El Diario de una Chica Bajita

Capítulo V

Hoy es definitivamente el "peor día de mi vida", lo recordaré bastante bien, en realidad es bastante gracioso... y penoso. Pero también fue romántico, si, así fue...

Estaba en un centro comercial con mi "familia de pingüinos", íbamos a ir al cine a ver una película, cada quien pagaría su comida, boletos, refresco, y esas cosas. Yo había elegido el cine, había investigado sus precios y era bastante barato, sin contar que su localización era genial, en un centro lleno de establecimientos de marca ;) .

No estaba.

Le dí una sonrisa piadosa al cajero, el me miró con indiferencia. Lo miré otra vez y le dije -Olvidé mi billetera- .

Me salí del tonto cine, así que tomé mi celular para llamar a mi "familia de pingüinos" . No tenía señal. Genial. Comencé a caminar de puntitas, parecía el simio cargando al león en "El rey león"

Pero de repente, un señor (que definitivamente lucía más alto que yo- se lleva corriendo mi celular y mi bolso.

Me han robado.

Decidí no enojarme ni hacer una mueca, porque parecería que estaba haciendo un puchero y eso sería tierno. Así que mejor fui a las mesas que siempre están llenísimas y me senté en una mesa aleatoria a descansar y esperar a mi familia de pingüinos.

-eh... ¿Mónica?- me preguntó una voz masculina.

Con mis ojos bastante abiertos y mi respiración entre cortada, giré sobre mi misma en la silla y lo vi, el único asiento libre... Era en la mesa donde precisamente estaban unos cuatro chavos.

Y entre esos tipos estaba Luis, Luis Guillermo, el bibliotecario.

Mi rostro estaba de todos los colores posibles. Esto no puede estar pasando.

-H-hola- saludé bastante tímida y avergonzada con mi mano

-¿La conoces?- le preguntó uno de sus amigos mirándome fijamente

-Es una conocida- respondió el, pero no me miraba, eso me molestó pero no hice nada para no quedarme sola, por favor, no podía quedarme sola, ya me habían sucedido muchas cosas malas en un solo día

-Tienes una amiga bastante... particular- yo reconocí lo que trataba de decir, pero por no ofenderme no quiso, en mi mente fue "Tienes una amiga demasiado pequeña"

-¡Es una loli!- decía otro incomodándome. Este tipo que me etiquetó corrió de su asiento a cargarme -Y es liviana-

Luis seguía mirándome, estaba cabizbajo; probablemente avergonzado. ¿Lo avergoncé? .

Me sentía bastante mal.

-Creo que mi presencia incomoda así que mejor me retiro- dije cuando logré bajarme de los brazos del tipo ese y comencé a irme lentamente.

Mis pies los llevaba arrastrando, no tenía ánimo de nada.

-Hey, espera, ¡amiga!- me gritó alguien a mis espaldas, era un amigo de Luis -Soy Miguel, un gusto- me tendió su mano el tipo otaku -Quédate, eres divertida- me sonrió

-Soy Mónica, me encantaría quedarme- le devolví el gesto y caminé tras él.

Pero para mi peor suerte, ya todos menos Luis y sus amigos , comenzaron a retirarse. Definitivamente moriría si pasaba por ahí debido a mi altura, pero pude notar que miguel tenía algo de prisa. Trate de pasar haciendo frente a la gente.

Pero apenas entramos entre la multitud y casi moría aplastada.

Así que Luis literalmente se dirigió hacia mí y me tomo entre sus brazos y corrió. Me sentía como una niña de 5 años y pude ver el suave cabello pelirrojo de mi "salvador".

Llegamos a la mesa, aún seguía en los brazos de Luis, me bajé y senté otra vez en la mesa.

-Ese Luis está ligando bajitas- fanfarroneó uno

-Hágala- dijo uno más haciendo un corazón con sus manos

Luis seguía callado.

-Hacen linda pareja- dijo Miguel.

Oh no...

Escuché graznidos y miré los pasillos.

-¡¡¡¡KNOCK, KNOCK!!!!-

Oh no es mi fin.