13. Aullo de esperanza.

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La mano que aparta la piel, la mano que lava la piel, que deja las gotas del jacuzzi escurrir por el pecho y espalda. El agua fría que lavaba a los involucrados, reflejaba la plateada luna, testigo de las horas elevadas de la misma noche en que uno de ellos decidió demostrar su amor.

Rb: lamento los arañazos...- comentó al mojar de cerca las marcas que a Vegetta ardían por segundos.

Vg: no deberías entristecer; has echo que sea emocionante, no había nada de malo en ser salvaje.

Rb: el salvaje fuiste tú realmente- dijo posándose en las piernas de su amante- ...tengo tantos sueño que en el agua podría dormir...- añadió recostando su cabeza en el hombro de Vegetta. Lo que no se esperaba era que a quien llamaba su señor lo cargara, llevándolo a un rincón con ropa en unos cofres. Allí lo dejó en el suelo y buscó una toalla, y mientras lo hacía, la curiosidad empezó a curiosear en el cofre de al lado- ..."Documento original"...- dijo. Justo las yemas de sus dedos tocaron el borde de la portada, intencionadas a abrir y descubrir las palabras que ansiaban ser de nuevo leídas; pero rápidamente una toalla se restregó en toda la cara y todo el cabello del curioso- OYE AVISA.

Vg: dame eso, que lo mojas- al decir esto arrancó el libro. Sin embargo, el oso se lo intenta arrancar de nuevo, por lo que rápidamente lo vuelve a cargar en una posición incómoda para el cargado, safándose por accidente el libro de sus garras.

Rb: VEGETTAAA, DEJA DE CARGARME.

Vg: Deja de gritar que es tarde- dijo posando al cargado en su cama- es hora de dormir, termina de secarte.

Rb: ¿A caso es un secretito? ¿Descubriré las ilegalidades de Vegetta?- dijo juguetonamente mientras se secaba. Inmediatamente intentó perder a su oponente, pero este no permitió que se escapara.

Vg: Vamos Rubius, te dije que duermas, no son horas para seguir despierto- dijo un poco serio. Rubius se quedó mirándolo fijamente, como si lo desafiara- ¿te estás buscando un castigo?- dijo gravemente, no con muchas intenciones de cumplir su amenaza, pero el desvarío de su contrario amplió la amenaza, haciéndolo obedecer como si le hubieran cambiado un chip, cubriéndose un poco asustado bajo las sábanas.

Vegetta aprovechó para ir y recoger el documento personal. Lo leyó unos segundos, volteó a ver a quien fingía dormir. Pensó por momentos en lo frágil que se volvió, tanto por su voz como por el trastorno; pensó que en un tiempo cercano, podría cumplí su objetivo...

Los cristales eran reflectores de un sol que parecía furioso esa mañana. El calor de los rayos Vegetta sentía en su espalda descubierta. Su cara se despegó del pecho de quien le causaba más tranquilidad al dormir. Por un momento hipnotizado de la vista que tenía, que no era el cielo, se preguntó que tan tarde era. Abrió su monitor, que era acompañado por el chat de Karmaland.

Vg: 9:57 AM...- dijo tranquilo, pero su tranquilidad se esfumó cuando se dio cuenta de lo que leyó. Rápidamente al oso en su cama sarandió para su sueño auyentar- ¡Rubius despierta!- sólo logró hacerlo gruñir. Vegetta no esperó a que se levantara, lo haría él; se levantó buscando en sus cofres, hasta que encontró una reserva de pastillas que guardó y le trajo un cubo de agua- Tómalas.

Rb: mmm... ¿Porqué de una vez...?

Vg: RUBIUS TIENES QUE TOMAR LAS PRIMERAS PASTILLAS A LAS 10:00 AM.

Rb: ¿Me dejas al me...?- sus ojos entreabiertos saltaron cuando sintió que Vegetta le metía las pastillas en la boca, abriendo esta sin aviso. Asustado empezó a toser, hasta que le fue pasado el cubo de agua para calmar su garganta- ¿ESTÁS BOBO O QUIERES MATARME?

Vg: ¡te dije que las tomaras de una vez! ¿Me hiciste caso?- dijo causando una mala cara- no pasa nada... Levántate y prepárate, vamos a saludar a Luzu y a que los doctores revisen la efectividad de las pastillas- dijo causando a regañadientes la obediencia.

¿Te acuerdas de esa boda? #rubegetta #karmalandVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora