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Narra Fabián Hoffman


Salí del armario y atendí mi teléfono. Era mi abuelo. Después de hacerlo molestar con mi suposición de que Máximo fue el qué robó a la empresa, inicié una investigación profunda en ella. Pero Máximo salio hace unos días del país, lo que me dice que quizá no fue el qué desvío dinero de la empresa

—¿Hola? —dije suspirando

—Hola. ¿Dónde estás?

—Estoy en nueva casa, estoy con Grecia ahora, abuelo

—¿Vas a ir a la empresa hoy?

—Por supuesto —dije con una mueca obvia aunque él no pudiera verme

—Si vas me dices, Fabián —exigió y rodé los ojos

—Ahí nos vemos

—Está bien... —corté la llamada y enseguida regresé a dónde estaba Grecia

El cajón con mis corbatas y de más estaba abierto aún, y ella había movido una de ellas en particular, la color vino, tenía un papel en sus manos y sabía a qué estaba viendo, además de su ceño fruncido

—Grecia... —ella alzó la mirada y no supe describir su mirada

—Tu...yo... —le quite el papel de las manos enseguida y ella me miró aún más confusa

—No es lo qué piensas —dije

—¿Qué crees que pienso? —dijo segura de sí misma

Siempre me sorprendía de alguna manera, la forma en la que era tan directa pero a la vez sutil y discreta. Me encanta

—Fabián —dijo y se acercó un poco —Me hablaste de Moly, y hoy me sorprendes con nuestra casa —sonrió —Yo confío en ti...

Sonreí y bese sus labios suavemente

—Te amo —dije sobre sus labios

—También te amo —dijo


[...]

Entré en la empresa, luego de dejar a Grecia en casa de mi madre, quien quería hablar con ella y saludarla. Entré enseguida en mi oficina y cerré la puerta detrás de mí

—Hola, primo —levanté la vista y mire a Máximo

La rabia recorrió mi cuerpo pero mantuve la cordura. No olvidaba aún como él había besado a Grecia a la fuerza y que seguro robo dinero de la empresa

—Máximo —rodee mi escritorio y me senté en mi cómoda silla y él de pie frente al escritorio —¿Quién te dió permiso de entrar a mi oficina?

—Entre solo —se sentó —¿Cómo... esta Grecia?

Me daba coraje su simple pregunta, soy consciente de su interés por ella

—No te debe de importar como esté MI esposa —hable cortante —Mejor dime ¿A qué viniste?

Río con sarcasmo

—TU esposa es amiga mía —se inclinó hacia adelante —Pero tienes razón, vine por algo importante

—¿Qué quieres?

—Me enteré de lo que pasó en el departamento y mi tío —levantó cejas haciendo una mueca —¿Te habló Moly?

Lo mire confundido

—¿Qué pretendes Máximo? —dije enojado

—Moly... —pronunció lentamente —Grecia ya sabe de Moly, no?  Pero —alzó una ceja

Una Vida a tu Lado [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora