Capítulo 1

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___Año 1678___

Enora estaba en su habitación, preparándose para una cena que su madre había organizado con el propósito de casarla con el Rey del Tercer Reino, uno de los más ricos y poderosos del mundo.

Enora no deseaba ese matrimonio, pero en su castillo, las decisiones no eran suyas. No tenía voz ni voto. Su deber era obedecer y comportarse como la futura reina que todos esperaban que fuera.

Estaba cansada de vivir bajo las expectativas de los demás, de actuar con refinamiento y elegancia en todo momento. Anhelaba libertad, correr por los campos, hacer lo que su corazón le dictara. No estaba preparada para un matrimonio arreglado, mucho menos uno sin amor.

___Actualidad___

Enora terminó de arreglarse y salió al jardín para tomar un poco de aire fresco. El cielo estaba despejado, y la brisa suave acariciaba su rostro. Sin embargo, la tranquilidad no duró mucho. Su madre la llamó desde el interior del castillo, y Enora, con resignación, regresó. Juntas se dirigieron al gran salón, donde la cena ya estaba servida.

La velada transcurrió entre platos exquisitos y conversaciones triviales. Sin embargo, el tema principal no tardó en surgir: el matrimonio de Enora. Su madre habló con entusiasmo sobre la propuesta de mano que el Rey había enviado. Enora se sintió incómoda, pero sabía que no podía oponerse. Su padre ya había dado su consentimiento, y negarse significaría enfrentar el castigo de sus progenitores.

Con un nudo en la garganta, Enora asintió en silencio. Después de la cena, se despidió cortésmente de todos y se retiró a su habitación, donde lloró en soledad.

___Día de la boda___

El día había llegado. Enora lucía radiante, vestida con un traje de novia que brillaba bajo la luz del sol. Sin embargo, su corazón estaba lejos de la alegría que se esperaba en una ocasión tan especial. No quería casarse, pero no veía otra salida. Los invitados ya estaban presentes, y el novio esperaba impaciente en el altar. Todos aguardaban la entrada de la novia.

Enora, al borde del pánico, se detuvo en la puerta de la capilla. Pensó en las consecuencias de no aparecer, en la deshonra que caería sobre su familia. Pero entonces, una idea cruzó su mente: escaparse. Sin pensarlo dos veces, dio media vuelta y huyó del castillo sin dejar rastro.

El tiempo pasó, y los invitados comenzaron a inquietarse. La madre de Enora, preocupada, fue a buscarla a su habitación, pero no la encontró. Alarmada, llamó a los guardias y les ordenó que la buscaran por todos los rincones del castillo y sus alrededores.

___Enora___

Enora caminaba por un bosque denso, perdida y sin rumbo fijo. El sol comenzaba a ocultarse, y las sombras de los árboles se alargaban sobre el suelo. Finalmente, encontró una pequeña cabaña entre la maleza. Con cautela, se acercó y tocó la puerta. No hubo respuesta.

Al entrar, se sorprendió al ver lo acogedor que era el lugar. Había comida sobre la mesa y una cama mullida en un rincón. Decidió quedarse allí esa noche. Después de comer algo, se acostó y pronto se quedó dormida.

Sin embargo, en medio de la noche, un ruido la despertó. Alguien había entrado en la cabaña. Enora se incorporó, pero la oscuridad le impedía ver con claridad.

—¿Q-quién anda ahí? —preguntó con voz temblorosa.

—¿Quién eres tú? —respondió una voz grave pero calmada—. ¿Y por qué estás en mi cabaña, durmiendo en mi cama?

El desconocido encendió una vela, iluminando la habitación. Enora pudo ver a un hombre de aspecto rudo pero sereno, observándola con curiosidad.

—Lo siento mucho por entrar sin permiso —dijo Enora, bajando la mirada—. Es que no había nadie, y se estaba haciendo de noche. Pensé que no habría problema en quedarme aquí. Pero apenas amanezca, me iré.

El hombre la observó por un momento, como si estuviera evaluando sus palabras. Finalmente, asintió.

—Está bien. Pero dime... ¿cómo te llamas?

—Enora —respondió ella, con voz suave pero firme—. Y tú, ¿quién eres?

El hombre esbozó una sonrisa leve.

—Puedes llamarme Taehyung. Por ahora, eso es todo lo que necesitas saber.

Enora asintió, sintiendo que, por primera vez en mucho tiempo, había encontrado a alguien que no la juzgaba por su título o su posición. Tal vez, en esa cabaña perdida en el bosque, había encontrado un refugio, aunque fuera temporal.

𝗜𝗡𝗜𝗧𝗜𝗨𝗠 𝗙𝗜𝗡𝗜𝗦 || Taehyung ✔︎ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora