CAPÍTULO 6

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Cap 6.

Mientras la noche avanzaba y el frío era cada vez más fuerte, los oficiales llevaron a los nuevos reclutas a unas habitaciones totalmente asquerosas y repugnantes, aunque Jungkook acostumbraba a vivir en un ambiente no más cómodo que ese, sentía indignación al ver donde tendría que descansar el resto de los días.

Mientras caminaban por los pasillos dentro del reino, Jungkook miraba desconcertado todo su alrededor. Podía ver que todos demostraban mucha lealtad hacia el rey. Podía ver también que todos se encontraban en excelente condición física.

–Tú te quedarás aquí – dijo uno de los hombres a Jungkook–. Jungkook penetró con sus ojos cada rincón de la habitación e hizo un gesto de desagrado.

–Es mejor que la mía– dijo el hombre de al lado–. Jungkook lo vio e inmediatamente entró.

–coronel, ya todos están preparados para iniciar mañana temprano. Se escuchaba al fondo unas voces temblorosas.

Sin darse cuenta, Jungkook volteó y frente a él había alguien, alto, en forma y con una presencia tal, que parecía que era todo un galán.

–Debe ser Lee Jungkook –dijo Namjoon.

–Así es, señor. Él fue el tonto que intentó escapar de su majestad Kim. No sabía que era el rey, es todo un idiota.

Jungkook volteó su mirada con desagrado y no dijo nada.

–¡SEÑOR! –dijeron algunos de los hombres que se encontraban ahí. Taehyung había bajado para ver a los nuevos oficiales que le servirían, procedió penetrando con sus ojos cada rincón de las habitaciones. Pudo notar que eran más pequeñas de lo que recordaba, pues sólo tenían espacio para una o dos camas. Se dirigió donde estaba el coronel y se dio cuenta de quien estaba justo frente a él.

–¡Tú! –dijo sorprendido, mientras que Jungkook hizo reverencia y le miró de pies a cabeza juzgándole por completo. A lo que le respondió regresándole la mirada y viéndose ambos fijamente a los ojos por unos cuantos segundos

–Creo que ya será hora de que descansen– dijo uno de los hombres tratando de aliviar la tensión, así que todos procedieron a dormir y Taehyung subió a su habitación.

Jungkook había llamado la atención del rey, notaba algo en él y no sabía si bueno o malo o si era intriga o sospecha.

Mentir es fácil, pero cuando tu vida depende de ello puede que tu cuerpo reaccione y la frustración por que te descubran puede delatarte. Jungkook era totalmente informal y sin duda su majestad había notado cierta belleza en aquel espíritu libre o quizá, envidia.

...

Mientras tomaba una taza de té, observaba el exterior desde aquella gigante ventana que se encontraba en su sala de estar, aunque lucía pacifico, su interior se encontraba en un dilema. No dejaba de pensar y repetir en su cabeza las palabras de su madre, aquellas que le recordaban cada segundo que debía casarse y tener herederos. Él sabía que no estaba listo para tal cosa, sentía que era más fácil cuidar de decenares de personas, que tan sólo de dos o tres.

Su vida se basaba en lo que le hiciera sentir mejor a los demás, pero sin duda trataba de ocultarlo, parecía que todo el tiempo no pensaba en nada más que él mismo, pero era todo lo contrario, en su corazón anhelaba que todos vivieran felices y satisfechos, pero no podemos lograr eso, al menos no todo el tiempo, pero no somos culpables de ello.

–Hijo, la próxima semana es el baile– dijo su madre mientras recién entraba a la habitación.

–Lo sé, madre, creo que lo noté por todas las decoraciones que hay en el salón principal y tus sirvientes dando vuelta tras vuelta.

–Bien, que bueno que lo sepas porque vas a asistir, no vas a huir esta vez, eres el anfitrión. Gente importante va a venir así que espero que tu frágil reputación y tu vida social se lleven de la mano– Dijo mientras dejaba la habitación con una salida triunfal después de lograr persuadir a su hijo.

A medida que pasaba el día, los deberes de Taehyung eran nada más que planificar sus semanas, enviar cartas a sus socios, revisar cuentas, pagar deudas, rechazar prestamos de la mayoría de los ciudadanos y por supuesto, en alguna ocasión leer las cartas que sus amistades le enviaban a menudo.

...

Servirle a la familia real no era sólo un privilegio para algunos, sino también una oportunidad para poner su cuerpo en forma y llamar la atención de bellas damas.

Jungkook llevaba tan sólo unos días y su facilidad de encajar había sorprendido a la mayoría. Era excelente en el arco, podía usar armas sin ningún problema y era dichoso de una excelente resistencia que hacía ganarles a los demás.

Les gustaba salir de caza de vez en cuando. Cerca del palacio se encontraba un lago que era frecuentado por personas de la alta, que llegaban de visita al reino; aún así los reclutas se las arreglaban para cazar sin problema alguno por al menos un par de horas.

Jungkook por su parte, había sido persuadido por algunos de los hombres. Le dijeron que cazarían y, además, compartirían el banquete. Se encontraban en una paz plena que les regalaba el lago, el buen clima y el césped húmedo.

Después de un rato sin haber cazado ningún animal, se encontraban descansando a la orilla del lago mientras unos se recostaban en el césped, Jungkook parecía muy inquieto.

–¡Qué molesto! todo es demasiado aburrido, quiero un reto más grande– dijo Jungkook eufórico.

–Realmente eres bueno, pensé que serías un debilucho como los demás–dijo uno de los hombres.

–Entonces esas son buenas noticias– añadió Taehyung que montaba su caballo y parecía estar molesto al verlos en los exteriores descansando sin vergüenza alguna.

–Majestad, buenos días. No sabíamos que tendríamos el honor de su presencia este día.

–Yo no sabía que yo tendría el honor de encontrármelos aquí hoy. Largo de aquí– dijo, mientras todos obedecieron y se fueron lo más rápido que pudieron.

Jungkook se fue junto con los demás, parecía que habían visto un fantasma, su piel estaba pálida y se apresuraron a llegar al palacio con el resto de los reclutas.

Taehyung evitaba concentrar su mirada en una sola persona, pues quería convencerse a sí mismo que Jungkook no era la razón por la que él había llegado.

La Profecía Jeon | TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora