Te extrañó

35 0 0
                                    

Hace más de una primavera, que perdí el amor de mi vida y es que con el pasar del tiempo no logro sacar esos recuerdos, donde con ella nos comunicamos entre un idioma que no había mentira en cara oración, y es que cuando estába encima de mi, nuestras palabras eran puras, recuerdo cada pose que intentamos imitar, las fantasías que cumplimos, y entre poses que intentamos inventar, nos entregamos en cada noche, la última ves que lo hicimos, fue en noviembre 2, recuerdo todo detalladamente, ella venía saliendo del baño, su piel húmeda y su pelo aún estaba empapado, tapándose con una tualla con mariposas, ella se va a su cómoda a peinarce, mientras mi tentación aumento y lentamente me acerque por detrás, mientras mis manos masajeaba sus hombros, y con una  mano, apartado tu pelo, para aclarar su cuello, besando la, lentamente que ella pueda sentir mis labios como le da caricias, y poco a poco mis manos van buscando sus pechos, para acariciarlos, apretando cada una, con intenciones de provocación, lentamente mis labios busco su boca, y ambo nos besamos, mientras que ella se levantaba y buscamos la cama.

Ella me empuja en la cama, y ella deja caer su tualla y se sube en mi, y nos volvemos a besar, entres besos de mordidas, mis admiraba su cuerpo, recorriendo tu pechos, su espalda hasta llegar a sus nalgas.
Lentamente ella se acomoda, agarrando mi pene, colocándolo en su vagina, y lentamente se fue sentado, cuando ya estaba adentro, ella de unos pequeños movimientos como si se tratara de dibujar un círculo, la sensación de sentirla adentro.

ufff siempre era como la primera ves, tan increíble, ella deja caer su pechos en los míos y con una mano, se coloca y ella empieza a bailar, como si de un perreo, se llegara de tratar, su enorme trasero, golpeaba con mis piernas, haciendo sonido de aplausos, mis ganas aumentaron y mi boca enloquecida, toma sus pechos, y empezó a besarlo y morder sus pezones, y una mano, peñiscaba su pezon, los gemidos eran tanto, que tratar de ocultarlo no podíamos ya que ninguno no quería parar.

Esa noche, ambos perdimos en control, que intentamos hacer toda las poses que supiéramos.

Empezamos con la pose en 4, ver ese culito tan perfecto, hacia que mi mano temblará, busque lubricante y empecé a colocarlo en todo su trasero, tome mi pene, y di unos golpecitos, golpeando su vagina y su ano, y lentamente se lo metí por el culo, y ya adentro, empecé a moverme tan rápido como pude, dándole nalgadas, y acercadome a ella para besarla, a mi me gustaba darle por ahí ya que era más apretado y ella le gustaba más.

Cuando sentí que me venía, sague mi pene y así mismo con esa pose, deja caer mi leche, y ella sentía como bajaba mi semen.

Entre poses y poses, entre corridas y gemidos, que lo mismo Dioses podrían a ver escuchado.
Hacer el amor con ella era algo indescriptible,  siempre terminábamos con el 69, y que no había cosa más rico que lamber su vagina.

Esos movimientos circulares que hacia en el glitori mientras mi lengua entraba y salía, y disfrutaba como si de un dulce se trataba, amaba sus gemidos de placer, esos labios rosado, bien formado, gorditos, el aroma era una locura, cuando lograba hacerla venir, era una maravilla,  sus piernas temblaba, apretando los dedo los pies, y su la miraba de placer era hermosa.
Nos dormimos casando esa noche.

La extraño tanto, si no fuera por ese cárcel que me la aparto, hoy estuviera feliz  con ella y  nuestro hogar.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 08, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

𝑂𝑟𝑎𝑐𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠 𝐸𝑥𝑐𝑖𝑡𝑎𝑛𝑡𝑒. ฅ^•ﻌ•^ฅDonde viven las historias. Descúbrelo ahora