-¿eres feliz, maca?- pregunto la doctora deya mientras me miraba algo curiosa.
-¿ah?, ah, si.
- jumm, mira maca, este proceso necesita de por lo menos dos personas para que funcione, tienes que abrirte conmigo y decirme si algo te molesta o te inquieta.
-no, enserio, me siento mejor. he dejado muchos malos habitos de lado y estoy buscando un trabajo, ya sabe para distraerme y eso-. la verdad no tenia mucho interes en contarle mis problemas a esta persona, empece a creer que por mas que hablara con alguien, no iba a funcionar, sobretodo porque era conciente de que ese sentimiento amargo seguia albergando en mi, y no se iria pronto.
- me alegra oirlo, es importante que te distraigas, y no solo con trabajo, tambien seria bueno que socializes un poco para...
-¡si!-. exclame.- todo a su tiempo, ja, ja. bueno, creo que ya es todo por hoy, ¿no?- dije un poco incomoda mientras entrelazaba mis dedos con la tela de mi falda.
-tienes razon, ya acabo nuestro tiempo-. pude notar en su cara una expresion de descontento.-puedes irte, nos vemos el martes a las 2, te parece bien?- pregunto ella.
-aqui estare, gracias por todo. tenga un buen dia doctora.- me levante rapidamente y cuando estaba por atravezar el marco de la puerta la doctora dijo:-maca, este es tu dinero, deberias aprovechar mejor esto.- asenti dandole una media sonrisa y me fui.
recien habia empezado a ir de nuevo a controles con terapeutas. era algo que llevaba haciendo desde corta edad. me hacia daño, me internaban y luego me mandaban a terapia para que me pudiera sentir mejor. ya era algo casi rutinario. ya no le veia sentido a esto, no sentia cambios por mas que quisiera, con el tiempo solo decia que estaba bien y que hablar con esas personas me habia cambiado la vida, pero no era asi, el solo hecho de pensar que este problema me iba a acompañar toda la vida hacia que me sintiera sensible, que la mas minima cosa me hiciera sentir peor que antes hasta que las lagrimas empezaran a brotar de mis ojos para revelar mi hipocondria. muy pocas cosas me hacian feliz ahora debido a que cuando hacia las cosas que me gustaban, empezaba a sentir un sentimiento de extrañeza, y nostalgia, acompañado de una sensacion de vacio, pues recordar momentos que en su momento fueron felices para mi, ahora me hacian sentir hundida, porque sabia que ya nada seria igual, deje de pintar, de dibujar, de leer, escribir, deje de compartir tiempo con las personas que amaba, porque ya nada se sentia como alguna vez lo fue. para mi fortuna estaba carol, mi mejor amiga.
suena el telefono. (caracol<3)
-¿quieres hacer algo?- pregunta carol desde el otro lado del telefono.
-¡claro!, pero ven a recogerme, no quiero caminar sola hasta tu casa. pooorfis.- le dije con una voz de suplica.
- esta bieen, esta bien.- dijo rezongando.- ¿donde estas?.
-no muy lejos, estoy en el centro, veamonos en el centro comercial.
-esta bien, voy para alla.
-no te demorees. bye.-dije colgando el telefono.
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No quiero morir, quiero olvidar.
Ficção Adolescentemaca, hace recuento de su vida, antes de otro suceso que podria o no marcar su vida, sus amigos, su familia, momentos importantes. todo dara vuelco