En los límites de Dreamtale un joven de ropas blancas en X se encontraba ingresando a la ciudad sobre su corcel de pelaje negro, la noche se mostraba calmada iluminando su camino entre las farolas hasta el castillo, paró frente a este y bajó del corcel yendo a dejarlo en un establo y luego ingresando en las estructuras de la fortaleza. —Rey Nightmare, el resto de caballeros aún están en guardia por el bosque, tal parece que aún nos mantenemos a salvo como todas las noches. — Habló el chico haciendo una reverencia ante en gobernante de huesos azabache. —Entendido, ya puedes ir al siguiente puesto, Cross. Pero te pediré algo, Dream estará en su cuarto bajo llave, pásalo por alto, no tiene permiso a salir esta noche. — Respondió sin siquiera mirarlo. —¿Se me permite saber por qué?
—No está en tus asuntos, solo haz lo que te dije. — El guardia asintió y empezó su caminata por los pasillos y escaleras yendo a los cuartos del segundo piso allí revisó si las habitaciones estaban en orden comenzando por las de los consejeros del rey y príncipe, siguió por las extras y al final del pasillo se detuvo frente a la madera tocando la puerta con delicadeza. —Príncipe ¿Se encuentra bien? — Preguntó en un susurro asegurándose de que nadie estuviera viendo... Esperó pero no hubo respuesta hasta un rato después. —Cross, sácame de aquí por favor. — Respondió una voz adolorida tras la puerta. Claramente no se le era permitido hacer eso, iría en contra de lo dicho por su rey. Aunque siendo sinceros su lealtad siempre estaría del lado del príncipe, su palabra era más honesta que el de apariencia nocturna. —Enseguida. — Respondió y entre las llaves que portaba – Qué siempre eran dadas para estos turnos de vista interna a las habitaciones – buscó alguna que abriera el cuarto. La encontró y sacó la cerradura que impedía la apertura de la puerta, está se corrió a un costado y del interior de la habitación salió un esqueleto de ojos dorados, miró al guardia y sonrió. —Estoy agradecido con usted, veo que si puedo confiar... Hágame el favor de buscarme en los establos traseros en media hora, necesito atender unos asuntos y luego nos iremos.
—¿Irnos? ¿A donde?
—Nos iremos de Dreamtale, mi consejero estará esperándonos en Underswap, llegaremos a la mañana. — Tanta información dejó confundido al de armadura albina. —No lo entiendo ¿A caso planea escapar?
—Así es, luego de irnos le explicaré todo esto.
—¿Por qué a mi y no otro guardia o su consejero?
—Tu tienes mi confianza y se que yo tengo tu lealtad. Todo saldrá bien, lo prometo. — Terminó por decir y depositó un beso en la mejilla del mayor para luego irse, éste repitió la acción tomando un camino contrario al del de corona.
Dream se encaminó por los pasillos hasta una armería, ahí tomó un arco y flechas, también una daga la cual guardó en su traje. Seguido de equiparse fue a paso apurado a la sala del trono, visto por su hermano tomó el arco con fuerza. —¡Tu deberías estar en tu habitación! ¿¡El ingrato de Cross te dejó salir?!
—No tienes por qué meterlo en esto, sabes que la discusión es entre nosotros. Nuestro pueblo está muriendo lentamente ¡Tus acciones egoístas destruyen lo que nuestra madre ah creado con tanto cariño! Entrega la corona, yo o Crescent tendremos mejores elecciones para la gente.
—Y crees que lo haré así de fácil. — Se levantó de su asiento caminando ya furioso a donde se contaba su contraparte. —¡Yo soy y seré el único buen rey de estas tierras, no tienes derecho a reclamar por la corona!¡Está dictado por el protocolo real, el mayor siempre obtiene el cargo y en caso de muerte el siguiente o descendientes lo tendrán! Pero yo viviré, aunque te duela es así, hasta que dé mi último respiro siempre estaré tomando las riendas de lo que pasa. — Quién portaba ropas doradas vio que faltaba poco para que llegara a su posición. Tomó una flecha y cargó su arma apuntando al pecho del azabache. —Lamentablemente así es, hermano. Quise hacer esto por las buenas pero veo que no quieres colaborar.
—No te atreverías. — Y allí acabaron sus palabras, una flecha fue disparada a la velocidad de un relampago clavandose en su pecho, la sangre brotaba tanto como las lágrimas en el rostro del de ojos dorados. Este abandonó la sala con prisa hasta las puertas de atrás. Abrió y allí estaba su caballero listo para irse. —Príncipe Dream ¿Que pasó? ¿Que fueron todos esos gritos? — Preguntó el portador de sicatriz mientras el contrario se montaba en el caballo. —No hay tiempo para hablar, nos vamos.
—... Enseguida mi príncipe. — Dicho y hecho arrancó la correteada, el sonido de la noche fue sustituido por un fuerte galope y gritos de guerreros desconcertados buscando en cada rincón.
...
“Ya han pasado 10 años desde que mi padre falleció y el tío Dream se fue, muchas cosas cambiaron. Eh obtenido el cargo de rey por protocolo y la verdad fue para mejor, el pueblo se expande cada vez más y las relaciones con otros reinos mejoraron.
Espero poder algún día poder visitarlo, señor Cross, usted es como un familiar más para mi, sería un honor que estuviera este año en la ceremonia de luna azul como acompañante de la familia real.
Sobre la dirección... Logré que el señor Epic me la dijera, él y usted eran buenos amigos. Tiene mi promesa, no iré a menos que tenga su permiso.
—Crescent”
La carta entregada al correo fue devuelta al sobre y dejada en la mesa, el ex-guardia caminó a la sala y allí vio a su familia, su esposo e hijos compartiendo un lindo momento contando historias, esto le sacó una sonrisa al de ropas blancas. —Familia, fuimos invitados a la ceremonia de luna azul ¿Les gustaría ir a visitar Dreamtale? — Preguntó ya entrando y tomando asiento al lado de los presentes. —¿Dreamtale?¡Allí es de donde vinieron tu y papi! — Dijo emocionada una niña de magia morada. —Duuh, boba, por algo es "Dream" tale, lo nombraron así por papá. — Le respondió de inmediato su hermano. Los mayores rieron y se miraron, ya tenían un buen plan para éstas vacaciones familiares.
𝑓𝑖𝑛
