Misfortune and violence

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Chuuya es alguien extraño, ha tomado muchas malas decisiones que lo han llevado hasta donde está.

Herido críticamente, en su celo y en un basurero.

¿No puede simplemente tener un descanso? Maldice a N, maldice a Rimbaud y a Verlaine, maldice a Shirase, a Shibusawa y a Dazai Osamu.

—¿Estás bien?

Chuuya quiere ser sarcástico, hasta que un olor llega a su nariz entre toda la basura «Un alfa»

Chuuya sabe que ahora está en aun más problemas.

Chuuya realmente necesita un descanso.

No es que Chuuya sea pesimista, en realidad es el primero en seguir adelante a pesar de lo malo de las situaciones.

Llámenlo loco, pero está completamente seguro de que no está en una buena situación.

Estaba en una misión, y ahí estuvo el primer error de hoy, Chuuya no revisó su calendario antes de aceptar.

Siendo un omega, tiene un periodo de calor de 3 días una vez cada 35 días, por lo general no suele aceptar misiones tres días antes de su calor, porque uno nunca sabe qué es lo que puede pasar.

A veces el estrés puede adelantarlo o retrasarlo, a veces tu ciclo puede moverse por mera obra de la deidad en la que creas o por mera mala suerte.

El punto es que Chuuya no verificó su calendario, si lo hubiera hecho habría visto que su ciclo iniciaría, si todo iba de acuerdo al plan, mañana.

Se podría intuir con bastante facilidad que eso salió mal.

No es que el celo lo vuelva un ser inútil o algo así, Chuuya está acostumbrado a pelear incluso en el día más pesado de su calor, pero definitivamente es más difícil.

Sus piernas se acalambran, fiebre, mareos y dolor, eso es lo que, al menos Chuuya, siente en su celo cuando no se encarga de él.

Además se vuelve presa del pánico, Chuuya creció en las calles, Chuuya ha visto cosas horribles que le sucede a los omegas vulnerables.

Él está aterrado, no quiere ser vulnerable, no puede serlo.

Es un ejecutivo, un rey, un líder. Aunque le duela cada paso que da, no puede dejar de avanzar.

El miedo y el dolor, esa no es una buena combinación, entonces fue herido de gravedad y huyó, no es propio de él hacerlo, pero estaba aterrado, tan aterrado de ser vulnerable y que ellos… Que ellos se aprovecharan.

Terminó en este basurero por una razón, para ocultar su olor, el parche en su cuello se perdió en la pelea y su teléfono también, tampoco es capaz de moverse lo suficientemente rápido como para asegurarse un regreso seguro a casa.

Encontró un sillón abandonado y ahora se encuentra mirando al cielo en espera a sentirse un poco mejor.

No sabe como fue encontrado por esta persona.

Levanta la mirada y piensa que el universo es un lugar jodidamente divertido.

Kunikida Doppo, ADA.

Lo recuerda, el nuevo compañero de Dazai, le sirve, puede llamar a Dazai ahora, Dazai

—¿Tú qué crees?— Cuestionó con cierto hilo de sarcasmo en su voz.

Lo observa, está a una distancia prudente, manos en alto en señal de que viene en son de paz, sin armas, sin segundas intenciones.

—Juzgo que necesitas ayuda.