cuarenta y cinco.

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Cuando eran chiquitos, los papás de Souya decidieron mandar a los gemelos a campamentos de verano por separado, dejándolos solos.

Haruchiyo fue enviado al mismo que Angry por haberse portado mal, Takeomi dijo que de eso aprendería.

En ese horrible lugar, una noche unos pendejos mayores que ellos empezaron a molestar a Souya, diciéndole que habían monstruos que se lo comerían y su hermano mayor no estaría ahí para salvarle el pellejo.

Esos mal cagados disfrutaban de ver llorar al niño de rizos, pero sus risas se fueron al carajo cuando Haru llegó a darles su merecido. Angry trató de no ser visto mientras lloraba pero Sanzu le hizo mirarle, le juró que no se separarían lo que durará el campamento y él lo cuidaría de esos pendejos y los monstruos que le dijeron.

—Tranquilo, si esos idiotas vuelven, les bajaré hasta sus últimos dientes de leche.

—No me dejes solo, Haru. . .

—No lo haré, lo prometo.

—No lo haré, lo prometo

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cortitos || SanGry.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora