𝘽𝙇𝙊𝙊𝘿

𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 𝗱𝗼𝘀

❛𝗕𝗮𝗯𝘆, 𝗱𝗮𝗻𝗰𝗶𝗻𝗴 𝘄𝗶𝘁𝗵 𝗮 𝘀𝘁𝗿𝗮𝗻𝗴𝗲𝗿.❜

▁▁▁▁▁▁▁▁▁▁▁▁▁▁▁▁

Se sentía ensimismado al estar rodeado de tanta gente que solamente tenia como meta el impresionar a los demás esta noche. Sus largos y deslumbrantes vestidos lujosos junto con los trajes costosos de los demás queriendo dar una apariencia de personas importantes, le aburría.

Todos con sonrisas falsas sobre sus rostros, hablando mentiras tras mentiras sobre lo perfecta que siempre fue su vida. Heredarían las empresas de sus padres y se irían a desparramar todo el dinero en caprichos para ellos mismos a diario.

Sin embargo, el no era quien para juzgarlos, no es que no este en una clase social muy buena, pero desde que tiene uso de la razón, hace lo posible para ganarse todo lo que quiere y lo ha logrado hasta el momento, sin ayuda de nadie mas que el mismo.

¿Entrar a una de las mejores universidades como lo era UA?, fue pan comido. No necesito a alguien mas para lograrlo, ni siquiera el dinero de sus padres. Sabe lo dura que puede tornarse la vida si no prestas atención en cada pequeña acción que haces en ella, por mas insignificante que fuera.

Todo a fin de cuentas tenia una reacción, podía ser negativa o no, pero todo tiene consecuencias.

Al poco tiempo que había estado ahí, tomo una copa de vino de uno de los meseros que pasaban por ahí y se recargo en una de las paredes del gran salón, cómodamente solo.

No le incomodaba, desde pequeño jamás fue bueno socializando y las personas que llegaban a su vida principalmente eran para cortejarlo, simplemente patéticos.

Y no se lo tomen a mal, se sentía incluso hasta alagado por ese tipo de cosas. Sin embargo, la mayoría eran unos completos idiotas, siempre queriendo impresionarlo con sus caras bonitas y sus tarjetas sin limite de crédito. Queriendo acostarse con el, viéndolo como si fuera un simple trofeo.

Noto que muchos comenzaron a hacer pequeños grupos entre ellos, apostaba que gran parte de ellos tenían mucha facilidad con las palabras, siendo extrovertidos por naturaleza y vaya que los envidiaba.

No es que le encantara estar rodeado de idiotas que no cerraban el pico ni por dos segundos, pero a veces quisiera experimentar lo que es estar rodeado de gente que lo quiera por como es y no por quien es. Romper su horario de sueño para hablar boberías, hacer pijamadas, salir a lugares con ellos, lo que una persona normal hace.

No pertenecía a un lugar como ese.

Dio un profundo trago a su copa acabándose el vino por completo y fue en busca de otro, ni loco pasaría la velada sobrio, no lo soportaría.

—¡Kacchan! ¿Tú también lograste entrar? Eso es bueno, siempre creí en ti, ¿que salón te toca? A mi el primero A, ¿a ti también verdad? Te puedes sentar conmigo, podemos almorzar juntos o tal vez...—

—Corta esa mierda, no me sentare contigo.—

Su mirada se dirigió hacia el peliverde, la verdad no creía volvérselo a encontrar después de tanto tiempo. No se veían desde la secundaria, tenía un aspecto completamente diferente al que conocía, incluso podría atreverse a decir que ahora era atractivo, más masculino. Aunque seguía siendo el mismo estúpido nerd de siempre.

—Vamos Kacchan no seas así, al menos vamos a almorzar juntos unas veces, te extrañe mucho. — con un puchero sobre sus labios, el peliverde se acercó a él, envolviendo sus brazos sobre sus hombros, pegándolo a él en un cariñoso abrazo.

—¡Quítate de encima!...—forcejeaba entre sus brazos con violencia para intentarse liberar de ellos, ocasionando que estos lo apretujaran más.

—Mi lindo mejor amigo sigue siendo el mismo, no has cambiado ni un poco...no sabes cuando extrañaba tus gritos...—