Duele

monóculo

Adrien saludó a Tomoe y Kagami. Nathalie también les dio su saludo e invitó a las mujeres a pasar, después de que Gabriel agradeciera la presencia de ambas, aunque solo miraba a Tomoe en ese momento.

Adrien se dirigió junto a Kagami a la cocina, por petición de ambos padres. Aunque solo fueron por un refresco, su plan era ir al jardín después.

— Me sorprende un poco el repentino llamado. Pensé que nuestros padres ya tenían todo arreglado — comentó Adrien mientras se sentaba en el césped, invitando a su amiga a hacer lo mismo.

— También me pareció raro. Sabés, a mi mamá no le gusta lanzar nada sin estar segura de que funciona completamente — respondió Kagami, sentándose a su lado. Miró su bebida y tomó un poco de ella. — Aunque me parece raro que no uses un anillo de compromiso. Mi mamá no esperó ni un segundo para darme el mío — añadió, mostrando el anillo en su dedo.

— Oh, tengo uno, pero no me gusta verme con él, es raro, y la imagen de Lila tampoco me da mucha tranquilidad — respondió Adrien, restándole importancia mientras observaba el anillo de Kagami. — Quizás el anillo tenga algún defecto — mencionó, pensando en la reunión de ambos empresarios. — Oh, tal vez solo quieran agregar más productos — comentó, recordando el monóculo que su kwami había estado examinando minutos antes.

— ¿Agregar más productos? ¿Cómo cuáles? — preguntó Kagami, interesada.

— Quizás retomar ideas, como el monóculo — respondió Adrien, notando la expresión incrédula de su acompañante.

— ¿Como en la competencia? Lo dudo — dijo ella, sorprendida.

— ¿Competencia? — respondió Adrien, confundido.

— Sí — continuó Kagami, acomodándose en su lugar. — La marca inglesa de los Graham de Vanily. Es parte de tu familia, ¿cómo no lo sabes? —

Adrien se quedó mudo al escuchar eso. Hace tiempo que no había revisado nada relacionado con la tecnología de su familia materna. Su padre, e incluso su madre en su tiempo, no solían usar productos de la competencia, al punto de evitar completamente esa tecnología. De hecho, le estaba prohibido usarla, ni siquiera la conocía.

— Yo... bueno, hace unos días encontré un monóculo tirado en la oficina de mi padre — explicó, un poco incómodo. — Él jamás usaría tecnología de la competencia, no, Gabriel Agreste nunca haría algo así.

— Ah, entiendo. Debe ser porque copiaron algunas funciones del monóculo — comentó Kagami, soltando una pequeña risa al ver los ojos de Adrien agrandarse por la sorpresa. — Oh, vamos, esas cosas suelen suceder — continuó, riendo de nuevo ante la incredulidad del rubio. — Mi mamá le pidió a uno de sus empleados que le trajera uno de los monóculos. Estoy segura de que lo usó como base para el diseño de los anillos — agregó, tomando un poco de su bebida antes de seguir. — Cuando inició la construcción del anillo, ella botó el monóculo, pero antes de que terminara en la basura, lo tomé. Tienen funciones muy parecidas, es evidente que fue la base para los anillos.

Adrien no podía creerlo.

— ¿Es en serio? ¿Mi padre usando una referencia de la competencia? — aún no podía creérselo, pero la risa de Kagami le dio la certeza de que lo que decía era cierto. — Él jamás me dejaría usar algo de la competencia, y resulta que tengo el monóculo en mi cuarto — comentó, comenzando a sentir una extraña adrenalina en su pecho, como cuando se escapó de su padre para ir a ver una película. Esa sensación de desobedecer.

— ¿Lo tienes en tu cuarto? — Kagami mordió su labio, antes de hablar nuevamente, con algo de emoción. — Cuando yo empecé a revisar el monóculo, encontré varios vídeos de mi mamá y de empleados haciendo pruebas con la cámara — sus ojos brillaron con cierta travesura, algo que Adrien no había visto en ella antes. — Tal vez el que tú tienes también tenga vídeos.