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CÁPITULO 1

-Rodrigo. ¿Ya acabaste?

Iván preguntó al ver al pequeño muy entretenido en el piso con algo armando en sus manos de lo cual él no tenía ni idea. Estaba muy aburrido y tenía ganas de ver películas con Rodrigo o de hacerle cariñitos un rato, pero Rodrigo ya llevaba un buen rato con lo que sea que estuviera haciendo que no hacía caso a los llamados de Iván.

-Rodrigo. – volvió a llamar

-Voy, voy... ya casi término

Rodrigo se mordió el labio, calculando bien la pequeña perla de plástico azul en el hilo blanco dentro del agujero. Cuando termino, sonrió y se levantó corriendo para sentarse sobre las piernas de Iván, el cual estaba sobre la cama del pequeño.

-Mira Ivi... que bonitas pulseras he hecho – Dijo con una sonrisa alegre mostrando sus dientes. Sujeto ambas pulseras de color azul sobre sus deditos frente a la vista de Iván.

El pelinegro apretó sus labios con incomodidad y sujetó las caderas del castaño para que se detuviera.

-Bonito... no hagas eso, por favor -Dijo tratando de no mostrarse nervioso.

Rodrigo no le tomó importancia y quitó la pulsera que Iván tenía en su mano para ponerla él mismo en su muñeca derecha. Hizo lo mismo con la otra pulsera, pero ahora poniéndola en la suya.

-Listo... – susurró con una pequeña sonrisa y entrelazó su mano con la de Iván haciendo que el dorso de este quedara frente a su rostro y el suyo frente al del pelinegro- ahora, tienes que besar mi mano y yo la tuya para sellar nuestra amistad, Ivi.

Rodrigo lo miró ansioso, esperando a que dijera algo al respecto. Pero algo, muy en el fondo de Iván dolió al oír decir a Rodrigo la palabra "amistad" entre ellos dos.

- ¿Ivi? – Preguntó al ver que Iván se había quedado con la vista perdida un momento.

-Perdón, me quede pensando en otra cosa... -volvió a sonreír y miro su mano entrelazada con la de Rodrigo- entonces ¿yo beso tu dorso y tú el mío y así nuestra amistad estará sellada para siempre?

-Sí, pero lo que representa nuestra amistad son las pulseras, Ivi, no lo olvides.

- ¿Entonces todo este tiempo te la pasaste haciendo estas pulseras para nosotros? -Dijo enternecido y apretó una mejilla de Rodrigo con su otra mano haciendo que se sonrojara.

-S-sí... -Bajó su mirada apenado.

-Ay! que niño tan más tierno, si hubiera sabido que estabas haciendo esto para nosotros, no te hubiera molestado tanto durante estas dos horas.

Rodrigo río bajito y levanto su vista concentrándose esta vez en lo que quería hacer.

-Bueno... pero ya, Iván, hagámoslo porque diré unas palabras.

Iván río e imito las acciones del castaño. Se fue acercando, lentamente al dorso de la mano del pequeño y cuando sintió los labios contrarios en su piel, una corriente eléctrica recorrió por todo su cuerpo haciéndolo removerse un poco en su lugar inconscientemente. Pegó con sumo cuidado sus labios en la manita de Rodrigo y en verdad quería tenerlo así por un largo tiempo para observar detenidamente su lindo rostro, pero Rodrigo se despegó antes de tiempo que no pudo disfrutarlo como hubiera querido. Iván dio un suspiro discreto sintiendo un sentimiento extraño en su pecho al ya no sentir la cercanía del castaño como hace unos segundos.

-Bien...- Rodrigo jugó con la nueva pulsera que estaba en su muñeca y comenzó a hablar en un tono apenas audible para Iván- y-yo... estaré contigo en las b-buenas y en las malas por siempre, Ivi. Nunca te dejaré, quiero que seas mi mejor amigo para toda la vida... p-porque yo... te quiero mucho...

Y tomando por sorpresa al pelinegro, se abalanzo sobre él rodeando su cuello con sus brazos y acurrucándose sobre su hombro y cuello. Rodrigo sentía su rostro quemar de la vergüenza por las palabras que había dicho, no quería ver a Iván a los ojos.

-Rodrigo... -Iván susurró acariciando el cabello de Rodrigo y sintió como su propio corazón se aceleraba con unas simples palabras provenientes del lindo niño.

-No, Ivi... que vergüenza... n-no quiero que me veas.

- ¿Por qué? Te viste tan adorable diciéndome eso... nunca me habías dicho que me querías...

-Lo sé... por eso pensé que este era un buen momento... y-yo te quiero mucho Ivi...

Rodrigo estrujo más entre sus brazos a Iván al decir eso ultimo y recargo su mejilla sobre el hombro de este sintiéndose más apenado que antes. Iván internamente estaba gritando de felicidad al oírlo y decir que lo quería mucho, sin duda alguna eso hizo que millones de sentimientos alegres fueran a parar directo a su corazón haciéndolo bombear con alegría.

-Yo también te quiero mucho, Rodrigo y siempre estaré para ti, nunca lo dudes...

Iván entrelazó sus brazos en la espalda de Rodrigo y hundió su nariz en la cabellera castaña de este, aspirando su rico aroma.

"Huele como un bebé" Pensó.

Rodrigo dio una última sonrisa así mismo al haber escuchado las palabras de Iván y cerro sus ojos queriendo dormir entre los brazos que lo rodeaban. Por esa noche, no pensaba mantener más contacto visual con el de rizos, aun la vergüenza lo invadía.

Iván decidió quedarse esa noche ya que la madre de Rodrigo no llegaría hasta la mañana siguiente y si tiene suerte, despertaría antes de tiempo para no ser descubierto. Aunque si lo descubría, no habría problema, la señora le tenía demasiada confianza como para pensar algo sobre él.

Un punto para Iván en este caso porque así podría dormir entre las cobijas junto con el niño de ojos bonitos.

༺𝓒𝓾𝓽𝓮-𝓑𝓸𝔂༻ 𝓪𝓭𝓪𝓹𝓽𝓪𝓬𝓲𝓸́𝓷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora