Mundo Carmesí

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Decir que su vida es una perfecta fortuna seria mencionar una estúpida mentira. El ya lo tenia demasiado claro, pese a ello acostumbraba a decirse así mismo que tenia suerte, su vida no es una de lujos, no porta un buen reloj en la muñeca o una colección de autos en su poder, o un trabajo que le permita darle algún lujito el fin de semana. Entonces ¿Qué tanta suerte había luego de mencionar esa lista?, positivismo y una decente vida, no una en la que pensaba cuando era niño, soñando con ella y detallándoselas a sus amigos o en su momento a sus padres que ahora descansan en paz, no era lo que tenia en mente pero al menos tenia un techo y el alimento necesario para llenar su estomago claro también el de su fiel mascota Pochita. Se ganaba la vida creando todo tipo de pinturas a las afueras de las recurridas calles de su ciudad, vendiendo cuadros en donde esculpió algunos paisajes producidos en su infinita imaginación o retratos de los que deseen verse pintados en el lienzo, pese a ello en estos meses no le estaba yendo muy bien, el material poco a poco se estaba llenando de polvo, limpiar tan delicadas piezas una y otra vez significaba disminuir su precio, por no decir que los jodidos dueños de restaurantes o negocios reclamaban que perjudicaban sus establecimientos, por lo que cada vez una charla con la policía se le hacia habitual, "ni que ustedes compraran la acera ,egoístas" murmuraba entre dientes Denji. Todos desde un principio le decían la misma frase de no seguir con lo que le apasionaba, o como olvidar esas sugerencias de seguir con un camino diferente, uno donde implicaba vestir de negro y con el cuello asfixiado por una cadena camuflada en tela elegante, grilletes hechos del mejor cuero y el peinado para atrás que se repita en todos esos prisioneros de trabajo, no se arrepentía de ignorar esos sueños que no le pertenecían, ahora el vestía con ese traje de preso, pero uno libre de esclavitud, esos grilletes tenían su propio estilo de muchacho loco, la cadena no le ahogaba siendo una con el mismo muchacho, despreocupado al igual de suelto, la camisa no obedecía esos lineamientos estrictos y su peinado era reconocido por sus conocidos por lo inusual que era, Denji era feliz con lo que tenia, pese a los inconvenientes que este llevaba consigo podía resolverlo, aunque tropiece torpemente se levantaba como todo un campeón.

Pero en el atardecer, donde ya la ausencia de todo publico era nula, se hacia presente el en ese concierto ubicado en el teatro vacío, en donde el pincel y el se perdían en el silencio, ahí esta, una pincelada de rojo color que mancha el pulcro lienzo, la había visto desde lo lejos. El corazón latía con frenesí en un intento de escaparse de su pecho, este mismo intentaba calmarlo llevando las manos a su caja torácica, sintiendo de esta manera lo tan perdido que se hallaba. Esa torbellino rojizo que le volvía demente se hallaba lejos, pero demasiado cerca para poder alocarlo, un enigma era el porque su mirada se encontraba perdida, solitaria al igual que el, quizás tal vez "melancólica" era lo que creía de como se sentía, solo conocía esa faceta en los meses que siempre acostumbraba a verla, reflejaba pues el ese sentimiento bajo el albo lienzo, no solo era uno de entre muchos pero esa única faceta de la dama le provocaba el similar sentimiento de un gran carrusel en un día con un arcoíris de infinitos colores. La mano no pintaba y el pincel no guiaba al chico, mas solo el corazón y el mirar a la chica pelirroja eran los responsable de esa majestuosa experiencia.

No se comparaba a las otras mujeres que vestían con prendas cortas, ni tampoco el maquillaje hablaba por su belleza como esas féminas de actitud hueca cual coco veraniego, no podía decir tampoco que tenia un buen cuerpo debido a las prendas que hacían de imposible algún sueño perverso, en donde sus cuerpos sean uno con el otro, no, no la buscaba solo para tener ese pensamiento pecador, el problema es que la tenia tan lejos de el, tampoco la quería por tener esa primera vez con alguien especial, ni mucho menos por presumir de una hazaña tan básica, el problema es que teme perderle para siempre, así que ¿como?, como poder reclamar algo que se le es tan prohibido, como besar esos labios a los que nunca hablo, ¿Cuál es la manera de poder tenerla en sus brazos? Si se le es tan prohibido, ¿Cómo romper esas cadenas de la que ella le tiene atado?

Como nunca odiaba aquello, el verdadero problema que tenia miedo de resolver, dignarse a siquiera pronunciar palabra alguna, o el de poder dar la primera maldita pisada, entrando siquiera en su campo de visión que le es prohibido como el mayor de los pecados infernales, si es que quisiera afrontar ese tentativo pecado, de inmediato quisiera poder ir al infierno a causa de ello. Hoy su palpitar parecía más inusual que de costumbre, obligando a este caer de repente al pavimento, ocasionando un escandalo que hacia un eco audible para ambos, solo un rápido vistazo hacia ello le hizo caer en cuenta que ahora ella se enteraba de su presencia quizás por primera vez, ¿se lo merecía?.

Era como un ángel, uno de alas de negro color y aureola tan rota como el, en un mundo tan podrido, ¿Cómo ese ser ideal le hacia llorar cual niño? y para ella, quizás soy un maldito raro, no pertenezco a ese mundo ideal con ella, por eso pierdo el control en esta locura llamada amor, por ello también quiero ser un ángel, y para ti seré mas que un raro a tu lado, pero sigo sin pertenecer a tu mundo, debido a ello lloro, grito tu nombre desconocido desde lo profundo de algo que esta apunto de explotar, y nuevamente me pregunto, ¿Qué mierda hago yo aquí?

Ella se acerca en lugares que no pude verla, y ahora mi mirada nuevamente pierde el control, mi cuerpo y alma se sienten tan raros, ¿acaso es ese sueño?, ese tacto tan especial que me era desconocido, extrañamente se siente tan imposible que sea real,¿ esos aromas me son permitidos ahora?, y por fin quizás se dio cuenta. ¿Ahora me siento especial?, ¿ella acaso sabrá quien mierda soy?, sabrá que no soy un ángel tan roto y a la vez pulcro como ella. Y si lo sabe ¿Cuál será mi   cruel destino?, no importa el garrafal resultado que me acompañe, porque ahora unas melodías angelicales invaden mi mente y, se repiten dentro de mi, creando un bello lugar en donde ella es la dueña de este concierto en un teatro que ya no es vacío, donde yo soy el espectador y ella es una cantante en mi mente, un ángel de largo vestido negro que le llegan mas allá de sus pálidas piernas desnudas, el bello carmesí revolotea en su cara, el brillor de sus ojos son tan únicos que los confundes con los rayos del sol, solo que estos son tan dulces a la vez que cálidos, se me acerca y toma de mis manos en este mundo ficticio que construí, donde nuevamente lo digo, yo soy quizás uno de esos de los miles de esclavos a la espera de ser azotados, y ella el inusual ángel de alas negras y mirada única que provoca morir por ella en un mundo que no la merece, uno en donde también se me es prohibido de tomar del fruto maldito, del fruto que ansió poder tomar para pecar de ella.

Pero ahora salgo de ese invento irreal mío pero a la vez siento que es lo mas parecido a la realidad. Ya que a pesar de entrar al mundo real puedo decir con mis sentidos en si, que no es una locura de manicomio, es lo mas real, ya que ahora esa señorita puede compartir espacio conmigo, siento el frio de su tacto en mis muñecas, puedo percibir el olor natural que ella desprende pero sobre todo tengo la dicha de...

-¿Estas bien?

Corto pero fugaz para mi.

-¿Puedes abrazarme?

Pude por fin escuchar su voz.


Lienzo rojo-Makima x DenjiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora