11. Como si fuera un desfile de Victoria Secret

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Buck

Una puta semana.

Siete días.

Siete largos y eternos días en los que no he sabido nada de Debbie.

Mi pie repiquetea contra el frío piso de mármol mientras veo la hora por decimoquinta vez en lo que llevo aquí. Debería de estar aquí desde hace veinte minutos pero en el mes que llevamos trabajando juntos lo más que he aprendido es que la puntualidad no es su punto fuerte.

Me muerdo las uñas con impaciencia, me levanto, doy tres vueltas y me vuelvo a sentar. Me estoy desquiciando, llevo esperando esto desde hace cinco días, cinco días en los que mi cabeza no ha parado de dar vueltas pensando en que hice mal. Me restrego la mano cansado sobre la cara y suspiro, no he podido dormir en los últimos días con tantos pensamiento rondándome sin parar.

Cuando estoy a punto de mirar mi reloj otra vez el sonido del timbre me sobresalta ¡Aleluya! Me levanto rápidamente y casi corro hasta llegar a la puerta. Abro como si la vida se me fuera en ello y un Kyle magullado y sonriente se encuentra tras la puerta. Me hago a un lado y le indico con la cabeza que entre.

Él entra y inspecciona todo con curiosidad, da vueltas alrededor de la sala mirando cada detalle hasta que se da por satisfecho y se sienta en el sofá negro de cuero que se encuentra en medio de la estancia. Cierro la puerta tras de mí y voy a la cocina, cojo dos cervezas frías de la heladera y corro a sentarme en el sofá ofreciéndole una a Kyle.

- Kyle, gracias por venir.

- No hace falta que me digas porque me hiciste venir - me interrumpe.

- ¿No?

- Es obvio que es por Deb, solo falta que se te pongan corazones en los ojos cada vez que la ves.

- Eso no es verdad - digo susurrando como si afirmar eso fuera el fin del mundo.

- Claro que sí, en estos días parecías un cachorrito abandonado cada vez que pasaba a tu lado y no te miraba solo faltaba la música y sería digno de una película - dice riéndose para luego darle un sorbo a la cerveza.

- Eso es mentira - digo frunciendo el ceño.

- Por supuesto que es verdad, solo te falta lloriquear como una nena.

- Eso es muy cruel - digo riendo y señalándole con el dedo.

- Lo sé - dice riéndose y haciendo un ademán con los hombros.

- Cómo sea te hice venir por si sabías algo de Deb, desde que saliste del hospital lleva ignorándome, no me responde las llamadas, no me responde los mensajes, es como si no existiera - digo exasperado.

- Te podría decir... peeero no quiero que Deb me castre ¿sabes? Soy muy guapo para no poder follar.

- Venga por favor, seré una tumba - supliqué.

- A la tumba iré yo si te digo algo y tú después para borrar pruebas - dice mientras se carcajea - ella ha estado esta semana ocupada haciéndome enfermera quizás solo necesite espacio no sé no me hagas mucho caso yo no sé nada de mujeres esas cosas son del demonio.

Murmuro un "ya" esperando a que Kyle no lo haya escuchado, me mira con una ceja levantada pero no le da mucha importancia porque se limita a hacer un ademán con los hombros y darle un sorbo a su cerveza.

***

Mierda.

Ya van siete veces que me eliminan.

Le tengo que decir a Christopher que me enseñe a jugar.

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⏰ Última actualización: 3 days ago ⏰

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