Los demonios del Diablo ya están dentro del vaticano

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Mientras que la pareja adulta se encontraba aun descansando, Isabel se encontraba cocinando en la cabaña el desayuno que esperaba poder recompensar a su tía y a su...tío, vaya jamas pensó que Gonzalo, el hombre que conocía desde hace mucho fuera ahora tío suyo-Hola, Isabel-hablo Enrique llamando su atención  sacándola de sus pensamientos-Veo que vamos en el morado es hermoso-

-Hola...Enrique-decía de manera tímida-Si, gracias a mi tía Elena...puedo ir superando poco a poco aunque no quiero olvidar-declaro mientras que le daba una taza de te para que pudieran iniciar

El sonreía sorbiendo un poco del liquido-¿Sabes como es la mejor manera de honrar a nuestras personas muertas?-preguntaba mientras que Isabel lo miraba con sus ojitos de gatito que le hacían sonreír negando con su cabeza-Vivendo nuestro día a día, brindando por ellos y siendo la mejor versión de nosotros-decía recordando las palabras de su tío Naadab-Mi tío Naadab nos enseño eso-

Iba a decir sobre su pésame pero sabía no serviría-Tienes mi apoyo, todos..entonces como dices vivamos nuestros día como cualquier otro-declaraba mientras que Enrique sonreía y rapidamente los dos siguieron preparando el desayuno que era para los miembros restantes que aun dormían pero no por mucho, su hermana Eliseba se despertó minutos después sonriente como cualquier mañana

-Hermanito, Hermanita-dijo sin importar el apodo que uso con Isabel pero ella lo agradecía de manera tímida, minutos después llegaron sus padres quienes sonreían a la escena del desayuno familiar

Desde que Isabel vivía con ellos pensaba que Enrique era el que mantenía su paz junto con Eliseba quienes amaban que ella cante mientras que ella dibujaba pero para Enrique parecía que veía a una diosa tan hermosa que solamente su voz logra hipnotizar a los hombres.

-Buenos días-dijeron los dos a la vez mientras que besaban sus frentes y por primera vez Isabel sentía lo que era un momento familiar con besos en la frente y platica que deben de darse entre familia-Bueno iniciemos este día honrando a una persona que fue lo mejor de nuestras vidas, Naadab jamas se irá solamente paso a un mundo totalmente diferente al nuestro fue a otro vida donde nos apoyara con nuestros antepasados-

Y con esas palabras iniciaron el desayuno entre risas con platicas que eran diferente a las que tenían en el palacio pero cuando el desayuno estaba pasando la puerta empezó a sonar-Yo abriré-declaraba Gonzalo, cuando abrió entraban un grupo de personas que estaban vestidos de la mas finas telas que pudieran conseguir en castilla-¿Quienes son?-preguntaba rapidamente interponiéndose entre ellos y las mujeres de la casa al igual que Enrique lo hacía.

-¿Conde de Saldaña?-preguntaba Elena sorprendida mientras que reconocía al hombre-¿Que ocurre?-

El hombre suspiraba-No apoyo a su hermano por que pensamos que era manipulable que llevaba a Castilla a la ruina, Elena a defendido a los inocentes de Castilla, que no han tenido voz ni voto en su destino..ella es la leona roja-dijo mientras que sacaba su espada-LA REINA DE CASTILLA-Y con eso el se arrodillo mientras que los demás hombres se quedaban mirando eran miles y sus mismos hombres que se encontraban a su mando estaban ahí

-Yo no luche a favor de su hermano por que pensamos que el solamente traía el infierno a castilla y me arrepentiré hasta el día de mi muerte, pero un hombre solamente puede admitir cuando se equivoco y esos eran mis pensamientos de que usted solamente era una niña mimada por el rey pero me equivoque-declaraba-Solamente me queda pedir perdón-

-No hay nada que perdonar mi señor-

El hombre suspiraba era uno de los tantos hombres que no pelearon con Enrique-Habrá mas batallas que librar el Ducado de Alba de Tormes, apoyara al rey de castilla como lo a hecho por años y yo apoyare a Elena de Trastamara-declaraba mientras que sacaba su esposa -LA REINA DE CASTILLA-Y repitió la acción del hombre anterior

Amor Prohibido (La pareja castellana) ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora