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Era lunes a las 12 del medio día bajo la pepa de sol en maracay, ahí en la parada se encontraba nuestro protagonista: Jeongin Alejandro. Llevaba desde las 11 esperando una camioneta decente para el terminal por qué las últimas que habían pasado estaban era hasta el culo, de vaina que no se volteaban al cruzar.

Naguevona es que yo me voy es a morir aquí disecado será — Jeongin ya estaba harto de esperar, pero que era eso de irse guindando en la puerta, no miamor. Aunque, el hambre ya le empezaba a pasar factura de las 4 camionetas que había dejado pasar. Otro beta era que la parada estaba full de gente, se iba a tener que entrar a coñazos para montarse y ver si encuentra puesto.

Entonces el fiscal de la parada dijo: — Miren mis estimados, las camionetas se fueron a echar gasoil hasta las 3, así que estas que viene son las últimas hasta esa hora.

El coño de la madre— gritó Jeongin para sus adentros y ni tan adentros— bueno papi será ponerte las pilas y el bolso pa'lante

Sin más cuento, llegó la camioneta con merengue de los 80 a todo dar. Iba regular de pasajeros, pero jay papá, media Maracay en esa parada bendito dios, esa camioneta iba a llegar a rastras para el terminal. Jeongin como pudo empujó a Raimundo y todo el mundo pa' meterse en esa vaina de primero, ni las viejitas se salvaron, pero no contaba con que el karma trabajaba así de rápido, un chamo altísimo con tremenda peluca le ha metido un coñazo y le robó el puesto que ya había visualizado.

Bueno pero es el colmo, que coño te pasa trimardito mamaguevo care'jeva parate de esa vaina— Jeongin estaba era arrecho y no creía era ni en la chinita

Ah pues chamo que fué, yo ví el puesto y me senté, allá tu que eres sendo lento— el pelucón tampoco se andaba con vainas, pero si el era picado, Jeongin era picadisimo

Mira sabes cómo es la vaina, yo llevo una hora bajo la mardita pepa de sol, dejé pasar cuatro camionetas y cargo es un hambre del demonio, si te quieres echar coñazos me dices de una vez — ahí estaban dos mariquitos promedio peleándose por un puesto en una camioneta con Wilfrido Vargas de fondo, hasta que el colector pidió el favor a un caballero para que le ceda el puesto a la chama que se montó con una bebé.

Como el pelucón tambien era medio salado, pues le tocó a el ser el amable caballero, que si por el fuera, la chama se iba guindando en la puerta y la carajita en el techo, pero bueno, hay que ser el buen ciudadano, por qué recuerda que los venezolanos somos lo que queremos guiño

esa camioneta quedó full, y pa buena vaina quedaron Jeongin y el pelucón arrecochinados como quien no quiere la cosa, Jeongin iba era rojito, no se si era de la arrechera o por otra cosa, ya que después de procesar medio la vaina, el pelucón estaba era papi oyó, pero estar papi no mata el ser un aparente mamaguevo, aunque claro, de bolas que el hubiera hecho lo mismo.

Mientras los pensamientos de Jeongin daban mil vueltas, y el trayecto al terminal parecía infinito, ese bus cayó en tremendo hueco, provocando que Jeongin se cayera aplastando al pelucón que tenía atrás con ajena de fondo

Dejaste que de ti me enamorara, y me acostumbrara solamente a tu cariño...

Naguara chamo será que tu comes piedras, me caiste en todo el pie— y nuevamente otra vez de nuevo, esa boquita no tan linda no repara ese nivel de odiosura

Cálmate chupetica de ajo, eso se llama karma— por alguna razón le gusta meter cizaña, cizañas que siempre terminan a coñazos, coñazos que da su pana el beomgyu, pero beomgyu no iba en la camioneta así que, si al pelucón le daba la gana de meterle un pepazo iba a quedar pegao' ahí

Yo chupeta de nadie soy— contestó el tonto

Mírate bien en el espejo papi por que eres igualito a una, flaco y cabezón — respondió retonto

4 camionetas antes de ti [Hyunin] One Shot Donde viven las historias. Descúbrelo ahora