cuatro

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Changbin regresaba de un largo día de trabajo, un poco triste porque cada día iba perdiendo aún más la audición, si bien ya tenía este problema desde hace ya varios años, esos meses había empeorado. Se sorprendió al no ver al chico pelinegro en la entrada de la cafetería a la que asistía siempre después de su trabajo, se le hizo un poco raro pero igual se dio paso a entrar al local.

Esa noche Minho tenía planeado algo, así que en cuanto vio al castaño se empezó a poner nervioso, Felix tomó los platos que Min traía en las manos y los puso en los trastes sucios, después acomodo la base y el micrófono, dándole una sonrisa a su amigo para que se animase a cantar.

Changbin ya estaba sentado leyendo el menú, cuando de pronto se apagaron las luces de todas las mesas excepto la suya, se le hizo un poco raro así que levanto la mirada encontrándose con un Minho muy sonrojado frente al micrófono.

Antes de comenzar a cantar, el pelinegro le lanzó una tímida sonrisa a Changbin, quien le devolvió una aún más hermosa, según Minho, aunque sabemos que ambos tienen una hermosa sonrisa. En fin, con esto dio paso a que el chico comenzara a cantar.

—Iluminas esta habitación —movió sus manos haciendo las señas para que Changbin pudiera entender lo que estaba cantando, este presto aún más atención. —Y ni siquiera lo sabes.

Changbin sonrió ante sus palabras, o mejor dicho, señas, tal vez se había sonrojado un poco.

—Esto es todo lo que puedo hacer. —puso una mano en su pecho y luego movió sus dedos. —Dejarte solo... —volvió a hacer algunos movimientos con sus manos. —Pero no me traigas flores. Te preocupas demasiado. Oh Honey. Saber que me ves es suficiente.

El castaño desde su lugar le hizo unas señas, "Claro, te estoy viendo" Minho sonrió por esto y siguió cantando.

—Podemos bailar por toda la cocina a la luz de las velas. Podrías hacerme un anillo de la tapa de una leche. — Changbin sonrió imaginando lo último. —Cuando el dinero se acabe quizá nos detengamos.

Changbin podía escuchar levemente la voz del pelinegro... aún escuchando muy poco y un poco distorsionado supo que su voz era hermosa.

Tu enciendes esta habitación y ni siquiera lo sabes. Es todo lo que puedo hacer. Dejarte solo. —repitió una vez más Minho. —Así que, Honey, ¿quién necesita chocolates? ¿champaña y todas esas cosas? Oh, Honey, saber que me amas es más que suficiente.

Terminó de cantar, a Changbin casi se le salen las lágrimas de sus ojitos, nunca nadie había hecho tal cosa. Entonces hizo una seña indicando al otro chico que se acercara y se sentara con él, algo que Minho entendió a la perfección y se sentó frente a Changbin.

❝Algunas cosas en la vida podemos obtenerlas al 3 por 1, y otras cosas, como ese momento en que alguien realmente escucha tu corazón, no tiene precio.❞

❝Hay millones de historias de amor esperando a pasar cada día. Suerte, destino... ¿quién sabe?❞



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hasta aquí está pequeña adaptación, espero les haya gustado, cuidense ♡

Fall In Love [MinBin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora