16. Mucha compañía

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Rb: Vege, quiero quedarme.

Vg: um, Rubius, no es necesario, podemos a casa volver.

Rb: Alexby a llegado con una cosa rara que no me mencionó, quiero chisme, yo me quedo.

Ale: oh vaya, y yo que pensaba que te preocupaba- rió como solo puede reirse.

Rb: me importa tu chisme, así que me quedo.

Vg: no te dí una respuesta- dijo intentando remarcar su posición con cruzados brazos.

Ale: pero déjale que haga lo que quiera ¿Se te va a caer el mundo si no estás controlándole a cada segundo? ¿O es que te molesta que pase tiempo con otros?- esas palabras salieron sin pensar, esas palabras prendieron el fuego que calentó la sangre de Vegetta, el que dio dirigido al emisor un paso que asustó a los presentes, tensando sus manos; se notaba a kilómetros la presión de ira que intentaba controlar.

Rb: oye, que yo me quiera quedar no significa el separarnos, nadie te está echando, además te podrás enterar de lo que pasa- le abrazó de un costado vacilante, frotando su cabeza en la del abrazado. Sus labios fueron al oído del bajo y susurró- vamos mi señor, no te me amargues, voy a seguir a tu lado- su receptor suspiró.

Vg: si estoy contigo problema no tengo.

Después de esa conversación donde el lector se quedó Sapo Peta los llevó a un laboratorio. A Alexby interrogó y un examen que nervioso lo puso le hizo, cosas que asumo el lector conoce, pero lo más relevante de contar sería la agresión por necesidad de sangre que una voz le pidió y que la máquina que lo examinó encontró un intruso en su interior...

SP: Alexby, lo que tienes dentro seguramente ni siquiera sea de este planeta... lo que tienes dentro te va a consumir, y es posible que mueras por completo- silencio, sólo silencio. La idea de no ser reanimado era un terror, un terror de que aún con la protección de los dioses, a quienes Alex servía, a salvo no podía estar. Si no fuera por aquel casco protector podríamos ver la cara más pálida, como si tuviera un paro cardíaco, la expresión más impactada que el cascudo en toda su vida podría expresar- pensé en extirparlo, pero este simbionte negro no se puede extirpar.

Ale: ¿Entonces moriré sí o sí?- la respuesta era positiva; que desgracia- ¿c-cuánto me queda?

SP: puede ser un mes o una semana o un día...

Rb: ostias, pues vamos a disfrutar antes ¿no? Vamos a fumar toda la karmahuana posible y hacer ilegalidades- este se abalanzó para sacudir al evaluado, quien se quejó del toque que recibió en su brazo. Aunque sus intenciones fueran para alegrar a su amigo serían denegadas hasta cierto punto.

SP: una cosa más: enojar no le hagas a ese bicho, no te conviene...

Rb: por cierto ¿me puedo quedar con todas tus cosas? Digo, deberíamos hacer un trato de llevarme tu testamento.

Ale: p-pero Rubius ¿y tu empatía?

Rb: vamos, ya que sé esto desearás que sea de noche para que no esté detrás de ti aunque tenga el testamento; tendrás buena compañía- Alex sólo lo miró con desagrado. No podía creer lo interesado que era su amigo; pero al menos disfrutaría su compañía

Ale: bueno, todo siempre y cuando tu señor guardián te deje hacerlo ¿verdad?- se dirigió clavándole sus ojos.

Vg: exacto.

SP: bueno, yo intentaré estudiar esto para ver si encuentro una solución ¿okey, Alexby? Ahora vayan a casa...- Afuera los acompañó. Cuando alejados estaban Alex siguió.

Ale: entonces ¿cuál será su veredicto? ¿no dejarás que pase tiempo con mi amigo?- Su notoria reasidad cansaba al recibidor. Realmente no es conveniente su actitud provocativa al permitidor, pero es un problema de poco filtro que no suele controlar. Sintiéndose completamente culpable de la pelea formada Rubius decidió romper la tensión.

¿Te acuerdas de esa boda? #rubegetta #karmalandVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora