Desperté por la voz de mi madre que intentaba hacer que me levantara.
- ¡Vamos!, ¡Levántate! – gritó ésta vez, y movió mi hombro bruscamente.
Linda manera de comenzar el día.
- ¡Soy adoptada! – grité despertando.
No lo había querido decir. Abrí mis ojos enormemente y vi que ella tenía la misma expresión.
- ¿Qué? – preguntó asustada.
- Es que... es que... que... ¡Soñé con eso!, ¡Sí!, soñé con eso – le di una sonrisa radiante y demasiado rápida.
- De acuerdo... levántate, debes ir a la escuela.
Mis ojos los sentía pesados y había algo que me hacía tenerlos pegados.
- No iré – le dije – me siento muy mal – me excusé.
- ¿Te sientes mal?, ¿Por qué? – preguntó.
- Porque... estoy resfriada – comencé a toser falsamente.
- Claro, y comienzas a toser mágicamente justo ahora pero no antes ni ayer – rodeó los ojos – inventa algo mejor, April – rodee los ojos yo estaba vez.
- Es que me duele es estómago, mamá – inventé algo mejor, y ésta vez me miró fijamente.
- A ver, ¿Por qué no quieres ir a la escuela? – preguntó preocupada y se sentó en el borde de mi cama. – Espera... ¿Te están haciendo bullying por tus piernas flacas que parecer de pollo? – me miró con sus ojos abiertos y con preocupación reflejada en su rostro.
- ¡Mamá! – me quejé. – ¡Es bullying me lo estás haciendo tú ahora mismo! – suspiró.
- Lo siento, es que deberías tener más pierna, estás muy flaca y...
- Ya, no quiero ir porque me quedé dormida muy tarde ayer.
Y sí, lo confesé porque ya saben, era Leal, y aunque intenté, no pude mentir.
- Bien, bien, bien. ¿Sabes por qué no te regañaré? – preguntó y negué con mi cabeza, muy extrañada.
- ¡Porque hoy es tu cumpleaños! – sonrió y me abrazó.
La miré extrañada.
O no... ¡Hoy era mi cumpleaños!
¡Y lo había olvidado!
¡Yo misma lo había olvidado!
¿Qué estaba pasando conmigo misma, Dios mío?
- ¿Es mi cumpleaños? – articulé confundida.
- ¡Sí! – asintió emocionada, hoy te haré una fiesta con tus amigos, además West también está de cumpleaños – me dedicó una feliz sonrisa de boca cerrada.
Desvié mi mirada hacia abajo cuando me acordé del día anterior.
- ¿Lo invitarás o qué? – pregunté.
- ¡Claro que sí!, ¡Es tu amigo!, sería muy feo que no lo invite.
Suspiré.
A mi madre le amaba crear eventos grandes, y bueno, quizás era porque ella trabajaba en eso, creando y organizando eventos.
ESTÁS LEYENDO
Leales
Novela JuvenilLeal, no normal. Leal: Locamente Enamorado, Anormal, Leal. Los Leales, eran una familia. Casi como si fuera un apellido, obviamente, porque los apellidos o al menos los sustantivos propios siempre comienzan en letra mayúscula. Los Leales, eran una r...