Capitulo III

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El bienestar de mi hermana y sobrina dependen de mi esfuerzo en el trabajo... ¿Uno más? Bueno, que tenga un esposo y una hija.

¡Que absurdo!

El gallo cantaba por la mañana arriba de los depósitos comerciales al ver la luz del sol penetrando las nubes.

Un nuevo día apenas estaba comenzando, el cielo pintado con el pintoresco azul claro reflejando la luz en el centro de la ciudad de Bristol en los cristales hogareños.

Existe una frase que había olvidado hace tiempo y su madre se lo repetía en ocasiones debido a su pereza a salir de la cama desvelándose a altas horas de la noche ya sea en continuos paseos en ferias, fiestas y demás parques, sin olvidar aquellas divertidas video llamadas con sus amigas en aquel momento, pero solo ahora siendo una adulta lo entendía.

"....En verdad odio a esa ave" Gruño Morgan recordando recelosamente aquel gallo que odiaba tanto—pero entonces ella misma amplio sus ojos notando un imperdonable error.

No, no, no---eso suena muy mal...dejémoslo en joven adulta—volviendo a lo anterior...En verdad quería ahorcar la garganta de ese gallo.

Cada mañana, cuando las luces del alba se escapaban de la densidad de las nubes y mostraban la estética belleza de los cielos... el maldito animal se le ocurría cantar no una, ni dos... sino un tiempo constante todo el maldito día, todos los días, desde que Morgan tiene alguna memoria de su temprana infancia. Se suponía que la labor del gallo en estos últimos tiempos era más culinaria que privado. ¿Qué loco quiere gallos de mascota? —Esto no era América como para que compitieran ilegalmente con cuchillas atadas a sus pies por dinero.

Con el siglo XXI, ahora existían las alarmas...por lo que las aves podían meterse al horno donde pertenecían.

¿Y lo peor de todo?

No importa que hiciera, el ave era infernalmente resistente. Sobrevivió al control de plagas, ser cortada por la mitad, envenenada, ahogada, deshidratada y la hipotermia del invierno pasado cuando ella misma pesco una fiebre que la dejo encamada una semana...

¿Cómo podía ser superada por un familiar del ave desayunada esta mañana?—¡Era inaudito!

"...Larry me agrada" Agrego la acompañante de la joven Morgan mientras entre sus manos se entretenía comiendo un pudin comprado en paquete de supermercado, recordando sus divertidos tiempos infantiles donde uno correteaba al otro, y como escapaban juntos de los corrales de los cerdos a los que tanto odiaba. Sin duda ambos han vivido cosas divertidas juntos como compañeros.

La que iba tomado de la mano con Morgan. Como si se tratara de una niña pequeña—una chica rubia hablo mientras señalaba distintos puestos de alimentos colocados en la carretera era Altria, su hermana menor. Por su apariencia, ella parecía ser una joven chica animada con un brillante cabello rubio que estaba trenzado en un par de vividos ojos verdes como los de un gato. Vistiendo su uniforme escolar, principalmente en blanco sobre un chaleco de invierno amarillo, una falda color gris lisa en conjunto con un brillante par de zapatos rojos.

"Morgan. Quiero comer eso" Señalo la niña de ojos verde más vividos que los de su mayor, careciendo de la ordenada belleza de su contraparte—ella mantenía una clase de belleza hogareña con promesas futuras de en realidad convertirse en una de las más bellas flores en un jardín de primavera.

Su estómago exigía más carbohidratos, la energía más que necesaria para ejecutar sus actividades del día. Ya sea en los distintos clubes de la escuela en la que asistía o en su vida personal—limpiando la gran mansión de su familia al carecer de un personal de limpieza, con música a toda potencia confiando principalmente en su escoba y trapeador como si se tratara de una espada o una lanza.

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⏰ Última actualización: Nov 10, 2022 ⏰

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