "En realidad no deberías, um, estar fuera de la cama."

"No debería hacer muchas cosas. No debería estar en mi pierna tanto como lo estoy. No debería ignorar todos los mensajes de texto y llamadas de Niall" dice Harry, acercándose hasta que está justo a su lado. Las pobres verduras están a punto de quemarse, pero Louis no puede pensar en nada excepto en la forma en que la mano de Harry se envuelve alrededor de su brazo. No se pierde la forma en que el pulgar de Harry roza ese punto sensible donde su cuello se encuentra con su hombro, frotándolo intensamente antes de deslizarse hacia su mejilla. "Lou, dime si yo tampoco debería hacer esto".