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Los gemidos de Jeremy hacían eco en los tímpanos de Joshua. ¿Por qué nadie antes le había dicho lo bien que su amigo se oía en estas situaciones? Acariciando con paciencia su cintura y caderas, y besando tan apasionadamente su cuello, sintió como las manos de Jeremy ascendían de sus brazos a sus hombros.

Ninguno sabía lo que estaban en realidad haciendo, mucho menos Jeremy, que cegado por la atracción secreta que siempre tuvo por Berrycloth, olvidó por completo que estaba en una relación. Hubo un pequeño momento en el que Thomas quiso entrar en su mente, pero todo pensamiento relacionado con él, se vio opacado por lo bien que se sentía tener a su amigo tan cerca de él.

Separando al menor de su nuca, miró esos ojos oscuros, parando todo movimiento en ellos. Joshua correspondió a su mirada, la cual bajó segundos después a los labios de Jeremy. Cyrus tenía la boca entreabierta, dejando entrar a esta algunas cuantas gotas de agua que bajaban aún de la llave.

Su boca se veía tan apetitosa.

Joshua no aguantando más, lo pegó a la pared y estampó sin previo aviso sus labios con los del contrario. Sabía tan bien. Jeremy sabía tan jodidamente bien.

Cerrando a ciegas la regadera, descendió sus manos por las caderas de Jeremy, haciendo a este gemir por su gélido y a su mismo tiempo tan caliente tacto. Parando estas en sus muslos, y alzándolo, hizo que al pelinegro enroscar sus piernas en su cintura, a su mismo tiempo que este le abraza por el cuello; todo esto sin haber hecho una interrupción a su primer beso.

Separándose un poco de los labios de Jeremy, Joshua le quedó mirando por un rato el rostro, esto hizo pensar a Cyrus que quizás el momento en el que se arrepentía de sus acciones había llegado tan pronto, pero aún más tardado de lo que alguna vez quiso.

—Me encantas tanto —musitó Joshua.

Y con esta confección que le robo el aliento, sintió como su boca era una vez más asaltada por la de su amigo. Jeremy gemía en fascinación. Ambos lo hacían, dándole al contrario la mejor dicha al escucharle.

En un movimiento atrevido, Jeremy con ganas de obtener más del contrario, abrió su boca para adentrar su lengua a la de Joshua, dando esto pie a una caliente y obscena pelea entre ellas. Todo estaba sintiendo tan fogoso, al punto que Jeremy sintió como de su pene estaba ya saliendo pre-semen, y queriendo hallar su placer absoluto, empezó a frotar su trasero con la tan endurecida entrepierna de su amigo.

Joshua gimió tan ronco, que hizo traer a Jeremy a su mente una de sus tantas fantasías:

—Te la quiero chupar —declaró, sin titubeos.

No esperando una respuesta, se vio bajando del agarre de Joshua, para arrodillarse en el suelo. Lamiendo con anticipación sus labios, alzó su mirada para ver el rostro de Berrycloth, mientras que con una de sus manos le tomó el pene desde la base y subía hasta el glande, el cual acarició con su pulgar. Se podría decir que estaba "tanteando el terreno", puesto que luego se lo llevó a la boca, escuchando inmediatamente los jadeos y gemidos roncos que brotaron del pecho de su mejor amigo.

Sacando el endurecido miembro de su boca, alzó una vez más su mirada, topándose conque el dueño de este tenía sus ojos cerrados.

—Mírame Joshua.

Y así hizo el nombrado.

Jeremy quería que su amigo le viese. Que se diera cuenta de que quien se la estaba mamando era él, un hombre, y no una de las tantas chicas con las que solía frecuentar.

Teniendo por fin la entera atención del castaño, se inclinó una vez más con su boca, para tomarlo.

Joshua sentía que esta estaba cerca de su preciado orgasmo, pero él no quería llegar de este modo, por lo que haciendo poner de pie a Jeremy, empezó a besar su cuello ferozmente.

Colisión: Las duchas #1 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora