Speak Now- (SasoDei)

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"Cualquiera pensaría que Deidara Uzumaki es el hombre más afortunado del mundo, viene de una familia de elite en el sector empresarial, es un joven brillante, inteligente y demasiado atractivo, además de poseer múltiples talentos, sabe tocar demasiado bien el piano, y a su corta edad ha ganado demasiados premios, algunos lo llaman talento nato, ya que podía sacar partituras con solo escuchar sólo una vez la canción, pero ha dejado atrás sus años de pianista, para dedicarse al negocio familiar. Además de que pronto formará una familia, ya que nuestro amado rubio, a decidido casarse al fin.

Deidara es un chico refrescante, su vida es perfecta, cualquiera soñaría con tener una vida así, en especial porque su prometido es el sueño de cualquier chica o chico. Obito Uchiha es el prototipo perfecto que cualquiera quisiera  tener, no solo viene de una familia igual de importante que Deidara, el joven Uchiha  es famoso por ser un grandioso empresario que tiene visiones alocadas que casi siempre dan en el blanco y le genera aun más ganancias a su empresa.

<<Es un joven elegante, pero demasiado sensual>>, según el corazón de nuestros leyentes y para la gente demasiado noble, pues destina una buena cantidad de su dinero a varias fundaciones de caridad, las personas dicen que en dichas fundaciones conoció al rubio explosivo quien sería su verdadero amor y conquistaría su cotizado corazón. Esto además resulta totalmente beneficioso para las dos empresas familiares, ya que han sido rivales desde sus inicios, por lo que por la unión podrían dejar de competir e incluso construir un gran y nuevo imperio. La unión de ellos representa una gran alegría para las familias Uzumaki y Uchiha. Los rumores dicen que tendrán una extravagante boda secreta, aunque el compromiso se ha hecho público apenas unos días..."

Sasori aventó por un lado aquella revista idiota que se había apresurado a comprar cuando vio a su ex novio en la portada. Tomó el violín que descansaba en la repisa de alado y salió al balcón de su pequeño y viejo departamento, evitando chocar con las cajas amontonadas que tenían cosas que aún no desempacaba.

Sasori había vuelto a su ciudad natal hace apenas unos meses, después de 3 años de haberse ido. Después de llenar de brea el arco, puso en su hombro el violín y deslizo suavemente el arco con las cuerdas, y en el primer choque una melodía demasiado triste inundo todo el ambiente que le rodeaba, desquitó sus emociones de la única manera en la que sabía tocando hasta sus últimas consecuencias. Él lo ignoraba, pero llegaba profundamente a la gente que pasaba allá debajo y escuchaba el sonido deprimente del violín, provocándoles sentimientos de tristeza y nostalgia, como sólo un verdadero artista es capaz de provocar con su arte. Al final de su conclusa composición, bajo el violín, sentía húmeda su frente, a causa del sudor, y húmedas sus mejillas, a causa de sus lagrimas.

"No debí dejarte ir" pensó mientras el naranja atardecer iluminaba su balcón.

Llegó exactamente un minuto antes de la hora acordada, ya que tenía una manía con la puntualidad odiaba esperar y odiaba ser esperado, se sentó en la mesa que le habían reservado, era medio día. Unos segundos más tarde llegó una chica de cabello rosado y grandes ojos verdes, parecía demasiado entusiasmada, ella se sentó y se apresuro a sacar una libreta de su maletín.

-Hola, es un placer conocerlo en persona, realmente admiro mucho su carrera musical señor Sasori.-Su voz era dulce, pero clara, eran esa clase de personas que transmitían seguridad en si mismas.- Mi nombre es Sakura, y de nuevo debo agradecer por aceptar esta entrevista con nuestra editorial. Supe que no le gusta que lo hagan esperar, entonces comenzaré con las preguntas.

A pesar de que Sasori escuchaba perfectamente la conversación y respondía tranquilamente cada una de las preguntas, no podía dejar de pensar en lo que había leído el día anterior, apretó su puño, forzándose a seguir contestando aquellas preguntas, pero en realidad quería irse lo más pronto de ahí.