Hasta que la muerte nos una

abc

—Mamá ¿puedo jugar con Fernand?

—¿Fernand?

—si mamá, Fernand el niño del parque—dijo la niña explicando

—Bueno anda mientras vuelve tu padre

—si mamá

—hola Fernand

—hola

—Traje hojas y lápices para enseñarte a leer y escribir

—genial, ¿y como se hace?

—mira esta es la m y esta es la a y juntas se dice ma

—ma

—si así

—y si ponemos otra eme y otra a, dice...

—ma... má dice mamá

—si
Y así sunnil le enseñó a escribir y leer otras palabras durante un rato.

—que te gusta hacer. -pregunto Fernand

—me gusta mucho leer ¿y a ti?

—me gusta acostarme en el pasto y ver el cielo

—Sunnil ya casi es hora de que tu padre vuelva además también vas a tener clase de piano pueden seguir jugando otro día

—¡Adiós Fernand! -se despidió la niña y se fue a su casa-.

—Adiós.-dijo el pequeño

Fernand regresó a su casa y todo el camino estuvo pensando en lo linda, divertida e inteligente que es sunnil

—¡Hola mami! - Dijo emocionado el pequeño al llegar a su casa

—hola pequeño ¿como te fué hijo?

—bien, sunnil me enseñó a leer y escribir algunas palabras

—¡qué bien hijo!, vamos. Es hora de entrar a casa. En un instante estará la comida pequeño. —Dijo la mamá de Fernand con un semblante amable

Fernand entro a la pequeña y vieja casa y se acostó en el pequeño jardín. Como acostumbraba hacerlo.
Veía el cielo mientras pensaba en sunnil, en su belleza, en su linda sonrisa, en su presencia. Mientras tanto sunnil terminaba su clase de piano

—listo sunnil, suficiente por hoy. Puedes retirarte.- dijo la maestra de la niña-.

Gracias, maestra! - Dijo la pequeña niña mientras esperaba a sus padres-.

Sus padres llegaron por ella. Llegando a casa Sunnil subió rápidamente a su habitación para preparar lo que le enseñaría a Fernand el día siguiente.