adaptación | Taehyung tiene 35 años, es asquerosamente rico y más solitario que un cactus en el desierto, se podría decir que seco e igual de caliente también.
Jungkook se metió en un problema a causa de una borrachera y su mejor amigo de cabellos r...
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Taehyung suspiró mientras abría la boca y tomaba una pastilla con un par de buches de agua. Tenía sus manos aún entumecidas, varias marcas estaban en sus muñecas e iban a su antebrazo.
Sus caderas y trasero dolía como el infierno, ni qué decir de su pobre coño, le dolía hasta cuándo se pasaba un poco de papel suave para limpiarse después de ir al baño.
Pero, el Omega amaba sentirse así. Su piel dolorida solo era el recuerdo de esa noche ardiente, Taehyung adoraba el recuerdo que traía cada pequeño dolor de su piel o las marcas en ella. Aunque, no podría mostrar eso en público, pues no quería que los demás pensaran que le ocurrió algo grave o sufría con un novio secreto y abusivo.
Esa fue la razón por la cual llegó con un bello traje a su oficina, generalmente usaba ropa femenina de empresaria, faldas entubadas y sacos de manga corta.
Pero ese lunes decidió llevar un traje coqueto, camisa blanca manga larga, un chaleco verde, guantes blancos y pantalones de un verde más oscuro que su chaleco.
Taehyung suspiró de nuevo y caminó despacio hacia su ascensor, Jin se había ido hace como media hora después de sacarle todo el jugo completo de lo que hizo el sábado. Estaba seguro que ese día buscaría una niñera para "pasar tiempo de calidad" con su esposo.
De alguna forma le enorgullece que piense en buscar las bolas chinas por internet y encargarlas, pero esperaba que las cosas no se le fueran a salir de las manos cuando las usará.
Pero dejando todo eso de lado, el omega debía de concentrarse en su trabajo, debía de tener supervisado el avance de su nueva línea y aparte de estar en algunas reuniones con posibles inversionistas.
Todo iba en viento en popa, también tenía que pasar por el área en el cual JongIn estaría recibiendo a los pasantes, les daría algunas palabras de ánimo y vería qué visión tenían para su futuro laboral. La mayoría que llegaba allí buscaban experiencias para poner en sus currículum y conseguir un buen puesto de trabajo apenas salieran de la universidad.
Muchos de los trabajadores que estaban en su empresa la mayoría fue pasante allí alguna vez, y espera que las cosas sigan saliendo así. Cuando salió del ascensor fue hacia el pasillo que daba a la sala de costuras, allí estaban muchos de sus trabajadores casi lleno de telas hasta el cuello, aún así, el ambiente era ligero, podía escucharlos hablar entre ellos y reír de vez en cuando.
Miró como algunos estaban colocando prendas en los maniquíes para ver si las medidas eran correctas según las diferentes tallas. Taehyung paseó su vista por el lugar y decidió no interrumpir nada, fue hasta el puesto de registro y notó que habían unos doscientos conjuntos ya listos.
El castaño había empezado la marcha para la nueva línea apenas esa mañana, mirando la hora notó que eran las doce. A veces se sorprendía la rapidez con la que podían hacer las cosas sus empleados, pero la costumbre y el tiempo de experiencia podía hacer magia. Hizo una nota mental para hacerles obsequios al terminar el proyecto.
