Hace 11 años
- ¡Izan! ¡Déjame! - grita Axel desde su habitación.
- ¡Pero eso no se vale!
Elisa oye un portazo y se levanta del sofá a ver qué es lo que está ocurriendo. Atraviesa el pasillo y ve a Izan, el pequeño de los dos, llorando en frente de la puerta, cerrada, de la habitación de su hermano.
Se agacha en frente de él y le limpia las lágrimas. Le da un beso en la frente y abre la puerta de la habitación de Axel. Se lo encuentra sentado en el suelo jugando con los coches y los dinosaurios.
- ¿Qué es lo que pasa?
- Axel hace trampas porque no quiere jugar conmigo, me dejó solo en el armario.
- ¡Eso es mentira! - grita el mayor enfadado.
- Axel, no grites. - su hijo mayor planta sus ojos café oscuro sobre ella.
- Perdón mamá... Estábamos jugando al escondite, pero no le encontré. - dice indiferente.
- ¿Y miraste en el armario de mi habitación? ¿Dónde siempre se esconde tu hermano? - Axel agacha la cabeza poniéndose rojo.
- No miré.
- ¡Anda! - dice Elisa agachándose para ponerse a su mismo nivel. - Izan es tu hermano pequeño, le vas a tener que proteger durante muuucho tiempo, y a veces hay que ceder un poquito. Él cede cuando te deja estar solo. - Axel solo la mira. - ¿Un ratito?
- Pero solo un ratito.
- ¿Has oído Izan? Un ratito. - su hijo pequeño, con los mismos ojos que su hermano, asiente sonriendo a la vez que deja de llorar.
Sonríe mientras se aleja y les deja juntos. A Izan le han estado aclarando el pelo desde que era pequeño, y le han puesto como un año menor. El primer año fue el peor, tuvieron que ocultar a Izan y fingir que Elisa volvía a estar embarazada. Pero el parecido es inevitable, por mucho que se camufle por el pelo y la personalidad.
Vuelve al sofá y se sienta mientras oye las risas de sus hijos a la vez que lee. Hasta que se queda profundamente dormida.
***
- Venga, ahora te toca esconderte. - le dice Axel.
- ¡Vale voy!
- Uno... Dos... Tres...
Izan corre por el pasillo hasta entras en la habitación de sus padres, pero se para en seco cuando de repente siente mucho dolor en el pecho. Empieza a llorar, pero sus llantos se apagan cuando pierde la consciencia.
- ¡Y diez! ¡Quien no se haya escondido, tiempo ha tenido! - grita Axel.
Axel se hace el loco buscando por más sitios para que su hermano crea que no le encuentra y que le ha ganado. Se ríe mientras agarra la manilla de la habitación de sus padres, pero cuando la abre, se queda quieto.
Mira a su hermano, quien está dormido en el suelo, a los pies de la cama de sus padres. Suelta un soplido, se acerca y le mueve un poco con el pie. Pero Izan no responde.
- ¡Pillado! - grita Axel tocándole el hombro. - ¿Izan? - le llama moviéndole más, pero su hermano no responde. - ¡Mamá! - grita con todas sus fuerzas. - ¡Mamá! ¡Izan! ¡Despierta!
- ¿Qué pasa? - pregunta Elisa asustada entrando a la habitación.
- ¡No despierta! - grita Axel alterado y a punto de echarse a llorar.
- Déjame hijo.
Elisa aparta a su hijo mayor de su hijo pequeño y se agacha. Axel ve la cara de preocupación de su madre y se echa a llorar.
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PROYECTO GÉMINIS
FantasyEl mundo ha cambiado, sobre todo para aquellas personas que comparten el mismo genoma, la misma placenta y prácticamente los mismos años, meses, semanas, días, horas, minutos y segundos de vida. Gemelos. Para el gobierno suponen una amenaza, por lo...