FUCK ME IN THE MUSEUM

— Vamos a cumplir dos años de novios, Joon-ah, ¿a dónde te gustaría ir? — preguntó el mayor.

— ¿No tienes nada planeado, Hoba? — dejó su libro de lado y volteó a ver a su novio.

El mayor sonrió y respiró lentamente.

— Claro que sí, mi amor, pero es sorpresa.

— Bien— se levantó del sillón —, iré a arreglarme, tienes media hora para idear a dónde me llevarás, Jung.

— Espera — Ho lo detuvo —, ¿tú ya sabes qué darme? — el menor asintió.

— Dos cosas en realidad, pero una de ellas esperará hasta la noche — guiñó su ojo antes de darse la vuelta.

Esperó pacientemente a que su novio entrara al baño y se levantó rápido del suelo, prefería sentarse ahí que, en el suave sillón, y caminó hacia su habitación.

Abrió cajones para sacar su ropa y la de Kim, y se fue corriendo al baño. Abrió la puerta lentamente y encontrado los espejos levemente pañosos.

— ¿Crees que-?

— ¡Maldita sea, Jung HoSeok, me asustaste!

El mencionado rio levemente — ¿Crees que haya lugar para mí?

...

La pareja estaba en el auto con música del momento de fondo, hablaban animadamente y de vez en cuando cantaban.

— ¿Ya mero llegamos? — preguntó el menor.

— Nop —contestó con una sonrisa.

— Al menos dime a dónde vamos, llevo con los ojos cubiertos desde que salimos del departamento, y esto no se siente bien.

— ¿Por qué? ¿Te sientes excitado?

El más alto rio entre dientes. — Hoba.

— Es una sorpresa — tomó su mano izquierda y entrelazó los dedos —. Te encantará estoy seguro, mi príncipe — acercó el dorso de la mano contraria y dejó un pequeño beso en ella.

Había mucho tráfico, pero los dos estaban calmados, la presencia de uno relajaba al otro.

Namjoon y Hoseok, dos chicos que se conocieron a los dieciocho en la Universidad Nacional de Artes de Corea, Namjoon en el área de Artes Visuales y Hoseok en el área de Danza.

No coincidían en ninguna clase, pero un día los dos iban a clases tarde, uno iba con un lienzo sin secar y el otro iba vestido de blanco para una pequeña presentación. Ambos chocaron.

— Lo lamentó, terminé la pintura hace media hora, pensé que se había terminado de secar — miró al mayor de abajo hacia arriba — supongo que el plan era venir todo de blanco — sonrió avergonzado.

Hoseok estaba haciendo lo posible por no mirar mal al chico frente a él, tenía tantas ganas de mirarlo con desprecio, pero vamos, es Jung Hoseok, una persona que siempre se la pasa sonriendo.

— Sí, ese era el plan — sonrió tenso —, presentaré un baile frente a un coreógrafo realmente exigente, nos encargó venir de blanco.

— Oh, ya veo... ¿cuánto falta para tu clase?

Hoseok revisó su reloj, suspirando contestó; — Veinte minutos.

El menor asintió haciendo cálculos mentales de forma rápida.

— Si nos apuramos podemos llegar al edificio de A.V., ahí tengo una playera totalmente blanca, y tal vez te quede.

Hoseok sintió que el alma le regresaba. — Vamos.