| La Suerte Es Engañosa 人 ¿Ships? |

Capitulo 1

—Introducción—

¿Alguna vez has pensado que la suerte viene con consecuencias?

Pues yo no lo había pensado o al menos hasta que lo ví....
En aquel momento apenas lo había visto un instante, un chico de estatura promedio, piel un poco morena, cabello negro cubierto con un gorro azul, ojos marrones hermosos y esas alas amarillentas casi que doradas al ser iluminadas por la luz del sol.

Era perfecto. Sentí que había ganado la lotería, pero... Nunca pensé que llegar a el seria tan difícil, tan, inalcanzable, parecía que tendría un arduo camino por recorrer si quería llegar a el.

Si tan solo tuviera la suerte correcta podría llegar en un abrir y cerrar de ojos... Pero el es tan... inalcanzable o eso fue lo que creí.

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—El Paraíso—

La caminata habia comenzado metros atrás donde antes estaba nuestro campamento, íbamos rumbo a un pueblo conocido como Karmalad ubicado en una zona algo alejada de lo urbano y más cerca de lo rural, pues, se nos asignó una misión la cual debíamos cumplir.

Además de la misión, también nos dijeron que ese lugar era casi el paraíso, donde todo se puede hacer realidad, ya sea para bien o para mal.

Una historia nueva comenzaría para todos mis compañeros mientras abandonaban el pasado o por lo menos para mí: Luzu, la historia pasada aún no finalizaba.

Durante horas estuvimos caminando divagando por los bosques espesos mientras seguíamos a nuestro líder: Samuel de Luque o Vegetta el integrante más fuerte del grupo junto con Merlon un anciano que fue quien nos dió la misión.

Todos íbamos con el mismo objetivo: Comenzar una nueva vida, Pero no sabíamos que esta tarea seria difícil para cada uno o por lo menos para mi fue demasiado difícil abandonar el pasado...

Tan solo de recordarlo me dolía el corazón... Mi Auron... mi primer amor... Al cual tuve que abandonar por motivos que no mencionaré por respeto a El. Lo recuerdo tan perfecto tan lindo, ese cabello castaño con una mechon color miel, y esa piel suave y delicada... Lo amaba con todo mi corazón, pero... Después de todo no fuimos del todo compatibles.

—Llegamos, jóvenes héroes—. Se escuchó la voz del anciano que nos encomendó esta misión.

—Que bueno, por qué mis pies ya no aguantan!—. Uno de mis compañeros Rubén o Rubius hablo.

—Venga ya, no seas exagerado, Rubén—. Contesto Vegetta a Rubius.

Después de esa charla el anciano nos indico en dónde podríamos quedarnos y como en algunos momentos nos darían misiones secundarias para volvernos más fuertes.

Todos comenzaron a ir por su lado, pero, ví a ese chico de nuevo, ese con alas casi que doradas, caminaba un poco desorientado al parecer, sin saber a dónde ir, asi que le ofrecí mi ayuda.

—Quackity,cierto?—. Dije al chico que cuando me escucho me miró.

—Ah, si,si, se te ofrece algo?—. Me preguntó Quackity.