Amante

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Llevaban 4 años escondiendo su relación, el esposo de Mark empezaba a sospechar; poco a poco Mark dejo de ver a Haechan como un simple amante, y cada vez más veía a su esposo como un desconocido, no solo en las sabanas eran felices, ellos tenían eso que muchos no podían tener y era ese amor que muchos dejaban de sentir según el tiempo o las circunstancias, entre otras estupideces, según Hae.

Hae ya estaba harto de esconder su hermosa relación y que Mark siguiera si quiera mirándole la cara a su esposo; así que un día le preparo una gran velada a jeno, el trapo sucio de su novio, ¿no?. Jeno conocía de sobra a Hae, pues este se paseaba cada fin de semana por su casa, claro,  esto las ultimas semanas que se quería hacer notar, Mark estaba al corriente de todo esto, no le importaba, con tal de que su amorcito no saliera dañado.

El plan de Hae era colarse en la casa de Jeno y hacer que este se diera cuenta que su esposo simplemente no lo quería, ya que este simplemente no se daba cuenta por si solo, Mark ni lo tocaba ni le hablaba como antes.

Jeno estaba seguro de algo, Mark tenía un amante, pero no sabía que este era su secretario, jeno quería mucho a Hae, eso ellos lo sabían, eso le iba a doler mucho solo uno de los tres.

Entonces paso, Jeno entro al cuarto, justo ese día llego temprano, eso ya lo sabían ellos, las luces apagadas y una ventana, que dejaba ver con la luz natural que entraba a la habitación, el cruel engaño de su marido hacia él. La infidelidad era algo que Jeno siempre repudió con todo su ser, no sabía que hacer y simplemente se quedó parado en la puerta de esa pequeña habitación en donde ahora eran solo dos personas las que disfrutaban de ese momento.

Era algo desastroso solo para uno, Hae volteo a verlo y no se bajó del regazo de su marido, Mark lo vio y tampoco detuvo a su secretario, jeno simplemente salió corriendo con lágrimas en los ojos a la casa de su mejor amigo Na Jaemin.

Mark y Haechan simple siguieron cojiendo tan rico como lo hacían.

El pelinegro agarro de las caderas del castaño y siguió embistiendo con demasiado entusiasmo, no podrán imaginar lo delicioso que sentían los dos al amarse y al hacer el amor.

Ahora Haechan estaba feliz, aparte de que estaba siendo cogido bruscamente por el amor de su vida, ahora este ya no tenía un esposo o bueno él dudaba que Jeno quiera volver con Mark para arreglar las cosas, aunque tampoco era que Mark aceptaría.

Obvio se sintió un poco mal por Jeno, era su "amigo", pero que rico lo cogía su esposo, con ese pene tan venudo, grande y gordo; Haechan no tuvo la culpa de haberse enamorado de un hombre casado, pero Mark siempre se veía tan apetecible sentado en su oficina con ese traje negro, pantalones que le quedaban espectaculares, ni que decir cuando entraba y lo veía desalojando su corbata, demasiado excitante para la joven alma del castaño.

Todo comenzó cuando de "casualidad" se restregó con Mark en el elevador lleno de personas que lo "empujaban" hacia el pelinegro, lo detuvo sosteniéndolo de la cintura y dejándolo tan cerca de su cuerpo; Mark estaba pasando por el momento más difícil de su matrimonio, en donde ya no sentía casi nada por Jeno. Al bajarse todos del elevador Mark acorraló a ese joven que había empezado a trabajar hace unos cuantos meses como su secretario, lo empezó a besar y al detenerse el elevador bajaron para que el pelinegro comenzará a jalar rápidamente a este hacia su oficina y se lo comenzará a comer, tanto como solo desde que lo vió; ustedes entienden que Haechan se dejó comer por el hombre más delicioso? Creo que nadie entendería esa relación tan rara, pero ellos se amaban mucho antes de coger en ese "accidente".

Haechan era un joven de 20 años cuando comenzó a trabajar en las oficinas de MKs como el secretario del dueño de la empresa, o sea Mark, el castaño era tan hermoso, como el beso del sol en tu piel, que te dejaba tan calido al estar cerca. Moreno de 1.60 con grandes metas para que se la metan (okay no)

Volvemos a la actualidad.

Ya Hae se había corrido como 5 veces, ya no salía nada de su pene, pero Mark seguía penetrando su culo tan fuertemente que Dong pensaba que se le salía el alma.

Y es que según le decía Mark él apretaba tan delicioso, que aún así se lo follara todos los día seguiría tan suave y apretado para el pene del castaño.

Mark se corrió adentro de él ya por cuarta vez, hasta le orino dentro, era algo que a los dos les prendía, se besaron y se separaron para ir juntos a llenar la tina y meterse juntos para comenzar a darse mimos.

Jeno no importaba, no importaba nada realmente, ellos se amaban, nadie los pararía.

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⏰ Última actualización: Apr 17 ⏰

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