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Rowoon en... #5 HALLOWEEN

Buscar a Chaemin no tuvo éxito, no se encontraba por ningún lado en aquel lugar. Parecía que la tierra se la había tragado y eso no dejaba de angustiarme.

Junto a Kaleb, caminamos hacia la cocina con la intención de buscar algún rastro allí y de paso evitar que los demás vieran aquella escena espantosa. Para nuestra sorpresa, cuando llegamos no había absolutamente nada. Solo quedaba un charco de lo que parecía ser sangre.

No nos acercamos mucho, solo tomamos un vaso para llenarlo de agua y llevárselo a Hyori.

—Parece una broma de mal gusto. —murmuró Kaleb. —Por la luna, Ro. Estoy temblando. —me enseñó sus manos que no paraban de temblar. —Ella atacó a Mei.

Tragué saliva y no contesté, solo me quedé mirándolo.

—Es como si tu me atacaras a mi. Tenemos exactamente el mismo tipo de relación. Con la diferencia que si tu saltas sobre mi, no tengo ni una mínima posibilidad de sobrevivir. —puso esa maldita mirada de cachorro preocupado. —Por favor, no intentes matarme.

Solté una risa y negué, poco a poco sentí como las lágrimas comenzaban a deslizarse por mis mejillas. Quise decirle que nunca en mi vida le podría hacer daño, quise recordarle lo importante que era para mi pero nada salía de mi boca.

Solo tenia un nudo de palabras atoradas en mi garganta. Él se dio cuenta y se acercó a mi para abrazarme. Tenía miedo al igual que yo, pero él era mucho más fuerte. Siempre iba a admirar eso, el autocontrol que tenia sobre sus emociones era algo extraordinario.

—No sé qué hacer. Esos chicos ahí son mi responsabilidad.

—Encontraremos una manera de salir. Ya lo verás.

Llene el vaso con agua y asentí. Tenía que mantener la cordura, tenía que ser fuerte. No sólo por mi, sino por ellos que también confiaban en mi.

Kaleb me quito el vaso de agua y se encaminó en dirección a la sala. Antes de salir me dijo: —Respira profundamente y cuando salgas sabremos que hacer.

Se fue y yo me quedé en la cocina. Aproveché y busque una forma de salir, pero todo estaba bloqueado. Tanto puertas como ventanas, era imposible salir de aquel lugar.

Solté un suspiro y respiré profundamente.

Un aroma dulce.

Pestañee y comencé a mirar a mi alrededor atraído por aquel aroma. Mi debilidad por los dulces continuaba hasta el día de hoy, por ende no era de extrañar que cualquier aroma dulce produjera en mi un alerta.

Confiado en mis sentidos comencé a buscar a mi alrededor, hasta que mi olfato me llevó hasta donde se había encontrado el cuerpo de Mingyu.

La sangre.

Me agaché y con dudas pasé el dedo por aquel líquido espeso. Era una locura, pero el olor que emanaba no era el de la sangre y de eso estaba completamente seguro.

Lo olfatee y lo analicé, hasta que cometí la peor locura que alguien podría realizar en una situación así. Si, me lo llevé a la boca.

Era jarabe. Mierda. Eso no era sangre, era jarabe con colorante.

¿Quién mierda era capaz de jugar una broma así?

No es una broma. Tu viste a Mingyu. ¿Y si el fantasma los convierte en golosinas?

Eso no tiene sentido.

¡Claro que lo tiene! ¿Como explicas las estatuas? ¿Y Hyori? No es una broma, Ro.