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Lee Félix se levantó del suelo y se sacudió el polvo. Luego se apresuró, cerca de Hyunjin y lo tomó del cuello de la camisa azul que vestía, de forma elegante.

- ¿Qué fue lo que le dijiste a tu madre?

- Perdona, no se me ocurrió nada más. Tienes que ayudarme - Hwang casi rogó. Se pondría de rodillas si fuera necesario- Es sólo una pequeña mentira. Una vez, que a mi mamá se le pase el capricho, podemos desmentirlo.

- No quiero, no te ayudaré en esto.

Hyunjin sacó el disco que guardo, del bolsillo de su gabardina y lo puso entre él y Félix. El mayor soltó a su amigo y tomó el objeto entre sus manos, con los ojos brillantes y emocionado

- ¿Para mí? - Preguntó como un niño pequeño y el menor suspiró, un poco más relajado.

- por supuesto, es para ti.

Félix sonrió y luego esa sonrisa murió convirtiéndose en una plana y nada divertida. Aventó el disco en el suelo, eso no era algo que se le hiciera a un disco de Red Velvet. La acción podría considerarse, casi un sacrilegio, su justificación era: estaba muy molesto con Hyunjin.

- ¿Crees que con eso vas a convencerme? - Dijo de mala gana- Puedo compararme diez versiones del mismo disco por puro gusto; además ese, ya lo tengo. No vas a convencerme - se cruzó de brazos negando con la cabeza.

Entonces a Hyunjin no le quedo de otra que ponerse de rodillas, frente a su amigo.

- Es mi única oportunidad. Haré lo que sea si me ayudas. No puedes dejarme solo, eres mi mejor amigo.

- ¿Lo que sea? - Preguntó Félix, con una sonrisa ladina.

- ¿Lo que tú quieras? Seré tu esclavo.

Félix soltó una carcajada y asintió finalmente. Así que accedió, a ponerse frente a Yeji, al día siguiente. Y tuvieron una conversación acalorada.

- Hemos sido amigos desde que tengo memoria - afirmó Félix, frente a la madre de Hyunjin- He visitado su casa, más veces de las que he ido a la mía propia; pero eso es algo, que usted ya sabe. Yo la aprecio mucho y sé que me aprecia también.

- Lo hago - asintió la madre de Hyunjin- Es por eso que quiero que me digas la verdad. ¿Mi hijo te pidió que hicieras esto?

Félix miró a su mejor amigo, Hwang e encontraba sentado en el sillón, frente a él, a lado de su madre; como repuesta: asintió.

- Lo hizo - pudo ver como Hyunjin, se tensó en su lugar. Antes de que el menor dijera algo, prosiguió: - Me dijo que usted quiere que se case con Choi Jisu. Amo a Hyunjin, y sé que él me ama a mí. Deje que cuide de él y que él cuide de mí, por favor.

- Así es - siguió Hyunjin- es por eso madre, porque salgo con Félix, que no puedo casarme con Jisu. De verdad, siento decepcionarte: no soy el hombre que tu esperabas, pero...

- Está bien - Yeji lo cortó, cruzó una pierna de forma elegante- haré de cuenta que les creo, pero no hablare con Jisu, ni con su madre; sobre anular la propuesta de matrimonio. Si no logran convencerme, de que su romance es verdadero, te casaras con Jisu. Y ese será tu castigo por mentirme tan cruelmente. Por ahora bésense.

Ambos se miraron preocupados. Como una escena cliché de un drama de media noche, ellos tenían que besarse.

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Todos los créditos a la autora original @KEKOSAS


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¿A los cuantos besos dejamos de ser amigos? ʰʸᵘⁿˡⁱˣDonde viven las historias. Descúbrelo ahora