𝓔𝓵 𝓼𝓪𝓫𝓸𝓻 𝓭𝓮 𝓽𝓾 𝓼𝓪𝓷𝓰𝓻𝓮 𝓶𝓮 𝓱𝓪𝓻𝓪 𝓮𝓷𝓵𝓸𝓺𝓾𝓮𝓬𝓮𝓻
𝐘𝐚𝐧𝐝𝐞𝐫𝐞 𝐃𝐢𝐬𝐧𝐞𝐲 𝐕𝐢𝐥𝐥𝐚𝐢𝐧𝐬 𝐱 𝐑𝐞𝐚𝐝𝐞𝐫
Advertencias:
Esta es una ficción obscura por lo que cuenta con tramas y temas muy serios. No estoy a favor de lo...
Misoginia propia de la época. ❥Embarazo forzado. ❥Sangre y Gore.
(se recomienda leer en modo nocturno para mejorar la experiencia)
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«es una mañana hermosa» pensó el lord al sentir el suave calor del sol en su piel, el hombre mayor se había visto forzado a completar algunos deberes fuera de su mansión, hace bastante que el Lord no caminaba por las tranquilas calles céntricas, llenas de puestos y boutiques, las miradas de jóvenes damas, se dirijan a él, era de conocimiento público que el lord era viudo, un hombre aristócrata dueño de una gran fortuna que solo iba en ascenso. El tranquilo paseo del lord se veía constantemente perturbado por sus acompañantes, sus hijos, no paran de molestar señoritas o siendo imbéciles, aunque el Lord nunca lo diría en voz alta, pero consideraba a sus hijos bestias indignas, incapaces de hacer algo bien, el último de los acompañantes era su joven hijastro menos fastidioso que los hijos del lord, pero aun molesto, el joven rubio se quedó callado todo el viaje, comprando un par de cosas para la mansión. Al terminar sus compromisos el Lord estuvo dispuesto a volver a su hogar, no fue hasta que noto que su hijastro no se encontraba por ninguna parte, el hombre gruño molesto, el lord se alejó a sus hijos, el hombre no podía tolerar esta rebeldía por parte de su hijastro, atravesando callejones y adentrándose a una zona más solitaria, ahí sobre una hermosa fuente con agua cristalina, estaba su hijastro hablando con una joven aristócrata de gran belleza, un ángel en la tierra, el lord quedo cautivado de la hermosa joven, el lord sintió un profundo asco al ver a su odiado hijastro darle un suave beso en el dorso de la mano a la hermosa joven. El lord recorrió el cuerpo de la joven con una mirada hambrienta, el hermoso vestido en el que estaba ataviada la joven, claramente no era una doncella cualquiera, parecía ser una joven de la más alta alcurnia, el lord con una mirada dura hizo que el joven a sintiera con resignación, el rubio le devolvió la mirada a su acompañante, sus ojos irradiaban dulzura y calor. -nos veremos pronto- con un tono sedoso en su voz se despidió Cinderell dejando un suave beso sobre la enguantada mano de la joven. Ella solo asintió embelesada viendo a su amado partir acompañado de aquel hombre tan rígido, lord le dirigió una última mirada a la joven, por su mente solo podía pasar una duda sobre el estatus de la joven, el lord conocía sobre lo importante que fue la familia de su hijastro cuando aún estaban completos, así que había la posibilidad de que este encuentro entre su hijastro y la doncella fuera resultado de un arreglo, el lord frunció en seño, apretando la mandíbula, claramente el joven rubio no era digno de siquiera pensar en la joven, mucho menos de contraer nupcias. El lord bufo molesto, acomodo el elegante cuello de su inmaculado traje, se encargaría de investigar a fondo quien era aquella intrigante doncella, ambos hombres se dirigieron de regreso a donde estaban el resto de sus acompañantes, el poco tiempo de calma que le había brindado el ir caminando en silencio junto a su hijastro fue demolido por la presencia de sus irritantes hijos, la idea de deshacerse de estos estorbos por ahora solo era una fantasía… El lord una vez llegó a su gran mansión le solicito a la servidumbre que no lo molestaran, el hombre dedico varias horas a investigar a la joven, no tardo en dar con ella, su corazonada fue acertada, era una dama de alta sociedad, con una educación superior, una doncella digna. La sangre del lord escocia con la sola idea de que alguien inmundo como su hijastro siquiera tuviera la oportunidad de pensar en una dama como ella, el lord tenía que contraer alguna manera de poder acercarse a la joven, <<un baile>> fue la idea que se clavó en la mente del hombre, era la mejor idea de tener a la joven frente a frente, además podía usar el evento para deshacerse de sus hijos a través de algún compromiso, esa sería la excusa perfecta, el lord sonrió. usaría a su favor el que la joven y su hijastro se conocieran, gracias a esto podría invitar a la familia de la joven sin levantar sospechas, el lord se acercó a el mini bar de su oficina, tomo una de las elegantes copas de vino, vertió uno de sus finos vinos en ella, la tenue luz del atardecer se filtraba por las pesadas cortinas de la oficina, el hombre degusto el suave sabor del vino, disfruto su momento de relajación, el bello rostro de la joven apareció en la mente del hombre, la mente del lord divago sobre el cuerpo de la joven, imaginando su aspecto, debajo de aquellos vestidos caros y joyas elegantes… el lord seso sus impuros pensamientos sobre la joven, cuando unos firmes golpes resonaron en la puerta, el lord frunció el ceño con rudeza, había ordenado explícitamente que no lo molestara, con una voz imponente dio la orden de entrar al estudio, después del permiso, el joven rubio entro, le informó al hombre sobre la cena, la cual se encontraba lista, el lord asintió y se dispuso a ir al comedor, al parecer había pasado más tiempo del que pensó divagando sobre la joven y el cómo se escucharían sus llantos cargados de dolor. El hombre ceno con tranquilidad, ignorando lo mejor que pudo a el resto de participantes, aprovecho estos momentos para pensar a que familias les enviaría cartas, cuales eran más plausibles para arreglar un matrimonio con sus hijos, una vez terminada la cena, el hombre se alejó a su habitación, sin mediar palabra con el resto de su familia, dispuesto a tomar una digna noche de descanso… A primera hora se enviaron las invitaciones, el baile seria en una semana, el tiempo perfecto para planear el evento para que fuera absolutamente perfecto, todo el día se fue entre preparativos y tareas, fue estresante, pero había encontrado a candidatas perfectas para acordar el matrimonio de sus hijos, al fin podría deshacerse de ellos, el lord no tardo en acordar que confirmarían el compromiso en el baile, al fin, un pendiente menos, cuando la mayoría de cosas estuvieron acordadas y/o arregladas, el lord se dejó caer sobre el mullido sillón de su oficina, una copa de vino y una cara botella del mismo liquido eran su única compañía, el lord paso su mano por su cuello, buscando relajarse. La joven había vuelto a plantearse en los pensamientos del lord, ahora imaginando a la joven llena de sus hijos, vástagos que si valieran la pena, jóvenes dignos de ser nombrados sus herederos, siguió con sus pensamientos, nuevamente el joven rubio interrumpió al hombre, ahora con noticias más interesantes que una simple cena, en sus manos había una elegante bandeja de plata llena de cartas, el lord se tomó la molestia de leer cada una de ellas, todas eran confirmaciones para asistir al baile, entre ellas, la carta más esperada no tardo en aparecer, la confirmación de la familia de la joven doncella, un imponente escudo real decoraba la carta para recalcar su autenticidad, todo estaba saliendo tal cual lo había planeado… La semana paso rápido, las preparaciones terminaron satisfactoriamente, el evento seria esta misma noche, el lord se colocó prendas elegantes que favorecían su apariencia, una vez iniciado el baile la mirada de los invitados se dirigían a la imponente figura, su apariencia elegante y encantadora conseguía obtener suspiros de las jóvenes presentes, a pesar de ser un hombre maduro su atractivo se mantenía, ninguna de las presentes le interesaba, el lord buscaba a la doncella, no debería de tardar en aparecer, después de todo, la familia de la joven priorizaba las apariencias antes que cualquier otro aspecto, para evitar desperdiciar el tiempo, el lord presento a sus hijos con las mujeres que serían sus esposas una vez confirmado el compromiso. La joven doncella entro al salón de baile robando las miradas de los presentes con su hermosa apariencia, el vestido que adornaba su cuerpo enmarcaba la belleza de la joven, dándole una apariencia que rivalizaba con la de la más hermosa de las flores en la cumbre de la primavera, el lord se encamino rápidamente a ella, sin perder su estoica compostura, con un elegante saludo y un suave beso en el dorso de la mano de la joven el lord busco ganarse la simpatía de la joven, la doncella respondió el saludo de manera educada, ciertamente tenía unos modales impecables. El lord entablo una corta conversación con la doncella, buscando ser lo más atrayente para la joven, para desgracia del lord, la doncella seso su interacción al ver al joven rubio, la doncella se despidió lo más cortésmente que pudo, alejándose rápidamente del hombre dirigiéndose a paso veloz pero femenino hacia el hijastro del lord, el lord apretó la mandíbula con molestia, tendría que acercarse a la joven en otro punto de la velada… La fiesta siguió de manera encantadora, ninguna clase de inconveniente se conoció, incluso sus hijos se comportaron de mejor manera frente a sus acompañantes, el lord nunca dejo de vigilar lo que hacían su hijastro y la doncella, fue durante un breve periodo de tiempo en el que ambos se separaron, la joven se dirigió hacia los jardines de la mansión, la belleza de la joven resaltaba aún más cuando era bañada por la luz de la luna, el bullicio del salón enmascara perfecto el sonido de las voces de ambos. -esta es una noche hermosa- afirmo el lord mientras se acercaba a la joven de manera tranquila. -ciertamente lo es- confirmo la joven con una suave voz imbuida de calma. -veo que usted es cercana a mi hijastro- dijo el lord mirando directamente a la joven, sus ojos vagaron por el modesto escote de la doncella. -sí, nos conocemos desde que éramos infantes- respondió la joven con una linda sonrisa en sus labios y ojos soñadores. Si no quisiera formar algún tipo de confianza con la doncella, el lord la había sometido ahí mismo, la mención de su hijastro era una molestia total. -tengo entendido que su familia es una de las más prestigiosas de por aquí, perdone el atrevimiento, pero ¿se encuentra comprometida? - pregunto el lord cuidando sus palabras, lo que menos quería era incomodar a la joven. Era mejor sacar la duda del camino, deshacer un compromiso era algo más complejo que convencer a los padres de la joven. -no es ningún atrevimiento, mi padre tiene a algunos hombres en mente, pero nada esta oficializado- dijo ella con amabilidad, esta dama era perfecta para alguien como el, esta joven seria su esposa. -eso es algo peculiar, ya que usted es una dama encantadora- dijo el lord mientras le entregaba una de las flores del basto jardín. La joven acepto el presente, aunque de manera incomoda, ella desvió la mirada, había algo atrayente en causarle esta clase de sentimientos a la doncella, el lord coloco su mano sobre el hombro de la joven apretándolo ligeramente y atrayéndola hacia él. -eres hermosa, ese bastardo no debería siquiera tener una oportunidad de verte- la voz del lord resonó con un eco siniestro, el cuerpo de la joven se puso rígido, el aliento del lord acaricio suavemente el cuello de la doncella, el lord coloco su mano libre sobre la cintura de la joven, rozando la parte inferior del pecho de la joven con su pulgar. La doncella incomoda intento romper el contacto, el hombre soltó una ligera risa al ver el patético intento de la chica por liberarse. El lord la soltó cuando la joven amenazaba con llorar, pero antes, beso a la joven con rudeza, causando un grito reprimido por parte de chica, una vez liberada, la doncella lloro libremente, el lord volvió a la fiesta con una renovada energía, a lo lejos, entre la multitud su hijastro buscaba a alguien, se podía notar ligera preocupación en su semblante, cuando las miradas de ambos hombres se conectaron un destello de rabia brillo en los ojos del joven rubio, el joven rápidamente camina hacia donde se encontraba el lord, ignorando al hombre maduro, el rubio llego a los jardines, donde se encontró con la desagradable escena de su amada doncella llorando, el joven rubio sabía que esto era culpa de su padrastro, la impotencia inundo al joven, no podía hacer nada, no por ahora… La fiesta finalizo de manera satisfactoria, no solo había tenido la oportunidad de aprovecharse de la joven y sentirla, aun podía sentir el sabor de los labios de la doncella, los compromisos quedaron cerrados, pronto se desharía de sus hijos, luego vería que hacer con su hijastro, deshacerse de el sonaba tentador, pero por ahora, tendría que mantenerlo cerca… El lord disfruto de una agradable noche de descanso, la joven volvió a manifestarse en los sueños, ahora siendo totalmente sometida por el hombre, imaginándola llorando y rogando por piedad, una vista hermosa. El lord siguió con un día normal, termino sus deberes y disfruto de una deliciosa copa de vino, el lord decidido leer hasta entradas horas de la madrugada, la mente del lord se perdió entre las maravillosas palabras de aquella bella novela, sonidos antinaturales resonaron por los silenciosos pasillos de la mansión, el lord dejo de lado su gratificante lectura, ninguno otro habitante debería estar despierto. El lord salió de su oficina de manera silenciosa, tenía que encontrar quien era el causante de la perturbación, siguiendo el sonido de los pasos, aun manteniendo la distancia el lord pudo notar que el causante de los ruidos era su hijastro, la curiosidad se apodero del lord <<¿A dónde va?>> se preguntó el lord, cuidando de hacer el menor ruido posible, el joven rubio guio al hombre a través del bosque, la luz de la luna se filtraba por entre las ramas, la energía del ambiente era pesada, y a pesar de lo confuso que podría resultar el paisaje el joven no titubeo en ningún momento, como si su camino a seguir estuviera tatuado en la memoria del joven rubio. el hombre no podía evitar divagar sobre las intenciones del joven al venir aquí, el hombre se resguardo detrás de un imponente y grueso árbol, aun espiando las actividades del joven. El joven entro al antiguo kiosco de roca amenazado por ser consumido por la naturaleza, el joven miraba expectante a su alrededor, a modo de una sorpresa desagradable, aquella joven hermosa que no podía alejarse de la mente del lord, estaba presente, llevaba un vestido mucho más sencillo que con cualquiera que la hubiera conocido, cubierta con una capa sencilla para cubrir su identidad, ambos se saludaron con un suave beso, el lord apretó los puños al ver la situación, aquellas risas suaves y palabras de amor eran una tortura para el hombre, la rabia amenazaba apoderarse del hombre, el lord respiro profundamente, necesitaba calmarse, actuar en este momento seria destruir cualquier tipo de oportunidad de estar con la joven, el hombre se tragó su rabia, y se dedicó a escuchar la conversación de los jóvenes, buscando algún tipo de información relevante, lo cual consiguió. -me temo que nos tenemos que despedir amor mío- dijo el joven rubio mientras acariciaba una de las mejillas de la joven, dedicándole una mirada cargada de dulzura. Ella suspiro suavemente, coloco su mano sobre la del joven rubio, le dedico una mirada amorosa y le hablo. -de acuerdo, te esperare mañana aquí mismo- dijo la joven para después plantear un suave beso sobre los labios del rubio. Ambos se despidieron una última vez, el lord sonrió ante la importancia de esta información, el lord espero a que ambos jóvenes se alejaran, el lord inicio con la maquinación de un plan, aprovecharía esta situación para sacar ventaja, aplastaría a cualquiera que intentara interponerse en su camino… El lord no pudo descansar en toda la noche, este era un momento decisivo, no salió de su despacho en toda la mañana, gracias a este tiempo libre, el hombre pudo terminar de afinar su plan, la mejor idea era acercarse a la familia de la joven, gracias a su prestigio, al lord no se le complicaría formar una alianza con los padres de a joven, incluso la joven podría ser la condición de la unión. El lord salió de su oficina, buscando un merecido descanso, quizás una té relajante era la mejor opción para ayudar a su cansado cuerpo, antes de poder llegar a la opulenta cocina del recinto la conversación de sus hijos vapuleo la paz del hombre, el lord se dedicó a escuchar las vulgares palabras que emanaban de la boca de aquellos a los que alguna vez llamo hijos, el objetivo de sus comentarios vulgares era su anhelada doncella, comparándola con un pedazo de carne, cada una de las fantasías era más repugnante que la anterior, la poca simpatía que aún le tenía a sus hijos se desvaneció de manera inmediata. El par de bastardos se casarían en una semana, solo tenía que soportar esto un poco más, y se podría deshacer de aquellos lastres, cada vez que veía a su hijastro recordaba la cercanía que tuvo con su doncella un sentimiento de frustración se instalaba en el pecho del hombre, la semana paso relativamente rápida, las ceremonias sucedieron con un par de días de distancia, fueron elegantes y marcaron una unión con otro par de familias poderosas, el lord estaba más tranquilo, sabía que si no fuera por su intervención, el par de bastardos no hubieran podido conseguir nada bueno. Ahora con la mansión mucho más vacía todo era diferente, el lord pudo notar que el joven se encontraba disperso, su ente divagaba constantemente y sus ojos azules tenían un aura soñadora constante, como si esperara algo, el lord noto que un par de cosas desaparecían con relativa frecuencia, en su mayoría objetos relacionados a una supervivencia básica, el lord no quería aceptar la situación, pero todas las señales apuntaban a una fuga, lo que más le preocupaba era que la joven doncella también estuviera involucrada, al llegar el séptimo día el lord noto que las cosas habían dejado de desaparecer, por ende, el joven ya había cumplido con lo que necesita para huir, el lord no lo permitiría, como aquel fatídico día que encontró a los jóvenes confirmando su amor. No permitiría que el la alejara, el hombre tomo una de las elegantes cuerdas que se utilizaban para retener las pesadas cortinas, la enrollo en sus manos tensándola, probo la rigidez del material, bastaría para cumplir su propósito, el hombre mantuvo la cuerda con él durante el resto del día, planeaba interceptar al joven al anochecer, antes de que pudiera abandonar la mansión, las horas pasaron lentamente, aumentando la ansiedad dentro del hombre, su cuerpo estaba tenso, sujetaba la cuerda con firmeza, en este momento solo podía esperar. El tiempo al final cumplido su plazo, a estas horas el joven debería estar legando a la cocina, el lord sujeto la cuerda, había llegado el momento, a paso firme pero elegante se encamino a la cocina del lugar, el sabor dulce de una inminente victoria inundaba su boca, disfrutaría de casa segundo, el lord miro al joven rubio estaba pronto a salir, llevaba una maleta de piel color caoba, sus suposiciones habían sido correctas, el pequeño bastardo rubio estaba intentando escapar, antes de que el joven pudiera atravesar el umbral de la puerta, el lord paso la cuerda sobre el cuello del joven, haciendo la presión suficiente para desequilibrar al joven rubio. El joven rubio trato de alejarse del lord, la fuerza sobre el cuello del joven no seso, la cuerda laceraba la sensible piel del joven, desgarrando la piel dejando marcas sanguinolentas, que dejaban fluir el espeso liquido rojo por el cuello del joven, su tráquea se contraía y su cuello iba cediendo lentamente, la respiración del joven se volvía irregular, las lágrimas fluían libremente y gemidos entre cortados eran emitidos por la poca voz que le quedaba, el joven desgarro la yema de sus dedos en un intento desesperado por liberarse, las uñas se partieron, arrancándose completamente, la sangre tiño las hebras de la fina cuerda, los labios del joven empezaron adquirir tintes azulados, aquellos bellos ojos empezaron a perder el color de la vida lentamente, el hombre no se detuvo hasta que el joven rubio dejo de moverse, el joven cayo de manera dura, no hubo ninguna clase de movimiento, incluso sus ojos seguían abiertos, con el vacío típico de la muerte llenándolos. Esto no le basto al lord, el hombre coloco su pie, vestido con un rígido pero elegante zapato, el lord aplico fuerza sobre el maltratado cuello del joven, no se detuvo, aumento la fuerza de su aplaste hasta que el enfermizo sonido de los huesos ceder, el lord respiraba con fuerza, la adrenalina inundaba cada fibra de su ser, si lo que dijo la doncella era cierto, ella estaría esperando a su querido amante, el hombre sonrió ante la idea de que ella jamás lo viera llegar. El lord levanto la cuerda, su antes pulcro color hueso termino con manchas rojas y tintura rojiza alrededor de las mismas, el hombre se relamió los labios, era momento de ir a ver a su amada doncella. El antes desconocido bosque se convirtió en un lugar familiar, después de seguir al joven constantemente el camino hacia aquel abandonado kiosco había sido grabado a fuego en su memoria, la luz de la luna dejaba un aire fantasioso y onírico, el hombre no tardó en llegar a donde esperaba la joven, ella también iba acompañada con una maleta, se le veía preocupada, era mucho más tarde que sus habituales reuniones, la ansiedad era más que clara en la joven, mirando a todo el lugar como un pequeño ratón asustado, cuando la temerosa mirada de la doncella se encontró con la frialdad y dureza de la del lord, un escalofrío recorrió la medula de la doncella, su sangre se empezó a congelar, un leve temblor inundo a la doncella. Una emoción enfermiza se hizo presente en el pecho del lord, incluso en su terror, la joven era hermosa, no podía evitar pensar en lo maravillosos que serían sus hijos, a paso firme el lord de acerco a la joven, esta se alejó, quedando acorralada contra la roca musgosa de aquel kiosco. -no se me acerque- exclamo la joven, tratando de sonar firme, aunque su suave voz plagada de inseguridad y miedo no ayudaba a su cometido. El lord sonrió, disfrutaría de arrancarle estos pequeños arrebatos de valentía, haría que cada una de estas insubordinaciones fueran pagadas con sangre, el lord tomo la cuerda ensangrentada, con un elegante ademan el hombre le tendió el arma homicida a la doncella, deseaba hacerle saber lo que le había hecho a su amante, quería que ella supiera que no tenía escapatoria. Las temblorosas manos de la doncella sujetaron débilmente la cuerda, su mirada incrédula sobre el objeto prontamente se transformó en una de horror, su labio temblaba y las lágrimas fluían libremente por el bello rostro de la joven. -¿Qué le ha hecho?- pregunta la joven con un tono lastimero, sus manos apretaban la cuerda con fuerza, aun con un fuerte temblor en ella. -su cuello fue muy frágil… me pregunto si el de usted será igual- dijo el lord en un tono siniestro, las palabras cripticas fueron más que suficiente para que la joven dedujera lo que sucedió. La mirada horrorizada de la joven se dirigió hacia el lord, ella intento alejarse, trato de llegar a las escaleras del lugar, buscando alejarse lo más posible de aquel hombre aberrante. la joven utilizo la pesada maleta de piel que llevaba para golpear las piernas del hombre, buscando alejarlo de ella, al lograr desestabilizar el hombre, la joven intento correr, la furia del lord incremento rápidamente, haría que esta estúpida criatura se arrepintiera de esto por toda su vida, la joven ya se encontraba al pie de las escaleras, el lord se aproximó a ella con rapidez, antes de que ella pudiera alejarse más, el lord sujeto con fuerza el cabello de la doncella, jalándolo con brutalidad, la joven intento soltarse, gritos de dolor eran emitidos por los suaves labios de la joven, esta miraba aterrada a el hombre. El lord arrojo a la joven contra el duro y cubierto de maleza suelo de roca, ella lo miro aterrada, incluso en el piso ella intento alejarse, aunque en estos momentos era inútil, el pánico que se apoderaba de la joven le impedía hacer cualquier acción con libertad, sus zapatos se enredaban contra la tela del vestido que portaba la doncella impidiéndole avanzar correctamente. El lord aflojo la elegante corbata que llevaba sobre su cuello, el hombre se impuso sobre la joven, dejándola en total vulnerabilidad, el hombre se colocó entre las piernas de la joven, el lord le dedico una mirada hambrienta a la doncella, coloco sus manos en las piernas de la joven, empezando a levantar la falda de vestido, la joven intento evitar esto, buscando bajar nuevamente la tela, el lord se molestó por esta acción, el hombre alzo su mano y golpeo con fuerza el rostro de la joven, su nariz sangraba profusamente junto con sus labios, la doncella sollozo con fuerza, cesando sus luchas e intentos de defensa, la joven sabía que había perdido, no podía hacer nada más que llorar y rezar porque todo termine. Una vez el lord noto el abandono de lucha, levanto la falda totalmente, la doncella giro su rostro lleno de vergüenza aun sollozando y sangrando, el hombre desgarro la barrera de tela que protegía la pureza de la joven, una vez totalmente expuesta la humillación inundo a la doncella, el estómago de la joven se revolvió y las ganas de vomitar se hicieron presentes. La mirada hambrienta del hombre solo se intensifico siendo acompañada de una sonrisa sádica, el lord no quedo conforme con el estado de la joven, el lord sujeto el área superior del vestido, la doncella intento evitar esto, aunque fue repelida rápidamente por el hombre, el lord rasgo con fuerza la tela dejando el pecho de la joven expuesto. La doncella desvió la mirada, no quería ver lo que le sucedería, el lord froto su erección sobre la tela que la retenía, el hombre apretó el pecho de la joven con una de sus manos lastimando la suave carne de la doncella, mientras que con su otra mano, el hombre libero su erección, el lord dejo de molestar el cuerpo de la joven con la intención de reacomodarse entre las piernas de la joven, el lord apretó con rudeza el área interior de los muslos de la joven dejando marcas violáceas sobre la suave piel de la doncella, la erección del lord se colocó justo sobre la entrada de la joven, la doncella cerro los ojos con fuerza y rasgo la yema de sus dedos al apretarlas con fuerza contra el suelo rasposo. El lord penetro con rudeza a la joven, esta última soltó un grito adolorido, la brutal intromisión dejo sangrando a la joven, tiñendo tanto la erección como las piernas de la joven con aquel tinte carmín, el hombre siguió con poderosos embates buscando causarle la mayor cantidad de daño a la joven, se aseguraría de impregnar con su semilla a la doncella, sería la madre de sus hijos, lo quiera o no. La joven perdió la noción del tiempo, no había manera de luchar, su mente divagaba, hubiera deseado que esto no hubiera pasado, ella soñaba con casarse con su amado, no siendo devastada por este hombre, la doncella siguió divagando mientras el ardor y dolor penetrante causado por los brutales embates del hombre desgarraba su cordura lentamente. La mente de la doncella siguió divagando tratando de no pensar en el dolor de los poderosos embates del lord, el hombre emitía algunos gruñidos y gemidos ahogados, el lord siguió martirizando cada área de piel expuesta, dejando moretones sobre el pecho de la joven, el hombre acerco su rostro al de la joven, forzando un rudo beso, la joven cerro sus ojos con fuerza, el aroma plasmático en el ambiente dejaba entrever que en ningún momento había dejado de sangrar. El lord dio una fuerte estocada final, liberando su carga dentro de la joven, las ganas de vomitar de la doncella aumentaron al sentir el espeso liquido demarrarse en su interior, el hombre retiro su miembro de la maltratada intimidad de la joven, la sangre aun teñía la carne del hombre, mientras que su propia sangre se encontraba en sus piernas, la joven se veía exhausta, sus ojos a medio cerrar, hinchados por el llanto se veían cansados, con ojeras formándose debajo de estos, al parecer las heridas de la cara habían dejado de sangrar, el hombre arreglo su ropa y busco calmarse, una idea sórdida se planteó en su mente. El lord arreglo a la doncella un poco, cubrió la parte arruinada de su vestido con la capa, la obligo a sentarse e incorporarse, pequeños gimoteos de dolor confirmaban el deplorable estado de la joven, sus piernas temblaban y no opuso ningún tipo de resistencia, el lord la sujeto con rudeza, no le interesaba herirla más, el hombre arrastro a la doncella por el bosque, la mirada perdida de la doncella resultaba encantadora para el lord. Cuando la doncella cayo en cuenta del lugar al que se dirigían, su débil cuero de puso rígido y un temblor se hizo presente, ella negaba con la cabeza, pequeños y lastimeros “no” eran emitido por sus sangrantes labios, llevarla a su hogar al parecer estaba surtiendo efecto, el lord hizo caso omiso a las objeciones de la joven, una vez llegada a la imponente puerta de madera tallada, la doncella intento esconderse entre la gruesa capa que portaba <<patética>> pensó el lord al ver la vulnerabilidad de la criatura. Tras golpear la puerta, una de las sirvientas abrió la puerta, emitió un grito ahogado al ver el estado en el que encontraba la joven, la mujer les permitió pasar y fue prácticamente corriendo a darle aviso a los padres de la joven de tal aberrantes noticias. Otra de las sirvientas encamino al lord a una acogedora y cálida sala de estar, separándolo de la doncella en el proceso, el lord sonrió, si sus conocimientos acerca del padre de esta familia no fallaban, la doncella seria suya esta misma noche, el hombre se sentó en uno de los elegantes sillones, aceptando el ofrecimiento de una de las sirvientas para traerle alguna bebida, ahora solo tenía que esperar… Los padres de la joven llegaron rápidamente, la mirada de la madre estaba afligida, claramente agobiada por el temor de lo que le hubiera sucedido a su hija, mientras que el padre tenía una mirada dura, claramente molesto, aunque no se podría saber hacia quien estaba dirigida, la joven tembló aún más al sentir la mirada acusatoria de su padre, el padre camino hasta encontrarse cara a cara con la joven, el padre sujeto el rostro de la doncella con rudeza, y lo levanto, forzando el contacto visual. -padre, yo…- trato de hablar la joven, su garganta se encontraba reseca por tanto llorar, su voz afónica apenas era entendible. -mírate, no eres más que desperdicio- interrumpió el padre con dureza, el corazón de la joven dio un vuelco, en el fondo, la doncella esperaba que su padre tuviera piedad con ella. -padre por favor- intento defenderse la joven una vez más, no quería creer que su padre le hiciera comentarios tan horridos. -deshonraste a esta familia, no eres más que una puta- el padre de la joven la arrojo con fuerza al suelo, la joven solo podía llorar, no sabía lo que le sucedería ahora, quizás la muerte seria lo mejor. La madre se mantuvo callada, nunca interfirió ante la situación desafortunada en la que se encontraba su hija, siempre mantuvo la cabeza baja, dedicándose a ser un testigo. -no permitiré que sigas dañando nuestra reputación- amenazo el padre de la joven, antes de poder marcar una sentencia para la doncella una de las sirvientas se acercó al enojado padre, para comentarle quien era aquel que había traído a la doncella de nuevo a su hogar. Una vez dada la información el padre se calmó un poco, esta noticia le daba otra idea de qué hacer con la desgracia a la que alguna vez llamo hija. -tienes suerte de que un hombre como él se haya fijado en una basura como tú, en cuanto tu rostro deje de dar asco, te casaras con el- declaro el padre dispuesto a regresar a sus aposentos acompañado con su esposa. -padre, por favor, no, se lo ruego- rogo la joven, sus padres no podían hacerle esto, el padre le dedico una mirada inundada de desprecio. -tienes que aprender cuál es tu lugar, recomendaría que te prepares- el hombre dio por terminada la conversación, un par de sirvientas ayudaron a la doncella, tratando de calmarla, la doncella siguió llorando mientras era dirigida hacia sus aposentos… El lord bebió su copa de vino con tranquilidad, disfrutando de su victoria, el padre de la joven se acercó al lord, rápidamente pactaron un compromiso, en cuanto la doncella se recupere se llevará todo acabo, el lord se despidió del padre de la joven, después de todo tenía que deshacerse de cierto problemita… La joven se recuperó, el día de la boda llego rápidamente, la joven se encontraba ataviada en un hermoso vestido blanco, su belleza era equiparable a la de los ángeles, la ceremonia se llevó a cabo sin problemas, un evento concurrido, lleno de gente aristócrata, la preocupación de la novia solo aumentaba entre más se acercaba la fatídica noche de bodas, no se sentía con el poder de sobrevivir otra noche con aquel hombre. La noche de bodas llego, ahora en un lugar desconocido, la fría mansión que se convertiría en su prisión, una vez los recién casados llegaron a los aposentos que tendrían de compartir el tormento de la novia iniciaría, el lord sujeto los hombros de la joven acercando su rostro al cuello de su esposa. El hombre le planteo un suave beso sobre la perfumada piel de su esposa, el lord retiro lentamente el costoso vestido, le interesaba disfrutar de esta noche, sin tener que usar violencia sobre la joven. Su esposa no opuso ningún tipo de resistencia, se dejó desnudar, quedando nuevamente expuesta ante este hombre, no tenía interés en protestar, no le quedaba nada, el lord recostó a la joven en la cama, colocándose nuevamente entre sus piernas, el hombre no tuvo que usar la misma fuerza que la vez anterior para conseguir separar las piernas de la joven, el lord nuevamente se impuso sobre la joven, volvió a tomarla, ahora tomándose su tiempo, disfrutando cada embate, cada expresión y movimiento proveniente de su ahora esposa. Se aseguraría de impregnar a la joven con sus herederos, el lord siguió embistiendo a la joven, esta vez no hubo sangre, aunque las heridas físicas ya no eran un problema, pero la joven se cuestionaba si su mente podría aguantar lo que sería su nueva vida, el hombre siguió molestando a la joven, ahora ella seria suya, por lo que le quedaba de vida, lo mejor era que la joven aprendiera cuál era su lugar ante él. El hombre nuevamente volvió a pintar de blanco las entrañas de la joven, una joven como ella no tardaría en quedar en cinta, el lord salió de la joven mirando como una pequeña parte del líquido seminal abandonaba el cuerpo de la joven, el sentimiento de asco y humillación quedaron instalados en la joven, el hombre se recostó en la cama dispuesto a tomar un descanso, su esposa no pudo conciliar el sueño tan fácilmente, lo único que ella esperaba, era no tener una de sus constantes pesadillas…
✴ ꧁⁕❁⁕꧂ Epilogo ꧁⁕❁⁕꧂ ✴
La mujer clavo su mirada en la pequeña figura que corría por el hermoso jardín, decorado con coloridas flores, su pequeño hijo jugaba con un gran perro negro, la mujer disfrutaba la vista mientras dibujaba con precisión aquel bello jardín, sonrió al ver a su pequeño de cuatro años correr hacia ella, con un par de flores en sus manos, el niño se las regalo a su madre, la mujer estaba complacida. El padre del niño era duro con él, buscando formar a un heredero digno, la mujer aprovechaba cualquier momento en el que estuviera a solas con su criatura, ya que era el único momento en el que podría tratar de educar con amor a su hijo, la mujer suspiro, no importa cuánto trate de llevar una vida normal, los recuerdos aun dolían al igual que los constantes abusos, por ahora, su bebé era lo único que la mantenía anclada a su pesadilla. ꧁꧂꧁꧂꧁꧂꧁꧂꧁꧂꧁꧂꧁꧂
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