• Cap 3 •

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Juan Alberto entró en la sala de reuniones, su mirada se posó en los presentes quienes se encontraban sentados platicando, de pronto su mirada se quedó suspendida viendo a la mujer que estaba a lado de Duarte. Era una auténtica sorpresa.

¿Era ella? ¿De verdad era ella? la observo recociéndola, sí, era ella. ¿Pero que hacia ahí? ¿Es que acaso era la nueva defensa de Duarte o es que venía con él? Tal vez era su nueva esposa. Se preguntaba mientras sus ojos seguían viéndola con cierto asombro. ¿Cuándo había sido la última vez que la había... visto? No termino de formular la pregunta porque los recuerdos vinieron a su mente.

Sintió una mirada sobre ella, observándola, inquieta por ello levanto la vista de los documentos que tan minuciosamente estaba leyendo y se encontró con la mirada de aquel hombre que sabía muy bien que después de tanto tiempo ese día volvería a ver.

Había dudado en aceptar aquella oferta por parte de Duarte, sabía muy bien que Juan Alberto Montiel llevaría de ahora en adelante el caso, y eso implicaría hacer una mancuerna. Desde la última vez que lo había visto había deseado no volver a verlo nunca más, y ahora estaba ahí, en su firma, y en su sala de reuniones.

Viéndolo ahí frente a ella, estaba deseando decirle a Duarte que rechazaba el caso. Pero como hacerlo, no podía, como tampoco podía negarse a sí misma al reto que conllevaba aquel juicio, por más que eso implicara trabajar con él. Sabía muy bien que si llegaban al triunfo aquello contribuiría un logro importante a su carrera y estaba en esto para ganar.

No sabía si lo que había percibido por un instante en sus ojos era sorpresa, pero si sabía que los dos se estaban observando curiosamente, reconociéndose.

Aquel hombre que tenía frente a ella era Juan Alberto Montiel, mejor dicho él "implacable" Licenciado Montiel, sitio correr por su cuerpo aquel coraje que desprendía hacia él cada vez que a su mente venia aquellos recuerd...cuantas ganas tenia de decirle que había sido un completo..., una ola de recuerdos la inundó por un instante, no podía permitirse recordar, queriendo romper con ellos y con el contacto de su mirada se levantó de su asiento al igual que los presentes.

Juan Alberto rompió también con aquel recuerdo, entro por completo a la sala de reuniones seguido por Adolfo, quien se había quedado observando aquella escena. Para él no pasó desapercibido la sorpresa que había visto en los dos, y mucho menos el odio que la mirada de ella trasmitía, la entendía, pero habían pasado muchos años.

Duarte se encamino hacia ellos estirando su mano hacia Juan Alberto.

D-Juan Alberto, supongo que ya te comento Adolfo la decisión que he tomado, espero que no tengas ninguna objeción por que no estoy aquí para ello, he! quiero una defensa fuerte y con los mejores. Por eso mismo estoy aquí.

JA- No te preocupes, tengo que admitir que fue algo inesperado pero entiendo tu decisión, y más en las condiciones que ahora se han dado. Agradezco que me permitas representarte - Correspondió al saludo.

D- Espero que no me decepciones, necesito salir ileso de esto. Tengo en juego mi reputación, mi dinero y toda una vida en el negocio, tienen que ganar en el tribunal por que estarán los mejores, y yo los tengo, por eso mismo está aquí la mejor abogada en acusaciones infundadas. Juan Alberto te presento a la Licencia Mireya Zambrano.

JA-Licenciada- Su tono de voz conciliador, no dejaba ver rastro de la sorpresa que se había llevado minutos antes al verla, como todo un caballero extendió la mano.

My-Licenciado Montiel que gusto volver a verlo- estrecho fuerte y rápidamente su mano.

D- ¿Lo conoces? pero si tu...

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⏰ Última actualización: Dec 17, 2023 ⏰

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