Cuando la señora Nilda se asomó afuera no vio nada.
-Yo no veo nada- dijo
Constanza estaba aterrada:
-Yo lo vi, mamá, era alguien con una máscara de vampiro y un poncho negro. Quería atacarme.
-Hija, creo que tal vez te lo imaginaste
-¡No, no, yo lo vi!
-Tranquilízate, esta noche dormirás en mi habitación.
El resto de la noche no hubo más contratiempos para Constanza aunque durmió inquieta.
Al otro día Belén no fue al liceo. Llegó temprano a buscar a Vladimir
-Anoche intentaron asesinar a Constanza- le dijo
-¿Qué?
-Ya todo el pueblo lo anda comentando, dicen que se trataba de alguien con máscara de vampiro y poncho negro.
-Yo no me he movido de aquí.
-Eso la gente no lo sabe, te sigue culpando y a menos que descubran al verdadero asesino sus sospechas van a apuntar a ti.
-¿Cómo encontrar a un vampiro humano?
-Piensa, Si fueras un vampiro viviendo en el pueblo ¿ Dónde te ocultarlas además de tu casa?
-Pues…
-En el cementerio, y hasta allá iremos a investigar
-Es que…
-Vamos
Vladimir se puso sus gafas de sol y la acompañó.
Pudo sentir las miradas acusadores de la gente que lo veía pasar.
-Creo que será mejor que volvamos mañana- le dijo Belén-¡Mira!
Se trataba del cortejo fúnebre. Estaba pasando frente a ellos
-Vámonos antes que se den cuenta de mi presencia- dijo
Pero era demasiado tarde, Constanza lo vio:
-¡Ahí está el asesino! ¡Anoche quiso chupar mi sangre!
Vladimir palideció
-¡Me vieron!
-¡Fuera de aquí! ¡ Asesino!
La gente comenzó a lanzarle piedras
-¡Lo están acusando injustamente!- les gritó Belén
Ella y Vladimir salieron huyendo
-Definitivamente tendremos que venir otro día.
Esa noche la casa de Constanza se encontraba vigilada por la policía y en casa de Vladimir La señora Carmen le decía a Belén que ya era demasiado tarde, que debía volver a su casa
-Muchacha, es peligroso que andes sola a esta hora. Recuerda que anda un asesino suelto.
-Yo no le tengo miedo
Vladimir miró a su madre:
-¿Puede quedarse Belén esta noche?
-Eso si que no. Tu tienes casa
-Pero…
-Mañana puedes venir. Yo te voy a acompañar hasta la esquina.
Cuando Belén y su madre salieron Vladimir se sintió aterrado
-¿Y si viene el vampiro y me ataca? Ellos intuyen cuando una persona está sola.
Su madre tardaba bastante
-¿Por qué se demora tanto en volver?
Y un terrible presentimiento cruzó por su mente:
-¿Y si el vampiro las ataca? No debí dejar que se fueran solas.
Pasaron otros quince minutos y Vladimir se decidió a salir
-Voy a ir a buscarlas.
De pronto escuchó un ruido en el jardín y palideció
-¡Debe ser el vampiro!
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El vampiro del liceo
Vampire"Se llama Vladimir, pero le dicen Vlad. Desde niño ha idolatrado a los vampiros y eso lo llevó a adquirir sus hábitos. Vladimir no es un vampiro de verdad, pero actúa como uno de ellos, viste ropa oscura, usa gafas para protegerse del sol y finge te...