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Todo iniciaba cómo de costumbre

Una habitación vacía en dónde no sé visualiza nada que no fuesen sus propias manos, un ardor en su garganta junto a un nudo imposible de pasar obstaculizan su propia voz y un sonido agudo perforando sus oídos. Podía sentir como un líquido espeso se deslizaba desde sus labios pero no caía ni una sola gota al suelo, en cambio, bajo sus pies tenía el vago sentimiento de estar parado sobre una superficie húmeda y profunda. Respiraba, o eso parecía hacer. Recuerda intentar buscar iluminación en alguna parte, sus ojos siempre en movimiento tratando de encontrar una superficie plana y segura; sin resultado, suelta un profundo suspiro y, solo entonces, un rayo de luz ilumina una pequeña parte del espacio

Pero no hay salida

El brillo nubla momentáneamente sus sentidos, pero al instante toma noción de su espacio. Bajo sus pies no encuentra agua, un campo de lirios que se expanden alrededor suyo cubriéndolo desde la pantorrilla, identifica el pequeño espacio que cubren las flores las cuales inician de un color blanco pero mientras más cerca están de él se tornan de un color amarillento brillante; el mismo color, se abre un camino extenso frente a él pasando sobre el blanco campo floreado hasta que se encuentran con una jaula

Una jaula dorada, en su interior, un muchacho cubierto con flores color lila

Y despierta

Esa noche fue particularmente insoportable, el dolor en su pecho incremento hasta su garganta en dónde se formó un nudo imposible de pasar. A penas abrió los ojos se apresuró en salir de la habitación en dirección al patio, sus manos temblaban a cada paso que daba y se golpeaba cada extremidad con los bordes de las mesadas y muebles; pero no era importante, no le importaba nada más que llegar a tiempo al patio

- Kunikuzushi - se sobresalto al escuchar una segunda persona, pero se asustó aún más al darse cuenta que le habían atrapado con las manos en la masa - ¿No puedes dormir? - su muñeca fue sujetada por los fríos dedos femeninos, se vio arrastrado de regreso al interior

Pero no mostró resistencia- Tuve la misma pesadilla

- No debes temerle a los sueños - fue empujado hacia abajo, sentado en el sofá en medio de la oscura habitación. Recuerdos que invaden su cabeza, la misma sensación le ahoga e intenta cubrirse del incesante dolor de la realidad; no le teme a la oscuridad, pero si a lo que viaja por medio de ella - Mira - se atreve a abrir sus ojos y, por primera vez en la noche, una pequeña luz aparece frente a él

Tenue pero constante, la llama tambaleaba apenas respiraba, la vela iluminaba cierta parte de su cuerpo y el de la mujer en frente suyo. Abrazando sus piernas, se recuesta en el sofá sintiendo alivio y pregunta: - ¿Una vela?

- Es un buen comienzo - la sonrisa de la mujer le genera paz - Incluso la más insignificante flama, puede vencer a la oscuridad - el hermoso y elegante aspecto de su tutora se veía gravemente afectado con su reciente despertar, el largo cabello caía desde su espalda hasta el mismo suelo dándose el lujo de crear una corriente del mismo - Estás ansioso, Kunikuzushi

- Aún no estoy listo, Ruvvhe - suelta el aire contenido en sus pulmones y aprieta sus manos alrededor de sus piernas, su cuerpo entero estaba temblando incluso cuando no existía corriente helada que impactará - No me siento preparado de regresar - el recuerdo del sueño invade sus sentidos, siente la excitación al ver el par de ojos escarlata mirarlo con repudio y el miedo de su propio brazo alargarse para tocarlo - No puedo hacerlo - sacude su cabeza y entrecierra los ojos - Si lo veo... - su garganta se seca, no puede mencionar su nombre, es incapaz de pronunciar a quien tanto mal le hizo sin ser consciente de tal - Volveré a caer

- El aislamiento te otorga seguridad - la señorita levanta su mano, extiende sus dedos hacia la vela aún encendida y juguetea con la flama - Pero también dependencia - encorva su mano, encerrando la flama en ella, cubriéndola del resto y privando al muchacho de luz - Mientras más tiempo este encerrada, más se debilita - su puño se cierra acabando con la tenue luz - Y desaparece

Entendía el mensaje, pero el entendimiento difiere de la comprensión y la adaptación. Ve como la tenue flama es retomada, la mujer había prendido la vela por segunda vez - Aún así... - inhaló la esencia de la extinción de la vela, tuvo un mareo ante el deseo de consumir un diferente producto, pero se contuvo y miró a la mujer - No estoy listo

- Nadie lo está - capta cómo se levanta y desaparece de su campo de visión - Si quieres olvidar, debes enfrentar a quienes tanto deseas evitar - el sonido de pasos era ligero, poco a poco desapareció dejándole solo en medio de la sala de estar

Esa noche, no volvió a pegar un ojo. En parte, por los nervios de su retorno a la sociedad

Y por terror a volver a soñar

Teyvat es grande, su capital también, pero no quería descubrir cuan pequeño era el mundo

RecaídaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora