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Capítulo 45: Caída

—"¿Hermano Fei?"—

—"Me he enterado por el tío Shen de que te has ido a casa"—

Obviamente, su estado de ánimo se había calmado, e incluso cuando acababa de conocer la verdad había contenido las lágrimas, pero en este momento, al escuchar esa familiar voz baja y fría del hombre, Lin Qingyan no pudo evitar que se le agriara la nariz.

Su garganta se atascó y se bloqueó incómodamente, y no habló durante unos segundos en silencio. Gu Fei volvió a preguntarle qué le pasaba antes de que Lin Qingyan forzara sus emociones e intentara decir con voz tranquila.

—"No es nada, mi madre se ha hecho daño en la pierna por la caída, asi que vine a casa a verla, volveré mañana por la mañana"—

—"¿Es así?"—

—"Bueno, creo que se esta haciendo tarde, Hermano Fei has estado viajando mucho, descansa"—

El significado en las palabras de Lin Qingyan era claro, no queriendo continuar, Gu Fei se quedó en silencio durante dos segundos y dijo: —"Tú también ve a la cama temprano, anímate para mañana"—

—"Bien, buenas noches hermano Fei"— Tras escuchar la respuesta de Gu Fei de buenas noches, Lin Qingyan colgó rápidamente el teléfono, miró al techo y se obligó a contener las lágrimas.

Gu Fei seguía de viaje de negocios y Lin Qingyan no quería que lo supiera, no quería que se preocupara.

Al no oír ningún movimiento dentro de la habitación, Zhou Yuelan vigiló la puerta con inquietud. Se giró de un lado a otro unas cuantas veces y dijo tímidamente: —"Xiao Yan, es tarde, deberías irte a dormir primero, y cuando te despiertes, mamá te dejará salir"—

Nadie contestó, en su lugar sonó el teléfono que llevaba en el bolsillo, miró el identificador de llamadas, así que fue al baño y cerró la puerta, cogió el teléfono, y bajo la voz mientras hablaba, temiendo que la gente de la habitación la oyera.

—"Bueno...hice todo lo que dijiste, no puede salir de la habitación, no te preocupes"—

—"Si todavía estás libre, ¿Podrías reunirte con mamá?, Mamá quiere verte"—

Al otro lado del teléfono había una voz masculina joven, con un poco de impaciencia y superficial: —"He estado muy ocupado últimamente, hablemos de ello más tarde, colgaré si no hay nada más"—

Al día siguiente, cuando el cielo acababa de amanecer con el blanco del vientre de un pez, Lin Qingyan, que sólo había dormido unas horas, se levantó de la cama y, tras lavarse brevemente la cara, empujó la puerta y salió al balcón.

Había un pequeño balcón en la habitación de su hermano, y había un gran árbol fuera, cerca del balcón, que estaba en el primer piso y no demasiado alto desde el suelo, por lo que podía trepar a él.

Había hecho este tipo de escalada de árboles cuando era un niño.

Lo que pasaba era que hacía mucho tiempo que no subía y estaba un poco oxidado.

A primera hora de la mañana, cuando el vecindario aún dormía, las ramas de los grandes árboles que bordeaban la carretera se agitaron suavemente, emitiendo un sonido especialmente claro en la tranquila mañana, y Lin Qingyan se agarró a las robustas ramas y bajó con cuidado.

Había una fina capa de sudor en su frente blanca, sus labios pálidos estaban fruncidos con nerviosismo y las venas azules en el dorso de sus manos estaban ligeramente levantadas, lo que era particularmente evidente en su piel clara y delicada.