"¡¡PUM!!"
El ruido de la bala saliendo del arma dejo el lugar inmerso en un profundo y aterrador silencio, solo el viento, que movía levemente las ramas de los árboles empujándolas contra el cristal de la ventana de la esquina era el único e imperceptible sonido que se podía percibir. Una joven mujer de unos 20 años estaba estática en su sitio, su cuerpo temblaba como gelatina y su rostro se puso pálido igual que un papel mientras el sudor se deslizaba por este. El borde de sus ojos no tardo en ponerse húmedos, para que luego varias lágrimas saladas y cálidas se escurrieran por sus mejillas maltratadas, las cuales tenían moretones y cortes frescos. En sus manos sostenía una pistola Glock G19, y esta apuntaba justamente a un hombre que ya yacía muerto en el piso tras haber sido disparado en el lado izquierdo, directamente a su corazón.
La joven sin darse cuenta el arma se deslizo de sus manos, cayendo en un estruendo contra el suelo de su sala de estar. Pero la chica ni siquiera se fijó en eso, su vista se encontraba fijamente sobre el cadáver del hombre y el cómo su sangre no tardaba en hacerse un charco alrededor de él. Ella entreabrió sus labios que temblaban al igual que sus piernas, quería gritar, escapar y volver a la casa de sus padres, pero su cuerpo no era capaz de moverse, era como si hubieran pegado sus pies al piso para que se sintieran más pesados. Estaba en shock, aterrada y asustada. Sus ojos se volvieron opacos mientras seguían derramando lágrimas. De manera lenta alejo su mirada del cuerpo y la llevo a sus manos lastimadas, "¿Qué he hecho...?" aun si sus palmas no estaban llenas de sangre, era como si ellas ya estuvieran manchadas de eso... se sentía sucia, inhumana... un monstruo.
—¡Zorra, ¿cómo te atreviste?!
La chica dio un pequeño brinco del susto al escuchar esa otra voz grave, y se dio la vuelta rápidamente hacia su segundo contrincante, quien no tardo en lanzársele encima. Ella con la poca fuerza que le quedaba lo esquivo y se alejó corriendo hacia la puerta de su casa, pero antes de poder agarrar el pomo con su mano.
"¡¡SHIMS!!"
—A-Aahg... —sus ojos se abrieron a más no poder al igual que su boca, a la vez que de esta salía un pequeño hilo de sangre por el borde de sus labios, hasta caer por su mentón.
—Esto es lo que te mereces perra... ¿Por qué no pudiste simplemente quedarte quieta? — dijo burlonamente el otro hombre, que era el cómplice del que ella había matado (no apropósito), las manos de él agarraban fuertemente un cuchillo largo y lo torció en la espalda de la joven sin dudar, hasta atravesarla por completo, la sangre no tardo en salir de su cuerpo para mancharlos a los dos y terminar goteando.
La mujer no pudo profesar ningún grito, estaba tan débil que sus rodillas comenzaron a tambalearse, ya no pudiendo llevar más su propio peso, bajo lentamente sus ojos negros hasta detenerse en la brillante punta del cuchillo manchada por su sangre "¿Aquí... voy a morir?" pensó para después caer hacia delante aun con el arma metida que el sujeto ya había soltado, pero que ni se molestó en sacárselo. Golpeo todo su cuerpo al caer de lado en un ruido sordo sobre el piso de madera. Sus sentidos comenzaron a abandonarla de a poco por lo que ya casi ni podía sentir el dolor y ni su propio ser, vio como el hombre ahora se devolvía adentro para luego tomar una bolsa negra y colgársela en el hombro, era obvio lo que quería. Robar y huir. La mujer lucho lo que pudo para no cerrar sus ojos, pero ya ni siquiera podía distinguir los sonidos y su vista no tardo en nublársele.
Antes de que el tipo pudiera conseguir su objetivo, la puerta se abrió de un estruendo, asustando al hombre que sostenía fuertemente "sus" pertenecías. Las sirenas comenzaron a sonar en todo el lugar
—¡Quieto ahí o disparare! ¡Manos arriba donde pueda verlas! — grito un oficial de policía. Tenía las manos frente a él y sostenía una pistola Sig Sauer P226 que apuntaba directamente al ladrón.
Todo pasó tan rápido que la muchacha no supo en qué momento se lo habían llevado arrestado por allanamiento de morada y por intento de asesinato. Sus ojos le pesaban y se sentía más débil, lo único que pudo sentir fue el frio del aire y eso le era insoportable al no poder darse calor a sí misma. Su mirada ya entrecerrada se fue a los brillantes ojos verdes del paramédico que le decía cosas en voz alta, pero que para ella eran incoherencias al no poder distinguir bien sus palabras, las voces se iban y ya no podía percibirlas. Aunque se dio cuenta como la levantaban y la ponían en una camilla no pudo entender nada de lo que le decía él y los demás médicos, solo sabía una cosa: estaban desesperados. Con eso concluyo que su estado era peor de lo que imaginaba. Una sonrisa triste se arqueo de sus labios y por más que lucho, no pudo evitar cerrar sus ojos negros aun con las protestas de los paramédicos. Siendo una cálida luz... quien la recibiría.
La muerte, había llegado para quitarle su vida.
*Autora: MV*
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¡Hola a todos! Espero que me haya salido bien este capítulo para ustedes... quizás es corto pero no se preocupen el próximo será un poco más largo. Dicho esto, ya está a punto de comenzar esta terrorífica historia de zombies y gente mala. ¿Lograra la protagonista sobrevivir a este mundo? Ya lo sabremos. Les deseo bellos y bendecidos días, nos vemos en el próximo capítulo.
Estrella2552 se retira. ¡Bye, bye!
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¡¿Reencarne En The Walking Dead?! ¡Pero Sobreviviré!
FanfictionMorir... es algo que no le deseo a nadie, yo morí ese día al matar al primer humano en mi vida. Las lágrimas caían de mis ojos al ver lo que hice... sintiéndome el peor monstruo que podría existir, el arma en mi mano temblaba a cada segundo mientras...