C/(08)/

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-No te preocupes, SiWoon, JiSung esta ayudándome con Jeno, al parecer se conocieron y Jeno se enamoró de él, y tú sabes como es el ojitos de raya cuando algo le gusta. - a MinHo no le gusta mentir, ni a SiWoon ni nadie, pero esto es mejor que decirle a su mejor amigo qué el chico que tiene por hijo le calienta el pene nada más lo ve caminar.

Y es gracioso porque MinHo juraba qué a él le gustaban las mujeres porque ha tenido parejas antes, dos cuando mucho, con mucho interés sexual a decir verdad, así que es por ello qué no entiende como es que un chico, mucho menor que él, le hace masturbarse en el baño mientras piensa en someterlo sobre la cama. Todo esto le está dando dolor de cabeza. En ambas. Porque tiene desde un tiempo para acá, que nada complace su necesidad, nada le hace sentir satisfecha y él sabe perfectamente por qué.

-Esta bien, yo entiendo como es Jeno, pero ¿JiSung no esta siendo imprudente? ¿No te esta causando problemas? - MinHo sonrió.

-No, tú tranquilo. En cuanto Jeno quiera soltar a JiSung, te prometo que yo mismo lo llevaré a casa, ¿esta bien?

-De acuerdo. Cuídate y cuida a esos dos, que probablemente sean como Pinky y Cerebro si los dejas. - rio el mayor haciendo qué MinHo también se ría ante la comparación.

La llamada termino después de unos segundos después y MinHo volvió a la mesa solo para encontrarse con Jeno sentado en las piernas de JiSung mientras esté le da de comer en la boca como si su hermano fuese un bebé. Se le hizo tierno, porque puede recordar a su madre haciendo eso mismo unos años antes de fallecer. Sacudió la cabeza sonriendo y se acercó a la mesa justo cuando el mesero también lo hacía.

-¿Esta todo bien? ¿les sirvo algo más? - preguntó sonriendo.

-Honnie, ¿Podemos tener postre de chocolate? - preguntó Jeno con las mejillas llenas de comida. JiSung toma la servilleta y con mucho cuidado y bajo la mirada del mayor, limpia esas bonitas y llenitas mejillas.

-Claro que si, cielo. - responde el director mirando a JiSung fijamente.

-¿Para su esposo también va a ser pastel? - preguntó el mesero.

JiSung levantó la mirada enseguida con las mejillas rojas y super nervioso. Quiso negar a las palabras del chico, pero la fuerte mirada de MinHo hizo que cerrar la boca enseguida. Tratándose cualquier queja o palabra en ese mismo instante y le sorprende lo obediente qué es con el mayor porque JiSung no le hace caso ni a su padre.

-Sí, también para él. - cuando el mesero se va, Jeno mira a su hermano mayor con el ceño fruncido y los brazos cruzados totalmente indignado. - ¿Qué tienes? - le pregunta el mayor acomodándose el saco para luego beber de su copa de vino.

-¿Por qué no me dijiste que Sungie era tu esposo? ¿Por qué no me dijiste te casaste? ¿Por qué Sungie no vive con nosotros? ¡¿Va a vivir ahora si en casa?! Sungie, ¿tienes muchos peluches?

JiSung no supo que contestar cuando Jeno se giro a mirarle, solo podía tener la mirada confundida y la cara super roja por la vergüenza. Las orejas le ardían y su cuello estaba ardiendo de solo recordar las palabras del mayor unos segundo atrás. Porque si estaban casados, ¿podía lanzarse sobre él ahora sí? Porque tenía demasiados ganas de arrancarle ese costoso traje ahora mismo.

-Jeno, solo lo dije para que el chico no se sintieran mal. Acabo de conocer a JiSung y además, es un alumno de la Universidad. Eso no es correcto. - respondió el mayor.

-Entonces, ¿Cuándo yo sea director de la Universidad, tampoco voy a poder salir con Jaemin? ¡que injusto! - hizo un puchero. JiSung sintió qué se le derretia el corazón y MinHo solo podía pensar en lo lindo que su hermano se veía cada día.

Después de comer el postre, y de que MinHo pagará la cuenta, Jeno y su hermano llevaron a JiSung a casa. En el trayecto, el menor de los tres se quedó dormido en los asientos traseros de la camioneta, JiSung se dio cuenta de ello y le pareció muy lindo.

-¿Realmente es su hijo? - le pregunta al mayor mirando al frente, pensando que debía controlarse un poco más sobre las muchas ganas qué le tiene a ese mayor.

-Jeno es mi hermano. Lo más importante que tengo y tendré en toda mi vida, parece mi hijo por lo consentido qué esta, pero no lo es. - le responde.

JiSung asiente.

-Gracias por traerme y por la cena. - responde sonriendo mientras abre la puerta de la camioneta para bajar de ella, pero las palabras de MinHo hace que se detenga de inmediato.

-No fue gratis. Tendrás que pagarme. - JiSung se gira a mirarlo, el mayor tiene una sonrisa en sus labios, una que a simple vista es coqueta y levemente malévola. Se le erizo la piel enseguida.

-Claro, ¿cuántos es? - pregunta.

-Después te diré, por ahora solo cuida de Jeno mientras yo no estoy, ¿Okay?

JiSung asintió. Y MinHo solo podía repetirse en su cabeza adulta, que Han JiSung no era alguien a quien pudiese tener aunque también esta ese lado de su hombro qué le recuerda todo el tiempo que ha tenido qué esperar por él y que no puede alejarse ahora que sabe, JiSung también lo desea.















Maratón:
2/3

Director MinHoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora