Hablar de más.

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Iba corriendo por las calles aún oscuras gracias a que el sol todavía no había salido para alcanzar el primer bus y tan solo quedaban cinco minutos. Minutos antes estaba desayunando apresurada, mi abuela no escucha muy bien el despertador que digamos. Al fin llego a la parada del bus y me pongo los audífonos, subo el volumen y pongo mi canción favorita. En un abrir y cerrar de ojos ya no estaba preocupada por el tiempo, la musica lo alivia todo. El mundo y mis problemas habían quedado atrás, pero no el bus, cuando llego a la parada, subí y pagué al chófer, encontré asiento al instante ya que mi casa queda cerca de una de las primeras paradas, por lo tanto no habían mas que 3 personas. Lo único bueno de mi vida.

Ya pasaron unas cuantas paradas aburridas y el bus solo llevaba a cuatro personas ademas de mi, lo peor es que todavía faltaba camino para llegar al insti, ahora cinco, gracias al chico de flequillo ondulado y negro que ha subido, ¡oh! vaya sorpresa, tiene el mismo uniforme de mi insti y... Nunca he visto un tío tan guapo como el, su belleza era extraña, nada típica, era bonito pero algo lo hacía feo, de todas maneras me sentía atraída. Para aumentar mi sorpresa y vergüenza, se dirige hacia el asiento de mi lado, nos miramos, sus ojos eran tan intensos, celestes, muy profundos, pero al instante aparto la mirada. ¿Tengo un grano? ¡Por favor que no! ¿Por qué me observa tanto? en cuanto miro a la ventana escucho:

-Disculpa ¿Puedo hacerte una pregunta?- ¿Me está hablando a mi? Escuché como un susurro gracias a los audífonos, me los quito. Cuando me doy vuelta a mirarlo se estaba cubriendo la cara con verguenza, no me dejaría intimidar

-Básicamente ya la has hecho, si me permites...- Vuelvo a voltear pero comienza a hablar

-Vale, entonces otra. Quiero saber ¿Las cicatrices las tienes hace mucho?- No pensé que esa fuera su pregunta, es un chico extraño.

-¿Te importa demasiado?- Digo demostrando indiferencia, cosa que no sentia para nada, este chico despertó mi interés, ¿Le preguntará eso a cada chica que vea en los buses?

-Es solo curiosidad, pero es algo tonto ya que no estan cicatrizadas.

-Vale, vale. Lo has descubierto, son recientes. - Dije tratando de jugar con el sarcasmo, pero no creo que me haya salido bien. Cuando miro a los alrededores ya había más personas.

-Lo dices como un descubrimiento extraordinario, pero no lo es- Dice riendo por lo bajo, pude notar su hermosa sonrisa, aunque el la ocultaba bajo su buzo

-Lo sé, no puedes notar mi sarcasmo

-Solo sigo tu juego

-Ajá- Dejé evidente que no creía ni una palabra

-Bien, parece que vamos al mismo insti...- Me río, ¡Es algo mucho mas que obvio!

- ¿Y eso qué? No te contaré nada de mi vida, no sé ni siquiera tu nombre- Pero quiero saberlo

-Eso es correcto, soy Isaac- Estrecha su mano hacia mi, la cual rechazo. Pero no pude dejar de ver su pulsera negra al descubierto, ponía "AC/DC"

-Vale, sigo sin conocerte

-Puedo contarte la historia de mis cicatrices si deseas cambiar ideas- Levanto la manga de su buzo rojo y efectivamente no veo ningún rastro de cicatrices- No tienes ninguna- Digo

-Las tengo, pero no lo hago a lo tradicional, las muñecas delatan- Se baja las mangas descolocadas por mi

-Ni lo digas...- Dije pensando en mi "gran" vida

-Eso me dice que tienes una historia que contar- Me mira fijamente, parece no tener vergüenza, no más, pero sigue con su muñeca en la cara.

-No tengo que contar nada, hasta que tú no lo hagas- No soy psicóloga, ni mucho menos, pero me gustaría conocerlo a el y a su historia

-Vale

- ¿Donde tienes tus cicatrices?- Miro mis manos entrelazadas, ¿Cómo voy a hablar con un completo extraño de esta forma?

-Opto por lesionarme, nada grave, pero lo necesito. Agarro cuchillas y lo paso por mis piernas o simplemente mis puños.- Eso me ha dejado algo descolocada... ¡Por Dios!

-Interesante- Sin expresión facial, sin expresión facial...

-Bien, cuéntame de tus cicatrices- Cada palabra que pronunciaba las escuchaba muy atentamente... Era tan bello e interesante, aunque debo admitir que está un poco loco

-No me contaste las razones- Solo quería evitar el tema

-Nos llevará toda la mañana si te lo cuento.- Miró para el costado, sin mirarme, como evitando mi mirada

-Necesito escucharlo, por favor- Bien, eso de no sonar interesada se fue por el caño, eres brillante ocultando tus sentimientos.

-Me has desviado, no se si por la conversación o por...-Se tocó la nuca, nervioso- No importa, dime tu nombre y por qué no te he visto en los recreos- ¿¡O por qué?! Dilo por favor!

-Me llamo Stephanie, solían llamarme Steph- Algo como mi nombre podía decirlo. No era tan grave

-Ya me has contado la mitad de tu historia, y no necesito presionarte!

-Ya basta, soy algo tonta, pero cuéntame ahora si

-Hace algunos años me han pronosticado una enfermedad, algo fuerte pero no va al caso, pensaba que sería el fin, todas las posibilidades estaban abiertas y estaba asustado, decidí tomar el mal camino y hacer lo que quería, tocar la guitarra. Consumía drogas y así. Mis padres me echaron de casa por descubrirme la coca. Desde ese día me he prometido no volver a hacer nada así, pero lesionarme se ha quedado atrás en lo de la promesa.- Se río pero sin nada de humor- Ahora vivo solo, gracias a mis padres que me dieron dinero para un departamento y pagan el insti. Yo debo ganar el dinero para la comida y las inyecciones- Eso ya ha colmado el vaso, en verdad nunca pensé que seria tan grave

-¿Y como haces para comprar comida? ¿Inyecciones? Dijiste que lo dejaste at...- Le gusta interrumpir, lo admito

-Toco la guitarra en lugares públicos, gano bastante bien, pero solo lo suficiente para la comida. Y no me inyecto mas que insulina.- ¡Parad todo! A la mierda la indiferencia, estábamos siendo honestos-E..eres, como se dice, diabético?

-Así es, pero no te sientas mal, lo llevo bastante bien...- Dice a media sonrisa

-Lo siento, en verdad, si sabía que era algo tan grave no te hubiera preguntado nada.

-Yo solo quería conocer tu historia, cuéntame de ti. Esto me entretiene-Vale eso me ofendió...Bastante. Me paré del asiento del bus y cogí mi bolso- Espera.- Dijo cogiéndome del brazo- Es solo una broma, el sarcasmo también es lo mio, siéntate-Esos ojos celestes me derretían, y mas si me miraba desde un ángulo donde podia ver su cara, pero lo cierto es que esta era nuestra parada

-No puedo, esta es nuestra parada, por si no lo notas ya hemos llegado, debemos bajar- Miró por la ventana y puso cara de sorprendido, en verdad era bonito

-¡Tienes razón!- Pronunció esas palabras mientras cogía su mochila y me miraba al mismo tiempo

-Bien, nos vemos por ahí- Dije ya desganada, me había ofendido y no solucionaría todo con solo mirarme

-Vale, pero no creas que me olvidaré de tu historia, me intrigas Steph

-Nunca he dicho que podías llamarme así- Dije y puse un pie abajo del bus, venia detrás, pero fingí no darle importancia. Di dos pasos y volteo para verlo, otra sorpresa, estaba mirándome. Muerta de vergüenza ingreso al insti por la puerta de emergencia.




Llámame StephDonde viven las historias. Descúbrelo ahora