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Y ahí estaba Minho, un chico que a simple vista podría lucir como un simple mesero, pero en realidad guardaba un talento hermoso, cantaba como un ángel.

—Hey, joven. ¿Me podría traer más café? —hablo una mujer algo grande, a lo que Minho asintió con una pequeña sonrisa.

Fue hasta la cocina, preparo café y algunas cosas más que habían pedido otros clientes, mientras hacía todo eso tarareaba una linda canción.

—Hey, Ho, ¿qué te parece si cantas un poco para los clientes?— dijo Felix quien lo había estado escuchando desde momentos atrás.

—¿Eh? No lo sé, soy muy malo cantando frente a mucha gente... apuesto a que olvidaría la letra de mis propias canciones.

A Minho le encantaba escribir canciones, y deseaba poder cantarlas algún día sin morirse de la vergüenza frente a todos, pero su cuerpo parecía negarse rotundamente a hacer aquello.

—Vamos, piénsalo, estoy seguro de que la gente lo amaría.

Y pasaron algunos días, lo pensó todas y cada una de las noches en las que iba a trabajar, y por fin llegó el día en que se armó de valor para cantar. Felix ya tenía preparado el micrófono, sólo era cuestión de que Minho se animara a tomarlo.

Sus manitas le temblaban, y sentía que su voz se quebraría si cantaba. Su corazón latía muy fuerte, así que respiró hondo para calmar sus nervios y después de unos minutos comenzó a cantar.

—Me encanta la forma en la que amas a alguien. Ojalá yo tuviera algo así. Quiero despertar junto a ti. La manera en que la abrazas con tanta dulzura y ella levanta su pierna en ese hermoso vestido...

Mientras tanto, un lindo castaño afuera de la cafetería le daba limosna a un vagabundo, al ver la cafetería decidió que sería bueno tomar algo, estaba haciendo frío. Entonces paso por aquella puerta del local, sin interrumpir el canto del chico, mejor dicho, ignorando este hecho, se sentó en la única que mesa que estaba vacía, Felix se acercó rápidamente a atenderlo.

—Ella está en tus ojos, no puedes mentir. Ahora lo tienes todo y eres a prueba de balas. Desearía poder despertar junto a ti, que me despiertes por la mañana y que tu seas lo último que yo veo por las noches antes de dormir...

Y Minho terminó de cantar, aún si lo había hecho un poco bajo igual a todos les encanto y claro que le aplaudieron al chico, sacándole una gran sonrisa y haciéndole tener un poquito más de confianza, aunque se quedó mirando al castaño sentado a unos metros de él, quien estaba bastante concentrado leyendo el menú.



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Fall In Love [MinBin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora