Me acerqué a aquel chico lentamente, intentando no hacer ruido,
pensé que tal vez se asustaría si me veía de repente.Pero no fue así.
Pisé un palo seco, ese pequeño ruido hizo que aquel chico me mirara. Así pude apreciar mejor sus ojos, eran grandes, y muy bonitos. Se me quedó viendo unos minutos, pero decidí acercarme un poco más y hablarle.
- Hola - dije con un tono suave.
El chico no me respondió, solo me dió una leve sonrisa.
- ¿No puedes hablar? -.
- Si que puedo, solo no creo que esté bien que hable con un humano - hablaba bajo, pero su voz, por alguna razón, me transmitió tranquilidad.
- ¿Por qué no? - pregunté.
- Porque el rey de este mundo dice que los humanos son peligrosos y que si alguna vez vemos alguno lo matemos, y yo no quiero hacerte daño -.
Ahora lo miré con una cara de confusión ¿Quién era el rey? ¿De quién estaba hablando?
- Si no quieres hacerme daño entonces está bien, yo tampoco quiero hacerte daño - le sonreí y el también me sonrió, tenía una sonrisa hermosa.
- ¿Cual es tu nombre? - me preguntó.
- Soy Reki, Reki Kyan, ¿cuál es el tuyo? -.
Se quedó pensativo unos segundos y luego me respondió - yo soy Langa Hasegawa -.
Le sonreí de nuevo. El se bajó de la historia roca y se acercó más a mí.
- ¿Por qué estás aquí? -.
- La verdad no lo sé, me dormí y cuando desperté estaba aquí, y no se cómo volver a mi casa -.
No respondió, solo se me quedó mirando. Yo también lo miré.
- ¿Tú sabes cómo puedo volver a casa? -.
- No, tal vez haya alguna forma pero yo no la sé - apartó la mirada de mi - el único que creo que te puede ayudar a saberlo será el rey, pero no creo que el quiera ayudarte, el odia a los humanos -.
- Entiendo... -.
Pasaron los minutos y ninguno dijo ni una palabra, ambos nos quedamos mirando a la nada.
- Bueno, se está haciendo tarde, buscaré algún lugar en donde dormir - dije levantándome.
- Está bien, intenta que el rey no te vea si no quieres morir - me sonrió.
- Lo intentaré - yo también le sonreí.
Me fui a buscar algún sitio, decidí hacer una hoguera y echarme al lado de ella, ya era tarde.
- Mi madre debe de estar preocupada - después de decir esto me dormí.
Ya era por la mañana, pensé en ir al lago de Langa, pero aún era muy temprano así que iría más tarde.
Vi un manzano, así que me dispuse a intentar bajar una manzana de el. Intenté trepar, me caí. Agité el árbol, no cayó ninguna.
Estuve un rato más intentándolo, pero nada.
- ¿Necesitas ayuda? - escuché una voz y me di la vuelta.
Era un hombre alto, de pelo verde y unas orejas de elfo, tenía un cuerpo musculoso y muy ancho.
- ¿Quién eres? - le pregunté.
- Me llamo Kojiro Nanjo, pero puedes llamarme Joe - me guiñó un ojo - pasaba por aquí y te vi, parecía que necesitabas ayuda -.
Me lo quedé mirando - si, no puedo coger una manzana ¿me ayudas por favor? -.
El hombre me sonrió, se acercó al árbol y cogió una manzana, después me la dió.
- Gracias - le sonreí.
- ¿Eres un humano, cierto? -.
- Eh... si - no estaba seguro de responder, ya que ayer Langa me dijo que en este mundo los humanos eran "peligrosos".
- Está bien, no pareces una mala persona -.
Joe me dijo que fuera con el, decía que era peligroso que fuera por ahí solo, le hice caso y fui a su lado, mientras conversábamos y comía mi manzana.
Llegamos a un lago, me di una gran sorpresa ya que era el lago de Langa. Y ahí estaba el, pero no estaba el solo, también había un hombre con cabello rosa y ojos de un color amarillento.
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🐱
Renga canon.