•𝐒𝐀𝐋𝐕𝐀𝐌𝐄 ⇢ Keenry

Capitulo 1

Robby estaba magullado, sangraba, lo rompían y lo volvían a armar. Había luchado duro para estar donde estaba ahora, había reducido a cenizas su antiguo yo y se había levantado de las cenizas pero todo eso para ¿Qué? claramente otra vez se había equivocado al entregarle una parte de su corazón a otra persona y quisiera simplemente asimilarlo con tiempo, quiere saber cómo demonios paso aquello ¿A caso él no era suficiente para alguien? ¿Por qué no lo elegían? En tan solo unos segundos, su cerebro máquina muchas preguntas que es imposible ser contestada en ese momento de caos, tiene que separa a Tory de Sam, tiene que impedir que la rubia dañe a su aún novia, pero ¿Realmente vale la pena? Trata de convencerse así mismo que sí, trata de ser razonable y detener la pelea. Tory debería saber que estaba siendo irracional a rebajarse pelear por un chico que no la supo valorar, Sam debía dejar de jugar con los sentimientos de las personas solo porque está confundida y Miguel...Robby considera que Miguel es el epicentro de todo el problema y lo odia

Si, lo odia por todo y por nada.

Pero eso no importa, no en esos momentos de caos, no en medio de todo la pelea. No cuando la multitud a cada segundo se volvía más y más ruidosa opacando cualquier tipo de razonamiento lógico y registro de cada una de las situaciones que trataba plantearse en su cerebro, simplemente todo se volvió borroso, era inconcientes de sus acciones, por lo que no sabe cómo demonios paso de querer separa a Tory de Sam a pelearse con Miguel y terminar cayendo por el aire viciado de la escuela. Todo el mundo podía verlo incluso el podía mira muerte con sus propios ojos

Todo el mundo tiene estas ideas de cómo será cuando estés a punto de morir. Tu vida pasa ante tus ojos, o tu visión se estrecha mientras caminas hacia la luz. A veces la historia es diferente. Dicen que tu mente está llena de miedo y actúas histéricamente por la misma negatividad a morir y es así para todos, incluido para los suicidas, porque todos somos seres humanos y tenemos implementado el famoso instinto de supervivencia en lo más profundo de nuestro ser. Robby no contempló nada de eso, por lo que podría decir que todo esos dichos era solo mentiras. La mente de Robby no estaba histérica. Su vida no pasó ante sus ojos. Y su visión no se centró en una luz brillante. La mente de Robby estaba tranquila, pacífica. En el exterior, podía sentir su cuerpo luchando por aferrarse a algo, cualquier cosa, si eso significaba que podía sobrevivir. Sintió el viento rasgar su ropa mientras se acercaba a lo que probablemente le dolería. Pero por dentro estaba tranquilo, sorprendentemente racional, pero también irracional. En lugar de concentrarse en cómo estaba a punto de morir, su mente simplemente se concentra en una canción, una melodía irreconocida para él, pero sabe que la escuchado antes. Quizás su madre en algún momento se lo canto, quizás la escucho por la calle, sea lo que sea esa melodía le daba paz y cierto sentimientos de amor. Todo lo que él había nesecitado en toda su vida

Robby observó lo que parecía ser la extracción de energía cinética del aire. Su caída se sintió lenta, total y aterradoramemte lenta. Todo se movía lento pero rápidamente se dio cuenta de que era la adrenalina bombeando en sus venas. Sólo retrasando lo inevitable y por un momento, Robby sintió miedo. Verdadero miedo, hasta que oyó aquel horrible crujido de su propio cuerpo saturar el aire y dejó que sus defensas se derrumbaran.

Fue el sonido desgarrador de la espalda de Keene al hacer contacto con la barandilla de la escalera lo que pareció hacer que el tiempo volviera a funcionar.

Su visión era borrosa y cuando trato de enfocar su vista, no vio una luz. Pero su visión hizo un túnel¹ hasta que Miguel y Hawk llenó toda su vista. Miguel era su enfoque. Como era de esperar, su mente estaba llena de odio ardiente. Pero incluso en eso momento Robby sabía que no era real. La emoción se había vuelto rancia, un recuerdo de un recuerdo. Se había marchitado, hasta que pudo apartarse para dejar espacio a una nueva emoción, trato de balbucear