Sin Caricias©

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Pov's Jasha

Entre camisas impregnadas de su olor y mezclado con un tenue rastro de sudor, muchas cobijas usadas personalmente para su uso privado y todo tipo de prendas de ropa que Jak trajo para mí, me encuentro escondido y necesitado de mi alfa.

El rastro de Seth es lo suficientemente fuerte y capaz de tranquilizar mi cuerpo enfermo por ahora.

Antes de poder notarlo y esforzarme tanto como lo había hecho desde que confirmé mis sospechas, como omega en una etapa en donde el alfa es vitalmente necesario si mi anhelo es dar a luz a un niño sano, hice un nido.

En un principio usé la ropa de Jak pero no fue suficiente.

Mi hermano mayor se enteró de ese "secreto" de dos meses que le escondí por temor a ser rechazado.

Jak se desmayó y su presión arterial se subió peligrosamente.

Estaba muy asustado de perder a mi hermano debido a mi irresponsabilidad.

Dichosamente mi castigo fue un regaño y una larga plática en donde Jak se quejaba por no haber confiado en él.

Jak no sabe quién es el papá de ese niño que crece en mi vientre y he corrido el riesgo de perder.

No pienso decírselo, aquello podría ser un gran golpe para su corazón y mente con complejo de hermano mayor sobreprotector.

Tan solo le pedí que robase ropa de Seth para usar como un calmante, a esas dolorosas convulsiones que sufro sin descanso.

—¿Te sientes mucho mejor?

Jak ingresó a mi habitación haciendo un esfuerzo sobrehumano para poder mantenerse en sus sentidos.

Mis feromonas están descontroladas y no es para menos. Mijaíl ha estado manteniendo relaciones sexuales con muchos omegas, como un método temporal para su mala condición.

Debido a la vida sexual tan activa de ese bastardo, he sufrido las consecuencias que recibirá mi cuerpo cada vez que mi alfa me traicione.

El niño en mi vientre ha estado en riesgo de convertirse en un pequeño mar de sangre.

—Las feromonas de Seth logran calmarme. Me gusta mucho su olor, hace sentir mi mente tranquila.

Y al pequeño niño seguro, envuelto en el olor de su padre.

—Sigo pensando que eres muy joven para esto. Tienes dieciocho años, eres un niño que se convertirá en madre de otro pequeño.

Jak lamentó su descuido y mi huida con Mijaíl.

Mi hermano piensa que Mijaíl arruinó mi vida al dejarme embarazado y no hacerse responsable.

Claramente es un malentendiendo bastante desviado de la verdad, pero eso es mejor que lo verdadero.

En primer lugar Seth no recuerda su nombre, no sabe quien soy ni lo que sucedió entre nosotros.

—Hermano, yo quiero que este niño nazca. No soy tan malvado como para desecharlo como lo hicieron conmigo.

Toqué el punto débil de Jak con mis palabras.

No me gusta manipularlo de esta forma tan cruel por mi propia codicia y egoísmo, de verdad lo lamento mucho.

—Lo sé. Ayudaré en su crianza y hablaremos de este asunto cuando nuestra familia vuelva a estar unida. Por ahora debes vestirte y hacer el esfuerzo por acompañarme a tu control prenatal.

Dejando un beso dulce en mi frente, Jak abandonó la habitación para brindarme privacidad y evitar que me sintiese incómodo debido a lo ilusionado que está por convertirse en tío.