𖥻 ، cabeza de tomate

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—¡No!— En el cuarto resonó el grito de Seungmin.

—¿Por qué gritas?— Hyunjin lo miró con molestia mientras cubría sus oídos.

—¿Qué le paso a tú cabeza de zanahoria?— Acarició, el ahora rojo, cabello de Hyunjin. —¿Dónde quedó cabeza de zanahoria?

—No seas tan dramático.— Alejó lentamente las manos de Seungmin de su cabello.

Había decidido pintarlo de un nuevo color que ya el naranja le había aburrido, pero Seungmin no parecía muy contento con eso.

—No me gustan los tomates.— Se cruzó de brazos y miró a Hyunjin con un pequeño puchero.

—¿Y eso qué?

—¡Pues que ahora tú eres uno!— Se abrazo de su cuello y recargo su cabeza en su hombro. —Ay, cabeza de tomate.— Movió su cabeza de un lado a otro, causando cosquillas en el cuello de Hyunjin.

—¿Otra vez me pondrás un apodo extraño?— Colocó sus manos en la cintura de Seungmin, para acercarlo más a él en un tierno abrazo.

—No son extraños, se supone que son lindos. Las parejas se ponen apodos.— Se separó un poco y observó a Hyunjin directamente a los ojos.

Hace dos meses que habían empezado una relación, y en todo ese tiempo, Seungmin siguió amando y soltando halagos tiernos a la cabeza de zanahoria de Hyunjin, pero ahora no había más zanahoria, sino un tonto tomate.

—Y como si no te gustarán.— Añadió mirando a Hyunjin con los ojos entrecerrados.

—Sí, me gustan.— Sonrió y pico la mejilla de Seungmin con su dedo índice, para después regresar su mano a dónde estaba.

—¿Lo ves?— Sonrió. —Sólo espero que no dures mucho con esta cabeza de tomate.— Movió las comisuras de sus labios hacia abajo.

—¿Acaso no te gusta?— Formó un leve puchero mientras tocaba su cabello.

—¡Todo en ti me encanta! Pero... para la próxima píntalo verde, como el brócoli. Sabes que amo el brócoli tanto como la zanahoria.— Hyunjin sólo pudo sonreír de manera tierna. Le encantaban las referencias que hacía su novio con frutas y verduras hacia su cabello. —¿Si?— Le dio un corto beso.

—Mhm, no lo sé.— Hizo un gesto simulando que lo pensaba, por lo que Seungmin comenzó a llenar la cara de Hyunjin de besitos descontroladamente. Seguro que así lo convencía.

—¿Y ahora?— Paro de besarlo y lo miró con una linda sonrisa. —¿Serás cabeza de brócoli?

—Aún no lo sé...

—¿Cómo no sabes?— Se separó y lo miró con un tierno gesto de molestia. —Supongo que mis besos perdieron su poder.— Dio un paso hacia atrás y le dio la espalda a Taehyun de manera dramática.

—No realmente.— Se acercó a Seungmin y lo abrazo por detrás, colocando sus brazos alrededor de su cintura y uniendo sus manos al frente.

—¿Y entonces?— Se dio la vuelta y miró a Hyunjin con un puchero.

—Tú siempre me das besitos... pero cuando yo lo quiero hacerlo, te asustas.— Le puso ojos de perrito. Hyunjin había intentado muchas veces besar a Seungmin, pero en el instante en que sus labios se tocaban, Seungmin se alejaba mientras reía nervioso, y después de eso, no había manera de volver a besarlo ni aunque fuera un poco. —Siento que no te gustan mis besos, porque lo tuyos a mí me encantan.

—Es que me pones muy nervioso, cabeza de tomate...— Agachó su cabeza mientras sonreía con timidez y un leve sonrojo adornaba sus lindas mejillas.

—Pero si no me dejas besarte ni aunque sea una sola vez, olvídate de cabeza de brócoli y mejor vete acostumbrándote a cabeza de tomate.— Miró con indignación a otro lado.

—No~— Dio un pequeño besito en la mejilla de Hyunjin. —No quiero a cabeza de tomate para siempre.— Recargo su cabeza en el pecho de Hyunjin. —Por favor.

—Sólo si dejas que te besé.

—Pero, cabeza de tomate...

—Entonces no hay trato.

—Bien, terminamos.— Se separó de Hyunjin bruscamente.

—¿Qué?— Este lo miro confundido. No hablaba enserio, ¿o si? —No bromees, Seungmin.— Trato de darle la vuelta, a lo que Seungmin se negó zafándose de su agarre.

—Habló muy enserio.

—Está bien, si habrá una cabeza de brócoli muy pronto.— En cuanto Hyunjin termino de hablar, Seungmin se dio la vuelta con una gran sonrisa y volvió abrazarlo, sólo que esta vez por la cintura.

—Puedes besarme.— Abultó sus labios exageradamente y estiró su cara hacia Hyunjin mientras cerraba sus ojos con fuerza.

Hyunjin sonrió con gracia en cuanto vio a Seungmin y lo nervioso que se veía porque fuera a besarlo.

—Hazlo ya, que me canso.— Abrió uno de sus ojos rápidamente para ver a Hyunjin y luego lo volvió a cerrar.

—Está bien.— Hyunjin tomó la cara de Seungmin entre sus manos y se acercó a este, para finalmente, unir sus labios. El principio fue muy tranquilo, ya que era prácticamente sólo un delicado toque, pero después Hyunjin comenzó a mover sus labios a un ritmo lento, pero que a Seungmin le estaba encantando a pesar de morir de vergüenza.

Cuando Hyunjin se separó levemente, Seungmin pensó que todo había acabado, pero en realidad sólo fue para tener un mejor ángulo en el beso.

Cada vez que Hyunjin movía su boca, un pequeño escalofrío recorría el cuerpo de Seungmin, haciéndolo tomar con fuerza la camisa de Hyunjin entre sus manos.

Después de un rato dejando besarse, Seungmin le siguió el lento ritmo a Hyunjin, claro que de manera más torpe. Lo suyo era de dar picos más inocentes. Era por eso que siempre se ponía nervioso cuando Hyunjin lo quería besar, ya que sabía que lo besaría de tal manera.

Hyunjin por supuesto, muy gustoso probaba los suaves labios de Seungmin con ternura y a su gusto, como hace mucho lo había querido hacer. Cada que sentía como el cuerpo de Seungmin temblaba, algo dentro de él simplemente quería seguir besándolo más y más hasta que sus labios se desgastará.

Y todo hubiera seguido siendo perfecto de no ser por la pequeña risita que soltó Seungmin, arruinando el momento.

—¿De qué te ríes?— Hyunjin lo miró con una sonrisa, aunque en realidad se encontrará triste por tener que separarse de su bonito novio.

—Me hiciste cosquillas.— Apunto detrás de sus orejas mientras continuaba riendo levemente.

Hyunjin tenía sus manos ahí, y de vez en cuando daba una cuantas caricias, pero en una de esas veces, le provocó cosquillas a Seungmin, haciendo que le fuera imposible no reír.

—Lo siento, arruine todo.— Formó un puchero y agachó su cabeza para mirar desde ahí a Hyunjin.

—No arruinaste nada.— Acarició su cabello con dulzura. —Podemos volver a empez-...

—¡No! Si mis cálculos no me fallan, es el turno de Felix para tener sus mimos, así que me voy.— Dio un casto beso en los labios de Hyunjin y se fue corriendo de ahí.

Hyunjin no sabía si molestarse porque iría con Felix, estar triste porque ya no quería besarlo, o morir de ternura por la manera tan tierna en la que Seungmin había escapado.

Era extraño en cómo habían cambiado las cosas. Antes era Hyunjin quien huía de Seungmin, y ahora era al revés. Aunque no hacía falta decir que Hyunjin aún tenía sus momentos tímidos dónde quería esconderse debajo de una roca.

Pero si de algo estaba seguro, era de que de ahora en adelante, siempre que quisiera besar a Hyunjin, tendría que cambiar su color de pelo. Igual, ¿qué es lo peor que podría pasar? Tal vez quedarse calvo, pero no importaba, todo por poder probar los labios de su lindo chico.

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