Tal vez era demasiado frágil
y me faltaban las fuerzas,
pero ya no soy esa niña debil
y puedo abrir todas las puertas.
Tal vez tenía demasiado miedo
y prefería ocultarme,
pero ahora siento que ya puedo
y nada puedo atarme.
Tal vez me preocupaba demasiado
y no era propensa a ariesgar,
pero eso forma parte de mi pasado
y ahora prefiero apostar.
No me importa cuantas veces
me han hecho caer,
derribaré las paredes
y empezaré a correr.
No importan las heridas
que provocan en mi piel
no voy a amargarme la vida
y a mis principios seguiré fiel.
No importan las enfurecidas olas
que me hunden en el mar.
Camino fuerte y sola
tengo un camino que continuar.
A mi manera soy feliz
incluso con todos mis defectos y complejos.
No me importa ver cada cicatriz
cuando me miro al espejo.
Signica que luche por lo que me importaba.
Ya no soy aquella cría
que de ti todo lo esperaba.
Solo en la orilla cada día.
Antes creía que era más sencillo
y se podía alcanzar la felicidad,
pero el espejo roto del pasillo
me hizo ver la realidad.