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! divergente del canon.
! fluff.
son la una de la mañana de un sábado y rodrigo no entiende porqué aceptó ir de fiesta a la casa de un random del que apenas recuerda el nombre. es relativamente temprano para algo así, pero definitivamente ya quiere irse a su casa para estar con barry y jugar al valorant con sus amigos de discord.
pero no puede, porque tomás no le despega el ojo de encima. probablemente ya notó las intenciones de su amigo más bajito de largarse en cualquier momento, por lo que básicamente ha estado sobre el desde que llegaron.
aunque es un poco gracioso ver a tomas medio fastidiado por no poder disfrutar la fiesta, merecido por arrastrarlo aquí.
—dale amigo, divertite un poco— dice el otro jalándolo de la mano, para que se mueva o algo.
y la verdad no es que rodrigo odie las fiestas, disfruta mucho salir a bailar de vez en cuando, pero esto no se siente así. está en la casa de alguien que no conoce, con gente que no conoce, hay un par de personas prácticamente dormidas en el piso de tanto tomar, y más de uno drogado. y sabe que no es su ambiente, está bien cuando pasa con sus amigos, pero tanto desconocido le genera desconfianza.
—esta casa tiene un olor a orto, no sé de donde sacás invitaciones tan pedorras— se queja por cuarta vez desde que llegaron.
tomás hace una mueca de incomodidad y desvía la mirada.
ahí recuerda que está en esa casa por invitación de un tipo al que tomi se quiere chamuyar. obvio que había algo más detrás de todo eso. desde que llegaron tomás no deja de echar miraditas a un sillón al fondo de la casa, donde está el supuesto anfitrión con una mina sentada en sus piernas.
lo extraño es que el tipo también mira a tomás de vez en cuando, un gay de closet probablemente. carre le dedica una mirada de disgusto a su acompañante a lo que el otro contesta con una sonrisa de inocencia y un movimiento de hombros.
carre niega como diciéndole "vos sabes que con un closetero no hay que meterse"
—ya está, no me mirés con esa cara de orto, que me siento mal— dijo haciendo una especie de puchero, que con su cara y su cuerpo musculado no pegaba para nada— mejor bailemos, vení.
tomás lo guía de la mano hasta el grupito de gente que está bailando en el centro (aunque más parece que se están frotando entre ellos) y carre se deja persuadir por las insistencias de su mejor amigo.
—¿te jode si te bailo como las putas del gta?— pregunta el bajito en tono de broma, comenzando a imitar los pasos.
tomás sonríe y asiente entusiasmado viendo a su amigo sacar sus mejores pasos, meneando las caderas de forma totalmente descoordinada y tweerkeando de una forma que se veía graciosa. al menos logra sacarle un par de risas a tomi mientras van pasando las canciones, y logra que se olvide del tipo con la chica montada encima.
