Isabela Massini una joven agente de el FBI, tiene 26 años y vive en Italia con su madre, padrastro y su hermanastro, Masini lucha contra el crimen y el narcotrafico mientras que por cosas de la vida su familia tiene negocio en eso, lo que no se espe...
Despierto por los rayos de el sol que daban directamente a mi cara, me volteo pero Antonov pero no estaba allí. Un delicioso olor entra por mi nariz y me levanto rápidamente, voy al baño lavo mis dientes arreglo un poco mi cabello para ir abajo.
-Buenos días-el me mira y suelta una risita.-¿Que?-digo y me mira. -No tienes que esforzarte arreglándote cuando estes recién levantada, te ves preciosa despeinada-sonrió.
Rodeo mis brazos en su cintura y el deposita un beso corto en mis labios.
-Hice tostadas con revoltillo-sonrió. -Se ve delicioso-miro la comida.
De camino a la casa...
-Isabella-lo miro.-Si te preguntara si quieres casarte conmigo, ¿cual seria tu respuesta?-sonrió. -¿Me lo vas a preguntar?-el me mira con una sonrisa. -Si tu respuesta es no entonces no preguntare-reímos.
Llegamos a la casa y allí estaban todos el detiene el auto y lo miro.
-¿Que pasa?-trago saliva. -Me gustaría que siguiéramos quedándonos en la cabaña- -Si eso es lo que quieres-dice. -Si-digo.-Quiero que tengamos privacidad-el muerde sus labios y suelto una carcajada. -Te entiendo bebé, si quieres podemos ir a ver alguna casa-miro por la ventanilla. -Si...- -Ey, ¿que pasa?-lo miro. -No quiero estar aquí, me recuerda aquella ultima vez- -Esta bien, te prometo que nos iremos rápido, buscare algo y nos vamos-se baja.
Me quedo allí mirando al rededor. Después de unos minutos el entra al auto.
-¿Que te gustaría comer hoy?-lo miro. -No lo se-sonrió. -¿O quieres ir a cenar algún sitio?- -Si-sonrió.
Mas tarde....
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Dimitri y yo nos estábamos quedando en otra cabaña pero esta quedaba literalmente frente a la playa y donde nadie molesta, el ya estaba afuera esperando, me pongo las sandalias y salgo.
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Mientras me acerco escucho como hablaba entre dientes.
-Dicen que los locos hablan solos-el me mira. -Estas preciosa-sonríe. -Gracias tu igual-le dedico una sonrisa. -Gracias-sonríe.-¿quieres cenar primero y luego ir a el agua?-lo miro. -Primero quiero que me digas con quien hablabas-le dedico una sonrisa. -Em...-traga saliva y mira al frente. -¿Estas nervioso?-me mira. -Lo estoy-reímos. -¿Que te traes?-busca algo en un pequeño bolso. -Esto-abre la pequeña caja.
Lo miro sorprendida.
-Me preguntaba a mi mismo si...¿serias capaz de casarte conmigo?-llevo mis manos a mi boca. -¿Es enserio?-el ríe.-Si, si-me le tiro encima.
Comienzo a llenarlo de besos mientras el ríe, me quito de encima de el y saca el anillo de la caja para ponérmelo, mi mano temblaba como gelatina a lo que el sonríe un poco nervioso y toma mi mano para poner el anillo.
-Esta precioso-el sonríe. -Como tu-sonrió.
Dimitri y yo estuvimos toda la noche hablando y riendo.
-Aquí nadie puede molestarnos, ¿cierto?-el me mira. -No-le dedico una sonrisa. -Bien-me pongo encima de el.-Te deseo demasiado-lo beso. -Espera-dice entre besos pero no le hago caso.
Saco su miembro de su pantalón y sin pensarlo lo introduzco en mi.
-Oh...-suelta un gemido y lo miro.
Comienzo a dar saltos, para ser sinceros lo estaba haciendo un poco fuerte y al parecer eso lo excitaba demasiado.
-Te haré mio todas las veces que pueda-lo agarro de sus mejillas. -Si sigues saltando así no tardare mucho en acabar-muerdo su labio.
Dimitri lleva sus manos a mi cintura y me aprieta.
-¿Me puedo correr dentro?-asentí.
Ambos acabamos.
-Carajo, Isabella-lo miro y reímos.
El me acuesta junto a el y me quedo viéndolo.
-¿Que?-no pude evitar sonreír. -Aveces las cosas no son como queremos, si no que en ocaciones están destinadas a ser mejores-el sonríe.-¿No te parece extraño?-me mira sin entender.-Se suponía que yo te llevara tras las rejas y mira...soy tu esposa-el pone su mano en mi mejilla. -Y estoy tan feliz por eso Isabella Antonov-reímos. -Me pregunto que le habrán añadido a tu expediente y al mio-el ríe. -Bebé-se sienta.-No importa eso, lo que importa es esto-mira a su al rededor.-Y que tu estas aquí conmigo-comienza a quitar la tela que tenia por encima de mi traje de baño. -Tienes razón...-sonrió.
El deposita besos por mi cuello y mis hombros.
-Te amo-lo miro.-Te amo demasiado-deposito un beso corto en sus labios y vuelvo a mirarlo. -Yo te amo aun mas-me dedica una sonrisa y vuelve a besarme.
