Fire love © [Fanfic 911 - Evan Buckley] | ACTUALIZANDO

4. Lo monótono aburre

Me siento tan cansada que no puedo evitar suspirar, hoy ha sido un día tan agotador y confuso. Por una parte no hemos parado de trabajar, la verdad que ha sido uno de los peores días que he tenido como bombera, y por otra parte tengo que admitir que no he dejado de pensar en Buck y todo lo que ha pasado hoy.

Teniendo en cuenta de que estoy en el mismo coche que él y que nos separan unos escasos centímetros.

El momento de nosotros debajo de aquel árbol hablando como si nos conociéramos de toda la vida y de él intentado decirme algo da vueltas por mi cabeza. La curiosidad me está matando y no me importaría frenarlo en este preciso momento y sonsacarle que ha querido decirme. Me recuesto impaciente en el asiento mientras veo las gotas de lluvia deslizándose por la ventana, ha empezado a llover a raudales y la gente corre para esconderse en algún cuchitril dónde en este horario solo hay borrachos.

Le dicto mi dirección mientras me abrocho el cinturón y abro un poco la ventanilla del copiloto y es entonces cuando me permito relajarme, cierro los ojos disfrutando del aroma de la noche y la lluvia en mi cara, desde pequeña me ha encantado los días de lluvia, creo que no hay nada mejor que llueva y estar en casa con una manta y una bebida caliente viendo una película y sobre todas las cosas no hay nada que me guste más que el aroma que se queda luego de llover.

Buck extiende la mano y enciende la radio, cambia unas cuantas veces la radio hasta que suena una canción de queens que no puedo identificar y la deja satisfecho, tararea entretenido la canción mientras da toques al volante al ritmo de la canción y me permito observarlo con detenimiento, es ridículamente guapo, demasiado guapo para cualquiera.

Creo que estoy delirando un poco, el cambio de aires ha afectado notablemente mis neuronas. He venido a trabajar no a estar ligando con el primer chico guapo que se me aparezca por delante, por muy bueno que esté. Desde que el capi nos dijo que estábamos destinados a trabajar en Los Angeles durante cuatro meses por los incendios tuve claro mi objetivo: solamente trabajar y nada más. No es que tampoco tuviera pensando involucrarme con nadie y menos teniendo cero dotes para ligar.

Tampoco es que me interesen esos temas, sobretodo con el ridículo por no decir casi inexistente currículum amoroso que tengo. Creo que tengo incorporado en mi adn un repelente de feromonas masculinas o quizás (,y muy probablemente) los repelo con mi gran simpatía. Sí, soy una persona muy arisca.

No me considero antipática ni mucho menos desagradable, más bien "asocial". Desde pequeña he tenido problemas con relacionarme con la gente, ya sea porque me alejo de ellos o porque los repelo de inmediato, no soy abierta con la gente y uno de mis grandes problemas es poder hablar con la gente. Me considero un poco "rarita" o extremadamente tímida socialmente hablando.

Extrañamente soy totalmente lo contrario con las personas con las personas de mi entorno. Soy muy cariñosa, podría decir hasta un punto obsesivo, me gusta mucho las muestras de cariño (aunque no mucho el contacto físico) y necesito que siempre me estén hablando o prestando atención porque me pienso lo peor siempre. Creo que es uno de mis peores traumas que tengo desde pequeña y que nunca he podido mejorar.

Desde pequeña mi entorno me llenó de inseguridades, se metían conmigo por mi aspecto y por defectos y siempre me hacían de lado o me despreciaban y la única mejor amiga que he tenido desde el colegio y que fue la única que estuvo conmigo siempre me traicionó y destrozó nuestra relación. Desde eso me he encerrado siempre en una burbuja, poco a poco el bullying fue a más, desde acostarme por redes sociales a no poder salir de mi casa porque se reían de mí por la calle, y empezé a destruirme yo sola. Lo primero que recuerdo fue dejando de ser la chica feliz y amable que fui siempre, empezé a ser seca y distante, me empecé a autolesionar y cuando me intenté suicidar por primera vez supe que algo estaba mal en mí y me duele recordar que aunque mi amiga siempre supo lo que me pasaba nunca hizo nada para pararlo.