Prólogo

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Philadelphia 


Según los reporteros y periodistas es una ciudad tranquila, con habitantes soñadores de un progreso positivo, una ciudad que va en un gran apogeo y crecimiento.Pero, ¿quién habla de los adentros? ¿Quién habla de Kensington Avenue?Calles inundadas de droga, alcohol, basura y prostitución. Un barrio zombie, donde en cada acera puedes observar a hombres y mujeres al tope de fetanilo y marihuana. Es un escombro de tinieblas, y yo vivo aquí.Mamá y Papá, crecieron en este barrio. Pero no es ni rastro de lo que ellos aún recuerdan. Vivir en este lugar es un infierno, que se acrecentá cada día más.


-¡¡LENA!! - Escucho el llamado estridente de mi madre, que me saca de mis propios pensamientos, quito la mirada del techo de mi descuidada habitación y me dirijo precipitada a las afueras de mi hogar - ¡¡LENA!! ¡¡LENA!!, ¡¡Por DIOS!! ¡¿QUÉ ES ESTO?!


La imagen de lo que ahora veo me ha dejado sin aliento.


Las manos de mi madre, se encuentran manchadas de sangre y despistaje, y lo que parece ser un cuerpo muerto es visto envuelto en una bolsa negra.


-¿Mamá, pero qué haces? Suelta eso ahora- doy un grito y me sobresalta el corazón, Mamá en cambio no para de preguntarme qué es lo que estamos viendo. - ¡Te he dicho que sueltes eso!- quitos sus manos de la asquerosa bolsa.


Los ladridos fugaces y sonidos estridentes nos inundan. Como puedo levanto a Mamá con mis manos, su estado de shock no la deja razonar.


-MAMÁ, REACCIONA- Le doy suaves palmadas en el rostro- VAMOS MAMÁ, TIENES QUE REACCIONAR- Así que me limito, con temblores por todo mi cuerpo a llevar a Mamá dentro de casa. Un pánico me recorre por completo y puedo sentir como el palpitar de mi corazón se acelera aún más. 


¿Qué es lo que está sucediendo? Todo esto me ha dejado un tanto mareada y el pensamiento de lo que tengo que hacer a continuación me inunda.

Llevo mis manos a la cabeza, la ansiedad recorre mi sistema y las lágrimas inunda mis ojos.Así que tomando todo lo que me queda de razonamiento, pongo mis manos en la ensangrentada bolsa negra y la llevo dentro de nuestra casa. No sé lo que estoy haciendo. No sé en qué problemas nos estamos metiendo. Pero no planeo quedarme sin hacer nada.

LenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora